La corta historia del comercio
electrónico no está exenta de una estela de innovaciones que hace que se
transforme continuamente la forma de acceso de los consumidores a este ámbito
electrónico.
Tampoco está libre de esta
remodelación la relación existente entre el comercio físico y el comercio
electrónico en cuanto a la restructuración de la cadena de valor de la
comercialización y distribución de productos.
Sí está claro el avance del
comercio electrónico como canal de comercialización. En el año 2011 ya supuso
en Estados Unidos el 8% de las ventas. En Europa, debido a su fragmentación,
estas cifras son sensiblemente menores.
La Unión Europea está preparando
una serie de regulaciones que permitan un mercado digital unificado que posibilite
alcanzar al canal de Internet un 6,8% de las ventas en el año 2015.
En esta andadura del canal de
Internet se ha ido cambiando paulatinamente los modelos de negocio. Así, en el
primer quinquenio de su vida, hasta la crisis de las punto.com en el 2000, el
objetivo era conseguir enlaces hasta nuestro portal de venta.
La maduración de los buscadores,
sobre todo con la hegemonía de Google, lleva la batalla al posicionamiento de
los portales a través de la publicidad y estrategias de búsqueda.
Desde hace muy poco, esta batalla
se está llevando hacia las redes sociales, sobre todo Facebook, buscando atraer
clientes desde su entorno hacia los portales de venta por Internet.
Sin embargo, la utilización cada
vez mayor de los dispositivos móviles de última generación, tanto teléfonos
como tablets, unido a la usabilidad de sus programas de acceso a Internet,
hacen que, en muy pocos años, sea éste el principal canal de acceso.
La compra con el móvil no sólo
tiene implicaciones en toda la cadena de valor actual en torno al comercio
electrónico, sino también en una mayor relación entre las tiendas físicas y las
virtuales.
Una de las principales fortalezas
del teléfono móvil es que es 100% accesible continuamente, lo que permite una
mayor disposición en todos los procesos que supone comprar.
Gran parte de este tiempo lo
vamos a utilizar en el proceso de buscar información. Tanto en el proceso de
determinación de la tipología del producto, como en la búsqueda del precio.
Actualmente las empresas están
desarrollando aplicaciones que facilitan mucho este proceso de comparación de
productos. Respecto a la comparación de precios, posiblemente vayamos a una
uniformidad de los mismos.
Así, nos encontramos con grandes
comercializadores como Amazón que están basando su estrategia de expansión en
el mercado con unos precios muy ajustados buscando la fidelización de sus
clientes.
También, nos encontramos en los
productos de marca que es el fabricante el que nos está permitiendo la compra
directamente no dejando lugar a la guerra de precios entre los distribuidores.
Sin embargo, el recibir ofertas
tanto de productos como servicios, sí que va a ser uno de los elementos que va
a llevar más desarrollo, tanto de empresas especializadas en la gestión de
ofertas, como por las propias empresas, tanto físicas como virtuales.
El proceso de hacer el pedido irá
ampliando su concepto actual de compra. Así, haremos continuamente el listado
de la compra conforme veamos las necesidades y mandaremos el pedido para ir a
recogerlo o que nos lo traigan a casa.
Pero, igualmente, solicitaremos
una cita en una tienda física para poder ver los productos y que nos expliquen
mejor sus características. O, también, estaremos en la propia tienda
consultando en el móvil los distintos productos de nuestro interés.
En el proceso final de compra, el
pago y la recogida, la compra a través del teléfono móvil posibilita
innovaciones en sus distintos aspectos. Por ejemplo, podemos elegir pagar
electrónicamente o pagar en el momento de la recogida.
Tenemos capacidad para hacer el
seguimiento del pedido y seleccionar el lugar de la recogida en nuestra casa,
un comercio o un centro de mensajería según nos vaya mejor en cada momento.
Un aspecto importante será la
mejora de la relación postventa que, actualmente, está siendo muy criticada
debido a las dificultades en la comunicación. El teléfono móvil permite
facilitar la satisfacción del cliente.
Es en la búsqueda de una mejor
relación con el cliente donde se va a establecer una relación entre el comercio
físico y el electrónico. Vodafone ha decidido que sean sus tiendas quienes
contesten las dudas de sus clientes y no un centro de llamadas externo.
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