domingo, 26 de julio de 2020

Tienda de Papel

Esta crisis sanitaria y económica está haciendo que se produzcan el cierre de negocios Transcribo esta carta puesta en la puerta de una tienda de Barbastro, La Tienda de Papel.

Nos despedimos.

Sí, la Tienda de Papel cierra sus puertas! Dejamos atrás cinca años de trabajo vivencias muy especiales. Hemos disfrutado mucho de todos vuestros encargos personalizados y de todos y de cada uno de los talleres.

Papel de Seda, Barbastro

Hemos puesto el alma en cada petición, en el envoltorio de cada paquete, grande o pequeño, en cada pieza restaurada, en la elección del color de vuestros muebles, en hacer que cada regalo fuera único y en fomentar los “autoregalos” que tan felices os (nos) han hecho.

Hemos sonreído mucho, hemos escuchado más … e incluso hemos compartido más de una lágrima con nuestras maravillosas “más que clientas” que siempre ha confiado en nosotras.

Pero dicen que hemos entrado en una “nueva normalidad” en la que , no nos engañemos, nada es como antes. No corren buenos tiempos para los espacios pequeños, ni para lo lujos prescindibles, la dura competencia del comercio online tampoco ayuda y la pandemia nos ha dado el empujón para decir adiós.

Toca adaptarse y mirar hacia adelante y, en nuestro caso, después de reflexionar mucho, hemos decidido que para avanzar tenemos que parar y cerrar esta etapa.

Por supuesto, nos da mucha pena … pero nos quedamos con todo lo bueno que hemos vivido, con vuestros mensajes, con vuestro cariño y con la filosofía de Papel de Seda que, como podéis imaginar, se va con nosotras, a donde haga falta.

Nos despedimos, pero nos gustaría hacerlo personalmente, por eso estamos todavía unos días en la tienda en horario de tarde. Liquidamos nuestras existencias, por si os apetece llevaros algo a casa.

Nos vamos, como hemos llegado, reivindicando los detalles -que importan, ¡y mucho!- y dando las gracias a tantos, por tanto.”

No tengo nada que añadir, el texto lo dice todo. Sí, desearos a vosotras mucha suerte, y a la sociedad que lea con detenimiento el texto para que conozca la realidad que los medios de comunicación esconden entre grandes cifras.

Daniel Vallés Turmo



martes, 21 de julio de 2020

Coche del pueblo o del capital

Mi abuelo Antonio le compró el Ford T con matrícula HU-146 al ingeniero de Iberduero que vivía en la Lafortunada, mientras estaban construyendo la presa hidroeléctrica (lo había comprado en 1921), cuando se compró uno nuevo en 1929.

Era un coche que sólo tenía una herramienta y que podía ir por todo tipo de caminos sin temor a tener averías. Apenas tenía 20 caballos, pero era un coche pensado para durar. Se vendieron muchos millones de unidades.

Cuando bajaba a Barbastro aparcaba en un garaje. En la foto, uno en ruinas en la calle Capuchinos.

Garaje en ruinas en la Calle Capuchinos de Barbastro

Al principio los garajes eran locales destinado a guardar automóviles, luego fueron haciendo tareas de taller de reparación de vehículos. Hasta que finalmente, se diferenciaron. Antes de tener el coche, dejaba el carro en Casa Pico.

Antiguo garaje en Barbastro en la carretera de Huesca

Lo mismo, al igual que el Ford T, sucedió con el Volkswagen Escarabajo, el coche del pueblo, que se diseñó para durar. Y vaya que lo hizo, se vendieron decenas de millones de unidades en Alemania y en todo el mundo durante los años 40 a 60.

Lo mismo sucedió con muchas marcas de coches como el Opel Corsa que se fabricó en Zaragoza desde 1982. Yo lo dejé con medio millón de kilómetros y aún lo vendí. Eran coches para durar, para hacer que la población se hiciera adicta al uso del automóvil. No tenían electrónica.

Pero, todo cambia con la llegada de la electrónica y “el cambio climático” donde los coches se vuelven más electrónicos y, por ello, con más facilidad de averías. Por supuesto, caras.

Por aquello que ya no se repara, sino que se cambian bloques enteros. Por eso son más caras las averías. Es más difícil arreglar que diagnosticar que bloque está averiado y cambiarlo.

Yo había vivido la bomba del ordenador Macintosh de Apple en 1984 cuando, de repente, dejaba de funcionar y salía la temible bomba en la pantalla, que hacía que tuvieras que iniciar el ordenador. Eran sistemas no estables. También ocurría con los grandes ordenadores de la Universidad, que fallaban continuamente.

Lo mismo sucedió muchos años con las primeras versiones del sistema operativo Windows en los 90, que también dejaban de funcionar de repente. No dejabas de guardar temeroso de perder el trabajo realizado.

Siempre había bromeado que un coche se compartiera de una forma similar, hasta que lo he vivido en mi último coche, con mensajes de error diciendo que en determinados kilómetros dejará de funcionar.

Te sientes con la misma ansiedad que cuando temías que el ordenador se colgará en cualquier momento y estabas continuamente guardando el trabajo realizado. Tienes que ir al concesionario cuanto antes. No basta con resetear, como en el ordenador.

Los sistemas nuevos hacen que el coche sea más electrónica que mecánica. Ello, hace que los coches parezcan naves espaciales en su uso, pero son más inestables que los primeros coches.

Nos encontramos ante una generación de coches pensados no tanto para durar, sino para ser cambiado para adaptarse a la innovación continua. 

Son coches del capital, para pagar por uso, porque no tienen valor como elemento de inversión. Están pensados para el cambio cada poco tiempo, basados en la continua innovación. Son "productos Beta" permanentes.

Ya no se tienen en cuenta los periodos  sólidos de prueba del producto. Lo que importa es el lanzamiento anual por la novedad. Por ello, hemos visto, también, fiascos en famosas marcas de telefonía móvil.

Tampoco estamos hablando de “obsolescencia programada”, porque es innovación continua sin saber su estabilidad. Como mucho, se han realizado modelos matemáticos de duración. Es lo que espera el mercado.

Esto supone un cambio de modelo drástico en todo el ecosistema del mercado del automóvil, desde el fabricante, el concesionario, la financiera y el consumidor. El coche ya no es una propiedad, sino un servicio.

Los propietarios de las instalaciones productivas ya no son empresas, sino fondos de inversión (lo mismo que ocurre en otros sectores). Lo mismo sucede con la propiedad de los coches, que tienden a que (aparentemente) sean más baratos si los compramos financiándolos o mediante renting.

Parecido ocurre con el mantenimiento, que ya se va incluyendo en la cuota “de uso”, por lo que los talleres acaban siendo dependientes de las grandes empresas financieras que son propietarias de los automóviles.

De modo que “el modelo de negocio” de todo el sector está cambiando muy rápidamente, con la consiguiente adaptación de todos los participantes en la cadena de valor.

De momento, esta es la dirección que está tomando el sector del automóvil, hasta que haya otro cambio en el modelo de negocio.


Daniel VALLÉS TURMO

Publicado en Tribuna Altoaragonesa del Diario del Altoaragón, 28 de Julio de 2020




martes, 14 de julio de 2020

Cirugía no invasiva

Martes 14 de julio. Obligatorio el uso de mascarillas en todo Aragón y vuelta atrás en Zaragoza y Huesca capital a una fase 2 flexibilizada. Ya ha salido en todos los telediarios nacionales el día anterior.

Subo a Roda de Isábena a documentar cómo ha quedado la GR 17: Camino de Santiago “Pirineos Valle de Arán” que enlaza en Berbegal con el ramal que viene de Montserrat. En Berbegal ya estuve la semana pasada.

Paro en Graus para ver el recorrido. Al llegar a su bonita plaza, recuerdo como en el 2015 ayudé altruistamente en la promoción de un concurso a nivel nacional donde estaba en el segundo lugar.

Recuerdo que el competidor, que finalmente quedó primero, denunció ante el organizador que el ayuntamiento de Graus facilitaba la creación de cuentas de correo electrónico para poder votar, lo cual era cierto.

Estuve varios días levantándome cada media hora durante la noche para ver como avanzaban los votos de ambas candidaturas, hasta que constaté como la otra candidatura de madrugada tenía miles de votos a la vez. Así, sucedió durante varios días. No sonaba bien.

La otra candidatura, siguió con su plan de poner a Graus como un tramposo. Fue entonces, cuando pasé mi información al ayuntamiento para que se pudiera defender.

Hice una cirugía muy fina, que duró varios días para constatar que miles de votos del ganador “no tenían coherencia” de ser reales. Finalmente, el organizador, dio el premio al otro candidato, pero enseguida borró todas las estadísticas de Internet para que no quedara huella. La otra parte se calló.

Hoy la plaza estaba preciosa con varios nidos de golondrinas en su pórticos, aunque no tantos como en las plazas de Alquezar y Ainsa. Pero, estaba maravillosa, como siempre.

Me tomo una café con leche en la terraza del Bar López. Veo que todas las personas llevan mascarilla. Una vez que finalizo subo por el valle del Isábena, por donde transcurre el camino.

Capella nos sorprende con la fábrica de piensos de Mazana y sus decenas de camiones (con el empleo que supone) y el Puente Románico que cruza el río Isábena. Aquí nos encontramos un panel interpretativo del camino de Roda de Isábena hasta Graus.

Subo hasta Roda de Isábena. Apenas hay una decena de turistas, pero me dicen en un bar que el fin de semana ha estado lleno, aunque ha habido algunas cancelaciones por las noticias últimas.

Me pregunto si tiene sentido ir con mascarilla en un pueblo tan pequeño, salvo cuando está lleno por los turistas. Los turistas quieren ver la Catedral de Roda y el Monasterio de Obarra, además de los puentes románicos, especialmente el de Serraduy.

Por lo que me comentan, los turistas de toda la vida suben, aunque menos días. Sí ha habido un bajón de turistas europeos en el camping de la Puebla de Roda, por el tema del Covid 19. Venían holandeses y belgas, principalmente.

También suben los jóvenes que vienen a hacer actividades de montaña y vienen a entornos privilegiados como son el Valle del Isábena como base para hacer distintas excursiones.

La temporada turística en el Pirineo no está perdida por su propio producto, la naturaleza, pero no ayuda que Aragón esté continuamente en el telediario como lugar problemático por el Covid 19. Sería necesaria una comunicación más fina para no crear alarmismo donde no lo hay en todo su territorio.

Este es el corto plazo, pero el Valle del Isábena, tiene otro gran problema. El envejecimiento y la falta de nacimientos. Sólo se salva Serraduy, donde hay 8 niños. Por eso, las políticas de ayudas tienen que ir unidas al repoblamiento.

Roda de Isábena cuenta con muchas plazas de apartamentos, además de la hospedería, pero no hay niños. Ahora se va a instalar una tienda de productos de la zona por una empresa de Serraduy.

Eso es lo que es necesario, que se favorezca el emprendimiento endógeno de personas que luchen por el futuro del valle, aunque no sea fácil. El camino turístico GR 17 es otro elemento para fomentar este valle, que necesitará de promoción y rutas circulares por los ayuntamientos por donde pasa.

Daniel VALLÉS TURMO

Publicado en Tribuna Altoaragonesa del Diario del Altoaragón, 15 de Julio de 2020


sábado, 11 de julio de 2020

Intentando impulsar la provincia

El pasado domingo 5 de julio salió una noticia sobre Aínsa de 1 minuto y 10 segundos en el telediario de mediodía de Tele 5, con el objetivo de impulsar el turismo en el Altoaragón.

Sin duda ayudó para compensar el exceso de noticias sobre los casos de Covid 19 en el sur de la provincia de Huesca, que no influía en el norte, pero sí supuso una cancelación de reservas importante en los hoteles.

El alcalde de Ainsa buscó a las personas para entrevistar de una forma efectiva y facilitaron una instalación para poder hacer las labores de edición.

La redactora y el cámara salieron hacia las 8 de la mañana de Zaragoza para estar a las 10 en la Plaza de Ainsa. Se estuvo rodando hasta las 12 horas y luego editando hasta las 14 horas, para que saliera en el Telediario de las 15 horas.

Aínsa estaba llena de turistas y era difícil encontrar donde comer. A las 16 horas el equipo volvió hacia Zaragoza, llegando hacia las 18 horas. En total, 10 horas de trabajo, aproximadamente, contando  los traslados.

Cuento ésto, para que veamos el coste económico y de tiempo que tiene una noticia de una televisión nacional. Salió en el momento adecuado y esperemos que tuviera alguna repercusión positiva para impulsar el turismo de nuestra provincia.

El miércoles 8 de julio, de forma desinteresada, grabó para un reportaje de divulgación del Prepirineo. Me entrevistan en el Puente de la Albarda, junto al río Vero, en el antiguo camino a Colungo.

Soy uno de las personas que me llaman paraa grabar en distintas localizaciones de la Sierra de Guara. El equipo de grabación comenzará a las 9 de la mañana y finalizará casi al anochecer. Un día entero. Luego, otro día para editar, como mínimo.

Me llaman por haber escrito la guía de la Sierra de Guara con 200 rutas, que se puede descargar gratuitamente en el blog Caminos de Barbastro. Además de los trazados en GPS de las mismas para hacer un senderismo cómodo y seguro. Esto hace que sea una de las personas que mejor conoce, posiblemente, toda la sierra y sus posibilidades turísticas.

Antes, me acerco a ver como graban en otros establecimientos de Alquézar para conocer el proceso a seguir. Esperando en la plaza, me encuentro a dos personas que han seguido una de mis rutas. Me alegro. Son montañeros y les enseño el albergue de la Federación Aragonesa de Montaña.

Seguidamente, bajamos al Puente de la Albarda y grabamos mi parte. Una entrevista junto al río con el puente de fondo y unas tomas haciendo senderismo.

Yo me vuelvo a casa, pero todavía les queda grabar en Colungo, Panzano y Bierge. Muchas horas de trabajo, pero con el objetivo de promocionar turísticamente la Sierra de Guara.

Desde abril de 2012, comencé el blog Caminos de Barbastro para mostrar senderos de nuestra provincia con una perspectiva histórica. Ello, me llevó a crear guías de descarga gratuita por zonas y a regalar miles de copias en papel para difundir alguno de los territorios menos conocidos.

Así, el Camino de San Ramón que recorre la Ribagorza, Caminos de Barbastro, Sierra de Sis, Barbastro al Hospital de Parzán, Sierra de la Carrodilla y la Sierra de Guara. Esta última, la guía más complicada con 200 rutas y casi 3 años de duración en el proyecto. Finalmente, he recopilado cerca de 100 rutas del Viejo Sobrarbe.

El resultado son decenas de miles de descargas de las rutas para que los senderistas puedan hacer los recorridos de una forma cómoda y segura siguiendo el trazado de GPS con el teléfono móvil con la aplicación Mapas de España, que es la que aconsejo por pertenecer al Instituto Geográfico Nacional.

Sin darme cuenta, estoy intentando impulsar, en alguna medida, el turismo en la provincia. Es muy habitual que me paren para preguntarme por la calle. Sin querer, me he vuelto, para un cierto público,  una referencia en el senderismo en la provincia tras tantos años de dedicación.

Es una actividad altruista que me ha supuesto el gasto de muchos miles de euros, pero de la que estoy satisfecho, a pesar de las consecuencias negativas que ha tenido y de las que no es momento de hablar.

Ahora, con una precariedad económica y de salud, ya no puedo seguir haciendo este “mecenazgo” que he hecho durante años. Lo intentaré deude forma más humilde.

Daniel VALLÉS TURMO


miércoles, 1 de julio de 2020

El miedo paraliza

Me dicen que el sábado 27 de junio, un escritor famoso y televisivo, no vino a firmar libros a Barbastro por el miedo al COVID 19. Otros escritores sí vinieron a distintas librerías de la ciudad. Supongo que pensó en las noticias durante la semana.

Me hace reflexionar en el daño que ha hecho (y sigue haciendo) el estar la Provincia de Huesca en Zona 2 durante toda la semana en los medios de comunicación nacionales a todas horas, sobre todo por coincidir con el comienzo de la “Nueva Normalidad”.

Aunque, luego (a mitad semana) se explicitarán mejor las 3 comarcas concretas y la motivación del brote, el turista no lo distingue. Además, el titular principal solía ser “Huesca ó el Altoaragón en Zona 2”.

Nuestra provincia vecina, con problemas similares, no entró. No puedo opinar de cosas que no conozco, pero sí su prensa (en primera página) se desmarcaba de lo ocurrido en Huesca.

La consecuencia inmediatas fueron centenares de cancelaciones diarias en los establecimientos turísticos, tras haber hecho inversiones y retomar trabajadores de los ERTE.

Esto tiene consecuencias en toda la cadena de valor del canal HORECA, que ya se había provisto para la campaña. Las consecuencias, igualmente devastadoras para estas empresas.

Este sábado 27 Barbastro seguía vacía de turistas. En los bares ya no están los jubilados “almorzando” desde que se abrieron los bares. Es la población que más miedo ha cogido a entrar en los establecimientos de restauración.

Sin embargo, los ciclistas no dejan de subir el fin de semana a Colungo y Alquezar a “almorzar” unos huevos fritos con acompañamiento. Hablamos de casi centenares de personas. Son personas más jóvenes.

En los medios de comunicación de nuestra provincia y región, la noticia del efecto aparecía tímidamente en páginas interiores. Cuando tendría que haber habido un “Plan de Contingencia” para aclarar la situación y reducir sus consecuencias. Y, sobre todo, que la noticia no estuviera toda la semana en primera plana.

Esperemos que la noticia se vaya diluyendo. Posiblemente, tendrá unas consecuencias inevitables en el segmento familiar y personas mayores y, apenas, en los jóvenes que les gusta nuestras montañas.

En comunicación, es necesario tener planes de contingencia preparados para urgencias. Recuerdo haber ayudado a un Community Manager de una persona muy relevante en televisión por unas declaraciones que hizo.

Todo el mundo estaba nervioso. Desde arriba, se pensaba en no hacer nada, que ya se pasaría. Mi consejo fue que se aclarara lo ocurrido en las redes sociales y se contestara “amablemente” todos los comentarios.

Pasado los años, supongo, que esa persona (que sigue siendo famosa y con éxito) no se acordará de aquello. Aunque, sí creo que su equipo de comunicación estará más preparado por si ocurre otra vez.

Volviendo al miedo, todos recordamos la dificultad para comprar mascarillas, guantes, batas, pruebas y respiradores en los momentos iniciales de la pandemia. Sin embargo, la Policía Nacional, ya los había mandado comprar en enero (3 meses antes) por información que tenía el Responsable de Riesgos Laborales de una persona que estaba entonces por Asia.

Recuerdo que un mando de la Policía Nacional lo dijo en las primeras ruedas de prensa que hubieron en marzo. El Secretario de Estado de Sanidad (moderador) rectificó que serían 3 semanas. El mando le volvió a aclarar que eran 3 meses.

Hace unos días me enteré que habían cesado al Responsable de Riesgos Laborales de la Policía Nacional. El motivo alegado (por supuesto no era su diligencia en la compra), si no otro.

Traigo este ejemplo como un Plan de Contingencia Preventivo muy bien hecho, que el resto de los organismos y sistema sanitario no supieron ver. Cuando tuvieron que comprar “en aguas movidas”, se dieron cuenta de las dificultades.

Hubo dos empresarios, acostumbrados al comercio internacional con China, que fueron clave para que las gestiones fueran exitosas, porque conocían los procedimientos y tenían los contactos adecuados..

Volviendo al hilo inicial, ahora dicen que van a hacer una campaña de comunicación para vender la provincia de Huesca.

Daniel VALLÉS TURMO


domingo, 21 de junio de 2020

La calle de mi infancia


La calle Monzón de Barbastro (Joaquín Costa) es la segunda calle de mi infancia. La primera fue la calle Mayor (Argensola). De aquella, época únicamente queda abierta la Ferretería Abadías. Lo que indica los cambios que han sucedido.


Viví en la calle La Corte del año 1974 (aproximadamente) al año 1990. Así que fue donde jugué gran parte de mi infancia. Todas las calles estaban pobladas porque todavía se estaba construyendo el ensanche de Barbastro poco a poco. Por eso había una gran actividad comercial.


Casi todos nos fuimos cambiando de barrio a casas más modernas y, poco a poco, se fueron cerrando muchos negocios y retornando otros nuevos, pero con diferente vitalidad ya.


Entrando por el río ancho (Corona de Aragón) en el lado izquierda estaban los siguientes comercios. Puede que me olvide de alguno: Banco Zaragozano. (Ahora hay una tienda de comestibles. Antes hubo otros bancos. El último CaixaBank). Cámara Agraria en el primer piso.


Bar Chiqui. (Era muy estrecho. Ahora no hay nada). Estanco. (Era muy estrecho y estaba en la entrada a una casa. Se cerraba con unas persianas sobre el mostrador). Librería Arnal. (Cerrado).


Bazar Puertas. (Cerrado. Se ha trasladado al Puente el Portillo). Semillas Abadías. (Cerrada. Mantiene el almacén en otro sitio). Peluquería en el primer piso. (Cerrado). Ferretería Abadías. (Ahora hay un escaparate de la Ferretería Abadías).


Botería Abadías. (Ahora hay un comercio de estética). Alimentación Josefina. (Casa nueva con bajos sin comercio). Mercería. (Casa nueva con bajos sin comercio). Pescadería Bazán. (Casa nueva con bajos sin comercio).


Academia Cumbre. (Solar vacío. También hubo una consulta médica). Iglesia de los Misioneros. Bodega Paco. (Solar vacío. Vendían vino a granel y se podía tomar un vino).


Tienda de Electrodomésticos. (Solar vacío). Tienda de Chuches. (Solar vacío. En este solar vacío, se tiro la casa que había para hacer una residencia de los Claretianos, pero finalmente no se ha hecho. Ahora hay una plaza con mural sobre la fachada de la iglesia).


Panadería. (Cerrada). Zapatero remendón. (Cerrado). Tienda de ropa. (Ahora Zapatería Piccolo). Bar. (Se mantiene tras distintos traspasos). Convento de las Claras. (Destruido. En los bajos de la nueva casa está Radio Cadena Ser, un Supermercado y una tienda de muebles. Antes del supermercado hubo un Mercado Nuevo de puestos que se fue quedando vacío).


Serrería. (Destruido. En los bajos de la nueva casa está un bar y una fontanería). Volviendo por el otro lado de la calle. Estación de Tren. (Ahora hay edificios sin bajos comerciales). Casa de Vinos Montañés. (Ahora está la carretera). Antiguo Cuartel de la Guardia Civil. (En los bajos de la nueva casa hay un Bazar y una tienda de Ropa).


Bar la Pelela. (En los bajos de la nueva casa hay una Inmobiliaria). Casa Lalanne. (Los bajos no tienen actividad comercial). Carnicería Bernad. (Se mantiene). Solar vació y nueva casa. (Ahora hay una peluquería).


Casa Guillén (Antigua Bodega. Ahora hay un escaparate de la Ferretería Abadías). Bar París. (Se abrió otro bar después. Ahora está cerrado). Clínica en el primer piso. (Ya no existe). En los bajos, más tarde, se instaló una tienda de regalos, ahora cerrada, pero trasladada a otra calle.


Comestibles Manolo. (Ahora hay una peluquería. En el primer piso, hasta hace poco había una academia de repasos). Relojería San Ramón. (Cerrado). Casa Turmo. (Cerrado. Era una droguería).


Zapatero remendón. (Cerrado). Carnicería Bernad. (Cerrado. Ha habido dos traspasos después). Central de Teléfonos. (Cerrado para el público). La Floresta. (Sala de baile. Cerrado. Luego se abrió un parking y un centro comercial donde hay varios comercios abiertos, aunque muchos cerraron. De niño estaba en ruinas y era un lugar de juego).


Ferretería Abadías. (En la parte exterior del centro comercial. Se trasladó del local enfrente). Almacenes San Juan. (Ahora hay una tienda de decoración en traspaso. Antes hubo un supermercado y una gran peluquería. Clínica en un piso. (Cerrado).


Frutería Guillén. (Cerrado. Ahora hay una tienda de Deportes. Antes hubo un comercio de informática). Son 50 años de historia del comercio de una calle.


Daniel VALLÉS TURMO


martes, 16 de junio de 2020

El espíritu industrial


He pasado 10 veranos en Reino Unido desde 1986 al 2015. Son 30 años en los que he visto la evolución de este país y especialmente su economía industrial en todo el país.
El primer viaje lo hice con un compañero de estudios en 1986 al norte de Gales, sobre todo la ciudad de Leeds y su entorno. Se notaba la crisis industrial de las antiguas zonas mineras y una sociedad rota con una juventud destrozada por la heroína, que luego hemos visto en algunas películas.
Mi segundo viaje fue 10 años después, en el año 1997, a Londres para visitar el Museo de la Ciencia. Entonces, recorrí los mejores museos de ciencia de las capitales europeas. Se encuentra junto al Museo de Ciencias Naturales y la gran Universidad de Ciencias de la capital, el Imperial College.
Después, tras otros 10 años. estuve 8 años seguidos en la capital en casa de un amigo que trabajaba allí durante el año 2008 al 2015. Fue en este tiempo donde tuve un conocimiento profundo de Reino Unido.
En este tiempo aprendí varías cosas que quiero comentar. Primero, en la ciudad de Londres hay muchas placas en los edificios en los que se dice que industrias hubo allí en el pasado. Hay memoria industrial.
Segundo, las zonas industriales en crisis no volvieron a reconvertirse. Hablamos de Gales y Boston, donde surgió la revolución industrial. Lo mismo ha ocurrido en Estados Unidos. En estas zonas han quedado centenares de miles de trabajadores sobreviviendo de las ayudas sociales.
Tercero. Son otras zonas las que han vuelto a industrializarse porque han cambiado las tecnologías y los paradigmas de los modelos de negocio. En este caso, es preciso poner como ejemplo Oxford y Cambridge.
En ambas ciudades hay unas universidades que los turistas visitan sus centenarios “colleges”. Son muy importantes, la de Cambridge tiene mas de 100 premios nobeles y la de Oxford, con más de 50.
Sin embargo, el turista no ve las centenares de empresas tecnológicas que se sitúan en los cinturones de estas ciudades donde se desarrolla tecnología punta a nivel mundial.
Las ciudades de Leeds, Liverpool y Birmingham y otras se ha reinventado con otros paradigmas. Siempre desde el pragmatismo. Por ejemplo, se descartó un tren de alta velocidad entre Liverpool y Londres por el coste que haría que no se pudiera viajar. Así, que se ha optado por un tren intermedio más asequible para los clientes.
El sector industrial es uno de los más dificiles de mantener y crear por sus características, por eso necesita de medidas distintas a otros sectores para que se sustente.
Una de las cosas más fáciles es, como el ejemplo de Londres, que se pongan placas en los edificios de las empresas industriales que ha habido allí. Es una manera de mantener en las generaciones el espíritu industrial y crear vocaciones.
En Monzón es de agradecer el Parque de la Azucarera. No sé si hay un panel interpretativo de su historia. En Huesca, se ha mantenido el Matadero, pero no hay panel interpretativo.
Sin embargo, en Huesca, no se ha dejado huella de la Industria Albajar, donde se fabricaron cosechadoras y en cuyas oficinas se sitúa la Policía Local. Sería fácil poner una placa allí.
En Barbastro, se han tirado centros industriales importantes dentro de la ciudad: dos curtidoras de cuero y la cerámica. Tampoco se ha dejado huella de la Estación de Tren.
Todavía en Barbastro quedan algunos edificios industriales como Casa Acín, Casa Palá y la fabrica textil de Artero, entre otros. En ninguno de estos edificios, hay ninguna placa. Lo mismo ocurrirá en otras ciudades de nuestra provincia.
Quisiera acabar, primero, diciendo que esta memoria industrial es necesaria para que las nuevas generaciones lo conozcan y lo acaben grabando en su memoria vital, que es muy importante.
Segundo, que la zona oriental de nuestra provincia (con más de 100 años de regadío) seguirá creciendo en el sector agroalimentaria por su situación, empresas auxiliares e historia.
Tercero, como ocurre en la zona oriental es necesaria una especialización para que se sustente y cree sector industrial que sea competitivo en otras comarcas.

Daniel VALLÉS TURMO

sábado, 13 de junio de 2020

Montañeses montañeros


Mi padre, que era pastor, nunca entendió porque me gustaba ir a la montaña. Siempre me decía que si te cogiera con nieve hasta la rodilla en una sierra con un rebaño de ovejas, lo entendería.
Hace unos días subí a Graus a la ferretería de Gregorio por si tenía ganchos de pastor. Es un gancho que se pone en el palo para coger a las ovejas por la pata cuando es necesario. Era para un regalo.
Me dice que hace días que no hace con su hermano porque no tienen tiempo. La ferretería está en la calle barranco donde cada 29 de setiembre, para San Miguel, “firmaban” los pastores para el año siguiente. Me agradece que me acuerde de ellos. Tenían fama de hacer los mejores ganchos.
Un tío-abuelo de Merli, siempre fue pastor y era aquí donde firmaba como pastor. Sólo pedía un día de fiesta al año fijo para visitar a su hermano que vivía en Calasanz.
Subo por el valle del Isábena, en dirección Merli y bajo a campo por la carretera que va a parar a Campo. Luego subo el puerto de Foradada, viendo toda La Fueva, y bajo hasta Ainsa.
En la cooperativa compro los ganchos de pastor. Me encuentro allí a un compañero de estudios, Jesús Solano, de Casa Castillón de Tierrantona. Vamos a tomar algo a la terraza de Sánchez.
Jesús ha limpiado muchos caminos de Sobrarbe junto a Ángel Cheliz y otras personas, para que puedan ser utilizados por la ciclistas de BTT y los senderistas en la denominada Zona Zero.
Después de tomar el café vamos a la tienda de Ángel. Está acabando de vender una BTT eléctrica de 450 vatios. Me da un mapa que acaban de hacer de Sobrarbe muy bien hecho. Jesús se queda con él.
Subo a Labuerda. Mis primas y muchos vecinos tienen bicicletas BTT. Mientras espero a mi prima, hablo con una persona de la zona que lleva una BTT eléctrica de 500 vatios. Hace mal día y ha hecho un recorrido corto.
Me alegro que los habitantes de Sobrarbe sean los primeros que conozcan y disfruten el entorno tan privilegiado que les rodea. Es la mejor manera para contagiarlo a los turistas.
Voy a comer a Arcusa para ver las ovejas y los perros. Me encantan. Bajo por la carretera hacia Colungo. Esta vacía. Otros años estaría llena de turista franceses y belgas.
En Colungo están cerrados tanto el Mesón como La Olla. Éste último abre el primer fin de semana de junio. Se llena de ciclistas que vienen de Barbastro para almorzar unos huevos fritos con acompañamiento.
Ese fin de semana subo a Alquezar. El bar de la gasolinera está llena de ciclista de Barbastro almorzando. Alquezar todavía permanece cerrado. Cuando me voy, comienzan a poner las primera mesas de los restaurantes de la plaza de la entrada.
Quería ir a misa de una, pero viendo que no hay nada abierto, me acerco a la misa de las 11 en Buera que celebra Mosén Cabrero. Me dice que suba a la torre para que vea como toca la campana que acaban de cambiar el yugo.
La campana es del año 1704. Tuvo suerte de sobrevivir a la guerra civil. El yugo era de quejigo y tenía muchos arreglos, lo que hace suponer que fuera de la misma época que la campana. Está dedicada a San Juan Bautista.
Cuando bajo a Barbastro, tengo que tener cuidado con las decenas de ciclistas que suben y bajan. Es una carretera muy frecuentada por los ciclistas para entrenar y estirar las piernas.
En el Somontano, también hay muchas personas que practican el senderismo y el ciclismo. Como ya he dicho, es la mejor manera de atraer a visitantes para que conozcan nuestro territorio.
Llego lloviendo a Barbastro, pero todavía salen ciclistas. Dejo el coche y veo a quienes regresan con sus bicicletas de BTT recorriendo el hermoso paisaje verde de principios de Junio.
Uno de los principales motivos de éxito del vino del Somontano es que es apreciado por sus vecinos y son sus mejores prescriptores. Lo mismo está sucediendo con el conocimiento de la naturaleza debido a la práctica masiva de senderismo y ciclismo tanto en la tierra baja como en la montaña. Se ha logrado algo que se pensaba era muy dificil, que los montañeses fueran, también, montañeros.

Daniel VALLÉS TURMO

lunes, 8 de junio de 2020

La Nissan que conocí


En el año 1988 haciendo un curso de vela en el puerto de Barcelona descubrí el enorme barco que tenía la Nissan para transportar los coches que fabricaba unos kilómetros más allá.
Un año más tarde, con la universidad, visité la planta de Repsol en Tarragona para conocer en la práctica el curso de automática de procesos continuos que estábamos estudiando.
Impresiona toda la logística de los derivados del petroleo en la transformación, unida a la red de oleoductos que se hicieron para facilitar la logística de distribución por España.
En el año 1990, también con la universidad, fuimos a visitar dos factorías de fabricación de coches con distintos niveles de automatización. La Seat de la zona franca, que se estaba planteando cerrar para hacer la nueva de Martorell.
Y la Opel de Zaragoza que tenía un gran nivel de automatización y robotización, consiguiendo una mayor productividad y calidad como planta de fabricación de automóviles.
En el MBA de Esade, en 1992, visite la factoría de Nissan para que nos explicaran su sistema de calidad. No hemos de olvidar que los sistemas japoneses fueron los primeros que se implantaron con gran eficacia.
En aquel momento fabricaban como coche estrella el Terrano, que era un todoterre no que se adaptaba también a la conducción urbana y de carretera, que tuvo mucha acogida por el mercado.
Era un coche que me gustaba, pero no podía acceder a comprarlo. Así, que me conforme con un Opel Corsa de gasolina de segunda mano de los primeros que se fabricaron en Zaragoza. Lo dejé con medio millón de kilómetros.
Mis tres coches siguientes fueron de combustión diésel, los dos últimos automáticos. En la última adquisición, hacer casi tres años, ya estuve mirando los híbridos, pero eran muy caros.
Supongo que fui de los últimos que compré un coche diésel, porque desde entonces no se ha dejado de demonizarlos por ser muy contaminantes. Ahora parece, que los de gasolina, también lo son.
Se habla de un proceso en 20 años a la producción total de electricidad con energía renovable y el futuro de los coches eléctricos como segmento prioritario, sobre todo en las grandes ciudades.
Este objetivo conlleva una serie de infraestructuras nuevas para que sea posible. Por un lado las pilas y depósitos de hidrógeno para almacenar la electricidad renovable que no se pueda vender en el momento.
También, la creación de un sistema de carga de las baterías de los automóviles en toda la geografía española. Y, no menos importante, la reducción del precio de los coches para que puedan comprarse.
Ello unido a un cambio en el modelo de negocio del transporte, tanto en la posesión como en el uso. Cada vez, se anima más a fórmulas de renting con condiciones muy variables y al pago por uso.
Las nuevas generaciones y las empresas son las más partidarias de este nuevo modelo de negocio. Por tanto, es seguro que llegaremos a este objetivo. Otra cosa, es si se cumplirán los plazos previstos.
Siempre he dicho, que los humanos somos muy malos haciendo previsiones. Recuerdo leer en los libros de texto de 1979, que el petroleo se agotaría en 30 años. Si se hubiera cumplido, ya llevaríamos 10 años sin su existencia.
Lo que si es cierto es que las estrategias en el modelo de negocio de transporte están cambiando muy rápidamente. El cierre de la factoría de Nissan es debido al mismo.
Por una parte, cada vez hay menos fabricantes, pero con muchas marcas y, por otro lado, los países innovadores de Asia llevan muchos años investigando y patentando materiales y sistemas de pilas.
La innovación básica, luego aplicable, cada vez es más dificultosa si no se hace en grandes empresas o de forma colaborativa a través de otras empresas especializadas en la fabricación de los distintos componentes.
Lo estamos viendo ahora con los más de 120 proyectos de vacunas para el COVID 19. España sólo puede estar en la fase de experimentación por su capacidad, luego tendría que colaborar con otros en las fases de prueba y producción.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Alto Aragón el 14 de junio de 2020

domingo, 31 de mayo de 2020

No es una guerra


Al comienzo de esta pandemia que dicen vamos “venciendo”, se nos puso el ejemplo que estábamos luchando contra un virus como si fuera una guerra. Pero, esto no es una guerra, ni la salida económica es la de una posguerra. No nos equivoquemos.
En nuestra guerra civil, algún tendero jubilado, me comentó como se arruinaron los comercios por el impago de los “vales de los comités revolucionarios” y, después, el cambio de moneda. Eso no ha pasado.
Hubo una falta de alimentos, sobre todo en las ciudades, y las consecuentes “cartillas de racionamiento” para poder acceder a un mínimo de comida. Eso no ha pasado.
Esta realidad animó un mercado paralelo de alimentos y otros productos que se llamó “el estraperlo”. Por la noche se iba a moler al molino, en luna llena se llevaba lana a Andorra y en las casas se cosían prendas. Eso no ha pasado
Este “estraperlo” en las grandes ciudades conllevó un sistema generalizado de corrupción. En un restaurante de la “La Panadella”, antes de subir el puerto del Bruc para ir a Barcelona, había que dejar 5 pesetas en la barra para que no te asaltaran el camión en una subida donde los vehículos iban muy despacio y era posible robar la mercancía aunque estuvieran en marcha.
Lo mismo ocurría con los medios de transporte para que “se hiciera la vista gorda” a quienes iban a las grandes ciudades a vender alimentos producidos en los pueblos. Eso no ha pasado.
El plan de desarrollo de los años 60 hace que España vaya desarrollando un tejido industrial, con la consecuente despoblación de los pueblos, que hace que se olvide el racionamiento. Pero todavía quedaba el recuerdo de ese “estraperlo”.
Así, en los años 70 se puso de moda la “tricotadora” (para tejer prendas de lana) que se proporcionaban a las empresas textiles. Mucha gente lo hacía desde casa. Recuerdo un establecimiento de Barbastro, que cuando no tenía clientela, estaba en la parte trasera tricotando.
Recuerdo, a final de los años 80, cuando la industria textil de Terrassa estaba agonizando, como veía personas que entraban y salían con bolsas a las naves, para coser en casa.
A comienzo de los años 90 vivía en un antigua casa de la Gran Vía de Barcelona, donde en la terraza todavía quedaban los gallineros que tenían los antiguos inquilinos. Algo muy normal durante la posguerra.
Nos ha quedado algo del espíritu de la economía sumergida (el 18% de Producto Interior Bruto), que se ha visto sus consecuencias sociales durante esta crisis económica derivada de la pandemia a sus trabajadores, al no estar bajo el cobijo de ayudas sociales.
Esta economía que no tributa supone 100.000 millones de euros anuales. Ya se han ido tomando medidas, como el pago bancario a partir de una cantidad y la desaparición progresiva de los billetes de 500 euros.
Supongo que con el tiempo, se irán tomando medidas para reducirlo a niveles de la media de los países de la Unión Europea. Es una de las tareas más importantes a realizar.
Desde los años 80 se viene hablando de “cambio de modelo económico”. Ya son 40 años. Sí que ha habido algunos progresos, pero no se ha mejorado mucho en tener un ecosistema de empresas con mayor tamaño con posibilidad de investigar y desarrollar en un mundo globalizado.
Las empresas “bandera” españolas tienen un tamaño que les permite esta capacidad de liderazgo en un mundo globalizado. Esta es otra de las tareas pendientes.
Estas empresas son “tractoras” de muchas pequeñas empresas tanto como proveedoras, como iniciativas de innovación. Además, saben “moverse” en el comercio internacional.
Por cierto, esta capacidad de alguna de estas empresas, ha posibilitado el abastecernos de material sanitario necesario durante la pandemia, que es de agradecer.
Sí que hay una “guerra” comercial y tecnológica, cada vez más abierta, en un cambio de los bloques tradicionales. Pero esto no está en nuestro círculo de incumbencia. Esperemos que la Unión Europea sepa jugar su cartas.

Daniel VALLÉS TURMO

sábado, 23 de mayo de 2020

Lo inevitable


Hay una ruta muy sencilla, pero muy bonita que aconsejo hacer en la Sierra de Guara. Es la visita de las presas de Belsué y Cienfuens. La primera se construyó en el año 1918.
El embalse de Belsué fue un fracaso porque el agua se filtraba por las dolinas y no se llenaba. Por eso se construyó otra presa dos kilómetros aguas abajo del río Flumen para retener el agua, pero también el agua se filtraba.
En el año 1995 se comienzan las obras del embalse de Montearagón para retener el agua de este río. Tras su puesta en marcha, todavía no se ha llegado a llenar. Esperemos que no sea por fugas. Se había pensado que se llenara con un canal desde el embalse de Biscarrués, pero parece que no se hará por la construcción del embalse de Almudevar.
Un embalse muy famoso, el de Canelles, que en su inauguración en 1959 fue la presa más alta de Europa no se ha podido llenar tampoco por las filtraciones. Se han realizado obras de contención de las fugas con kilómetros de galerías en años posteriores. Esta presa se hizo con fines de creación de electricidad en una época que el país tenía necesidad ante el comienzo de la industrialización.
Vale la pena visitar la presa. Se construyó en un tiempo récord llegando a trabajar hasta 2.800 trabajadores. En su entorno se encuentra la llamada “muralla china” con una ermita encima.
Aguas abajo se construyó la presa de Santa Ana para retener el agua que se perdía de este embalse. Este embalse es de uso hidroeléctrico y regadío. Se inauguró en el año 1961.
Es un gran pulmón del Canal de Aragón y Cataluña, una vez que el embalse Joaquín Costa (1931) cada vez tiene menos capacidad de almacenamiento debido a la colmatación por los sedimentos que arrastra los ríos Ésera e Isábena.
Son algunos ejemplos de proyectos de ingeniería que no han colmado las expectativas por elementos “inevitables”. A pesar de hacer mejoras, se ha seguido sin lograr su objetivo inicial.
En algún caso, el embalse de Belsué, estamos hablando ya de 100 años desde su construcción. Por eso, por el paso del tiempo, no es más fácil ver de una forma objetiva lo ocurrido.
Ahora nos encontramos con otro caso inevitable, la pandemia del Covid 19, que está afectando a nuestra salud, modo de vida y tejido económico de una forma drástica y no planificada.
No es momento para hacer autopsias de lo sucedido y posiblemente, como ya hemos puesto ejemplos anteriormente, algunas medidas que se están tomando no tendrán la eficacia buscada inicialmente.
También tenemos que distinguir entre lo macro y lo micro. Las estrategias en ambos ámbitos no tienen porque ser iguales. “Más sabe el tonto en su casa, que el listo en la ajena”, dice el refrán. En este caso hablaríamos de conocer la situación en que se encuentra cada empresa.
Otro elemento es la actitud. “En tiempos de tribulación, no hacer mudanza”. Frase de San Ignacio de Loyola que llama a la prudencia en lo tiempos convulsos para no precipitarnos.
Enfrente, la frase de Albert Einstein. “… la crisis trae progreso, La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura”. El genio hace un llamamiento a hacer las cosas de forma diferente.
Mi consejo, que lo he repetido siempre, es estar pendiente a lo que están haciendo los demás (no únicamente en nuestro país) para copiar en nuestro negocio las mejores prácticas y adaptarlas a nuestro entorno.
Sería una mezcla de las actitudes que aconsejan San Ignacio de Loyola y Albert Einstein. No movernos rápidamente, pero si estar alerta. Hacer cosas nuevas copiando las mejores prácticas.
Si hacemos la ruta que aconsejo al inicio. Nos encontraremos dos pueblos: Belsué y Lusera. Belsué está construyendo nuevas viviendas porque la carretera pasa a su lado y la autovía lo ha puesto muy a mano.
En el desvío de Lusera, que está en un alto, surge la ruta hacia las presas mencionadas. El acceso a esta población se hace por una pista de 2 kilómetros y apenas nos encontramos alguna casa habitada, sobre todo en época vacacional. En este caso, lo evitable, que no inevitable, son las infraestructuras.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragón el 24 de mayo de 2020

sábado, 16 de mayo de 2020

Hacia adelante


Primer día de apertura de las terrazas de los bares. Me tomo un café con leche y una pasta en el bar López de Graus. Hay 10 mesas y ya pronto por la mañana ya hay varias de ellas ocupadas.
Se acerca otro hostelero para comentar temas de normativa. Se despiden diciendo que “hay que ir hacia adelante”. Luego, pasa la autoridad competente y le dice al dueño del establecimiento que aún podría poner otra mesa más. Le comento que me alegra que piense en el bien del negocio.
Han bajado ya vecinos de los pueblos para comprar en las tiendas. Delante mío hay una persona que ha venido de Cajigar. Un pueblo encima de la Puebla de Roda. Le pregunto si conoció abierta la mina de antracita que se explotó allí. Estamos un rato hablando.
Cuando cojo el coche me acuerdo que donde he estado desayunando estuvo en la primeras decenas del siglo XX el Mesón López que llevaba el servicio de correo y postas (cambio de caballerías) entre Barbastro y Benasque.
Mi abuela María trabajaba en el Mesón de Argoné (entre Campo y Seira) hasta donde llegaban los carros desde Graus y comenzaba el camino para ir en caballería hasta Benasque.
Allí conoció a mi abuelo Antonio que estaba trabajando en las obras de la central de Seira. Se casaron en el año 1918 y se fueron a trabajar a las minas de Parzán. Hacia ese valle me dirijo para visitar a un familiar. Graus siempre ha sido una población emprendedora.
Las carreteras están casi vacías por el confinamiento y el cierre de la frontera con Francia. Otros años en este mes, te encontrabas muchos turistas franceses y del norte de Europa.
En Ainsa encuentro 3 terrazas abiertas. Una de ellas está llena de jóvenes de la comarca que se han juntado para verse. Se siente la alegría que transmiten los anuncios de marcas de cerveza.
Los hoteles están cerrados. No saben exactamente cuando van a abrir. Posiblemente en la tercera fase, que es cuando podrán venir personas de otras provincias. Mientras están haciendo reformas.
Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) les está sirviendo de ayuda porque tienen un margen de maniobra. Pero, hay mucha incertidumbre por la normativa a aplicar, la rentabilidad y si habrá demanda.
Con la normativa actual, los montañeros de la provincia de Huesca no podemos salir de nuestro municipio a practicar este deporte hasta el 22 de junio. Es una pena, porque hay más de 10 mil personas que pertenecen a clubes de montaña que podrían dar actividad a los establecimientos de restauración.
Para evitar los accidentes, se podría restringir únicamente la actividad a determinados senderos balizados. Lo mismo con los ciclistas, tanto de montaña como de carretera, poniendo unos trazados seguros.
Comentamos el tema con un montañero de Ainsa. Tiene suerte porque el municipio es muy grande y se puede hacer mucha actividad deportiva de senderismo y de ciclismo.
Le pregunto por los senderos y me dice que están cubiertos de hierba. Va por ellos porque sabe que están allí, pero no se ven. Por eso mismo sería interesante que pudieran recorrer esos senderos los oscenses antes que vengan en masa de otras provincias en el mes de Julio. De esta forma se podría ver los comportamientos que son de riesgo con una población delimitada.
Bajo hacia el Somontano. En todo el recorrido me he encontrado obras en la carretera por desprendimientos por las lluvias pasadas. Hay que tener cuidado con las piedras que te vas encontrando en la calzada que se desprenden de las laderas.
De noche, no sólo se tiene que sortear las piedras, sino también estar pendiente de los animales que pueden cruzar la calzada. Entre ellos, tejones, jabalíes y corzos, que por su tamaño pueden provocar un accidente.
Estos hechos son normales porque nos encontramos en un entorno natural con muy baja densidad de población, 3,5 habitantes por kilómetro cuadrado en la comarca de Sobrarbe. Por ejemplo, la Hoya de Huesca tiene una densidad de 27.
Precisamente, es la necesidad de población visitante la que facilita que se mantengan tanto las infraestructuras para vehículos, como los caminos y senderos de montaña.

Daniel VALLÉS TURMO

sábado, 9 de mayo de 2020

Todo irá bien


Octava semana de confinamiento. Primer lunes de la fase 0. El comercio ya puede abrir con cita previa. Por la calle no veo ningún establecimiento abierto de los que pueden abrir. La ciudad parece desierta salvo por los pocos paseantes.
Los carteles de las pareces se han parado en la primera semana del mes de marzo. Durante dos meses han quedado allí, como si se hubiera parado el tiempo. Tampoco se publican las esquelas desde entonces.
Sin embargo, en los balcones y ventanas vemos muchas pancartas donde se dibuja un arco iris con la frase “todo irá bien”. Resulta chocante la paralización a nivel de calle y la esperanza en los pisos.
El domingo anterior a este lunes veo a un amigo que está en su almacén cargando mercancía. Le comentó que si va a abrir el lunes. Me dice que se va a esperar a la fase 1 donde ya no es necesaria la cita previa.
Por lo que he visto, muchos han tomado esta decisión y esta semana están preparando la mercancía y el establecimiento para volver a “abrir la persiana” tras dos meses.
Esperemos que “todo irá bien” y poco a poco se vaya restableciendo la confianza por ambas partes, los comerciantes y los clientes. A ver si desciende la “esperanza” a la calle.
La restauración y los bares tendrán que esperar un poco más o que se cambien las normativas para que sea viable el sector. Igualmente, se tendrá que restablecer la confianza con los clientes.
En la comarcas turísticas de norte de nuestra provincia, se está esperando a la fase en que puedan venir de otras provincias a las segundas residencias y a los hoteles para “volver a empezar”.
Todavía más tarde, aunque muy necesario, es que se pueda abrir la frontera con nuestro país vecino de donde proceden muchos visitantes durante todas las épocas del año.
Sobrarbe ha quedado penalizado con la decisión de nuestro vecino país de cerrar el túnel. Ya no pasan los camiones que podrían dar vida a algunos establecimientos de restauración. La carretera está desoladora.
Nos han robado “mitad primavera”. El sábado 2 de mayo las pistas estaban llenas de ciclistas y senderistas volviendo a retomar el contacto con la naturaleza que no ha parado. Un indicador de que “todo irá bien”.
Si tomabas una senda era casi impracticable por el metro de vegetación que la cubría. Las señales apenas se podían ver porque estaban cubiertas por la misma vegetación.
La sabia de las plantas no habían parado estos meses, ni la vida de los pájaros cuyo trinar ensordece la brisa del amanecer. Ni los agricultores habían dejado de cuidar los campos.
El perro blanco de la granja que siempre me ladraba cuando pasaba, lo cojo dormido junto a la puerta de la valla. Lo despierto y su ladrido está afónico ya desacostumbrado a ver paseantes y ciclistas.
Algo así nos va a pasar. Volver a acostumbrarnos a los hábitos e incorporar otros nuevos. Pero “todo irá bien” porque la vitalidad de nuestra especie pronto superará los miedos que ahora vemos.
Llego a la cruz del camino de Remillón por donde pasa el camino al monasterio de El Pueyo tan transitado durante el mes de abril. Está rodeada de vegetación. Ninguna persona se ha sentado en sus escalones.
Posiblemente, habrá negocios que no vuelvan a abrir o que tengan que cerrar. No “todo irá bien”. A veces, las “manos invisibles” de mercado hacen que sea imposible la viabilidad económica.
Igual que este año los aviones (parecidos a las golondrinas) apenas los veo en mi calle porque no hay insectos voladores. Supongo que la continua desinfección de las calles habrá afectado a que no los haya.
Otros años había cientos. Posiblemente abandonarán los nidos y se irán a otra parte donde tengan alimentación para criar a la nueva generación. No es que no les guste la calle, es que no pueden vivir.
Espero que vengan el próximo año con su estruendoso ruido cuando vuelan en grupo buscando la comida, que hace que la naturaleza entre en la ciudad. De la misma forma espero que podamos ir revitalizando las calles y sus negocios.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragon el 10 de mayo de 2020

domingo, 3 de mayo de 2020

La dignidad nos une


Mi padre dejó el pueblo en 1961 para bajar a Barbastro. Alquiló un piso que únicamente tenía una cocina económica (de leña) y un balcón que daba al río Vero. Las habitaciones eran alcobas. Allí nací yo.
A mi padre le parecería bien. En su casa natal tenían un hogar de leña rodeada de una cadiera donde cocinaban, comían y hacían vida social con los vecinos de las casas próximas.
Fue una década donde Barbastro aumentó mucho la población con las personas que bajaron de la montaña y quienes vinieron de fuera para trabajar en las obras de El Grado.
Hoy, 60 años más tarde, no creo que existan ya ese tipo de vivienda que era normal para la época, pero sí nos encontramos muchos pisos del casco antiguo y viviendas “sindicales” donde viven muchos trabajadores que ahorran para enviar dinero a sus familias.
Eso no ocurre únicamente en España. Es habitual en muchos países. Con el Coronavirus tiene el problema de poder ser espacios donde se produzcan brotes. Este es el caso de Singapur, que ya pensaba lo había controlado.
Pero, igualmente ocurre en nuestra propia provincia en lugares donde se han concentrado muchos trabajadores en alguna factoría con cientos de operarios que comparten espacios comunes.
En algunos países, como Australia, se controla que este hacinamiento no se produzca por las consecuencias que, como se ha comentado, pueden tener para toda la sociedad. Es un aprendizaje histórico.
Así, aunque sea por nuestro propio interés es necesario que todas la personas vivan en viviendas dignas. Ésto nos tiene que unir a todos. La Responsabilidad Social de empresas y organismos debería propiciar que así fuera.
Desgraciadamente en nuestro país no ha habido una sensibilidad como en Australia para no dejar que haya una habitabilidad que nos permita una vida higiénica y digna a la vez.
Esta pandemia que nos está tocando vivir no ha distinguido entre clases sociales y todos tenemos conocidos que la han contraído con menor o mayor gravedad. La dignidad del trato de la sanidad pública para todos, también, nos une.
En nuestro país es muy cara la vivienda por distintos factores: la propiedad del suelo, el apenas uso de módulos prefabricados y por la escasa utilización de materiales que son más económicos.
Estamos acostumbrados a ver como en China construyen un edificio de cientos de viviendas en una semana y en Estados Unidos al uso habitual de casas prefabricadas de madera en el ámbito no urbano.
En Barbastro nació uno de los higienistas pediátricos pioneros que hace un siglo hizo que ya no murieran tantos niños al nacer o en su primeros meses de vida. Era normal que una familia tuviera 10 hijos con 3 ó 4 muertos siendo niños.
Esta pandemia, una vez que se haya hecho su análisis, harán que cambien muchas cosas tanto en el ámbito laboral como personal para favorecer entornos más higiénicos y, por ello, dignos.
Pero, como decía ya Adam Smith en el siglo XVIII, no tanto por el interés de la sociedad, sino por el personal. Hasta ahora la globalización únicamente nos había traído muchos beneficios.
Ahora estamos viendo más claramente las amenazas de esa globalización en el empleo, en la autosuficiencia, en la salud y en el cambio de los bloques tradicionales geoestratégicos.
Ya estaba en el ambiente el relato del “cambio climático” que hablaba de un mundo inhabitable para las próximas generaciones. Pero, esta pandemia (con el número de muertos) nos ha hecho ver las orejas al lobo.
Ambos relatos llaman a la solidaridad intergeneracional e internacional. Ojalá este discurso no se vaya diluyendo con el tiempo una vez que tengamos la vacuna y volvamos a la vida tradicional.
Ojalá, veamos la dignidad humana como una obligación social unida a la propia actividad personal y laboral, porque también puede ser un motor económico en sí por las inversiones que suponen.
Ahora la dignidad está en el cuidado de cada enfermo que se está tratando en los hospitales.

Daniel VALLÉS TURMO