sábado, 29 de febrero de 2020

Fragilidad

Pacientes frágiles” es un término que se está asentando en el ámbito de la salud para calificar a aquellas personas que requieren de una especial atención por sus circunstancias.
En el ámbito laboral se habla de “precariedad”, como consecuencia de distintos factores, entre ellos la reforma laboral que ha rebajado mucho los derechos adquiridos por los trabajadores.
En el sentido empresarial podríamos referirnos a “vulnerabilidad” de los sectores a los que les afectan de una manera especial los cambios que se están dando en la conducta del consumidor, las nuevas tecnologías y la globalización.
Si lo aplicamos a países, la palabra sería, “fallidos”. Hay algunos, especialmente en países pobres o en guerra, que actualmente están pagando la deuda soberana con el 40% de su presupuesto con intereses anuales al 9%.
Una endiablada especulación financiera de la que difícilmente se puede salir.  Además, en algunos casos, el pago se realiza con materias primas, lo que conlleva más empobrecimiento y, como consecuencia, el control del mercado por oligopolios que controlan los precios.
En el otro lado de la balanza, hay productos financieros que ganan cuando los mercados o esos países van mal. Y quienes los compran, están contentos de que ganan dinero.
Evidentemente, cuando se los venden, no se lo explican con la crudeza que lo he descrito anteriormente. La comunicación ha devenido publicidad y ésta, propaganda sin más, que limpia la realidad y modela nuestra subjetividad.
Como ejemplo, en la reciente cumbre de Madrid sobre el Cambio Climático, las empresas que más contaminan fueron las que más publicidad y patrocinio hicieron con el mensaje de sostenibilidad.
Ya adelantaba el escritor Aldous Huxley en su novela distópica “Un mundo feliz” este manejo de la subjetividad personal con la programación a través de la propaganda y el entretenimiento. No sé equivoco.
No hay soluciones fáciles para todos los actores citados, pero es necesario actuar. Así, el periódico británico The Guardian, para mantener la coherencia (a pesar de las pérdidas a corto plazo), no va admitir la publicidad de algunas de estas empresas petrolíferas.
La gobernabilidad política está “condicionada” por tener que mostrar resultados a corto plazo para las siguientes elecciones, atendiendo a los “caladeros” de votantes más propicios.
Por esta razón, el éxito de la plataforma ciudadana “Teruel Existe” en la últimas elecciones nacionales ante el continuo incumplimiento de las promesas electorales para atender la provincia.
Un ejemplo claro de esta “fragilidad” generalizada sería un vaso de vidrio. Todos hemos sido testigo del estropicio que ocurre cuando se rompe en cientos de trozos que se esparcen por todas las partes.
Todos hemos oído el refrán: “Tanto va el cantero a la fuente, que acaba rompiéndose”. Nuestros antepasados, para evitar que eso ocurriera por un golpe fortuito, reforzaban la cerámica con una red de cuerda o alambre.
No nos podemos quedar “mirando el dedo”, la debilidad, sino actuar para reforzar nuestros puntos fuertes como empresa de una forma continua, prudente y midiendo los resultados para “luchar contra molinos y no contra gigantes”.
Tenemos que ser conscientes que nuestro cerebro está predispuesto para prestar más atención a aquello que nos puede afectar negativamente. Es muy importante considerar esta desviación natural, al igual que los velocímetros de nuestros coches marcan unos kilómetros de menos para nuestra propia seguridad.
Ahora que llevamos navegadores GPS en el automóvil, sabemos la velocidad real a la que vamos. Posiblemente, dentro de poco los coches ya marquen la velocidad real porque ya no tiene sentido esta distorsión.
En la empresa ocurre lo mismo, actualmente hay un mensaje de fondo negativo en los mercados desde hace muchos años, que acaba haciendo que el consumidor coja miedo.
Lo hemos visto de forma palpable en el decremento de la compra de vehículos al poner los gobernantes dudas sobre el coche que debemos comprar para no vernos penalizados.

Daniel VALLÉS TURMO

sábado, 22 de febrero de 2020

Yo tenía un hotel

“Yo tenía una granja en África a los pies de las colinas...” Así comienza la película “Memorias de África”. Pero, quiero cambiar la frase: “Yo tenía un hotel a las orillas de un río ...”.
Existe, La Casa del Río en el Valle de Benasque, regentado por Chema y Marta. Hace poco escuché a Carlos Barrabés en el programa “Ser aventureros” que buscaban traspasarlo por motivos personales.
Visité el hotel en el año 2013 para traer a Chema a una mesa redonda sobre el uso del Facebook en la empresa. Entonces tenían 30 mil seguidores. Hoy, ya están cerca de los 60 mil.
Antes, en el 2006, fueron pioneros en el uso de “Adwords” (el sistema de publicidad de Google), pero vieron como se iba saturando poco a poco, siendo no tan rentable, por lo que se pasaron a Facebook.
Actualmente Facebook también está saturándose y la publicidad ya no es tan rentable como lo era hace 7 años cuando valía la pena invertir porque se tenía un retorno muy interesante.
Han sido una pareja que continuamente se han reinventado para atraer nuevos clientes. La Casa del Río es un pequeño hotel vocacional con un trato muy próximo con el cliente.
Marta y Romain también podrán decir dentro de muchos años (ya que son muy jóvenes): “Yo tenía un hotel en Tierra Buxo a los pies del Asba ...” Empezaron con un pequeño hotel de 5 habitaciones en el año 2018 en Arcusa.
En un altiplano maravilloso con el Monte Perdido como fondo y con todas las posibilidades que da el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. El paisaje desde el hotel te invita a quedarte.
Es un concepto distinto al primer hotel mencionado, pero ambos comparten dos aspectos que deben cuidar mucho: el trato al cliente y la capacidad para atraer huéspedes.
También comparten que son muy inquietos y que están continuamente adaptándose a las necesidades que ven que solicita el mercado. Dado que se encuentran en un medio rural, Internet es fundamental para comunicarse.
En ambos casos, tienen una capacidad gerencial excelente para los nuevos paradigmas de modelos de negocio en un mundo digitalizado. Es algo que tenía claro que debían hacer las empresas, que los gerentes conocieran la disrupción que está ocurriendo en el ámbito empresarial.
Lo sabía desde la experiencia desde 2012 con mi blog Caminos de Barbastro, un proyecto emprendedor sin ánimo de lucro, que me llevo en el 2014 a que una publicación en una conocida red social empresarial estuviera entre las 25 más vistas del mundo en lengua castellana.
Ahora, creo necesaria esta visión estratégica gerencial, pero veo más necesario (como ya está ocurriendo) un cambio profundo en la legislación mercantil, si queremos que se mantenga el contrato social del estandar europeo.
Estamos viendo de forma continua una guerra tecnológica entre las grandes potencias e, igualmente, un oligopolio de las empresas tecnológicas multinacionales, cada vez con más poder de influencia.
Dada la rápida velocidad con lo que están sucediendo los cambios, los usuarios tampoco somos conscientes hacia donde vamos, de aquí la necesidad de una regulación.
En nuestra economía, tenemos sectores muy regulados. Lo podemos ver si queremos montar una granja porcina, Pero, si hablamos de lo que popularmente se llaman “granjas de ordenadores”, aquí hay mucha menos regulación. Es un ejemplo.
En la época de las “vacas gordas” de las instalaciones energéticas renovables (por las grandes primas que existían), se hablaba de “huertos solares” como una alternativa a los agricultores.
Habitualmente las “granjas de ordenadores” se ponen en lugares de climatología fría. Por ello, (lo digo sin tener información suficiente) el Pirineo podría ser un lugar adecuado para este tipo de “granjas” en el futuro.
Igual dentro de 100 años, podrán nuestros descendientes ver una película que comience diciendo: “Yo tuve una granja en Huesca a los pies de los Pirineos ...” No lo sé. De momento es el sector turístico el que está creciendo en el Pirineo. Les deseo mucha suerte a los dos hoteles que he citado.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragon el 23 de febrero de 2020

sábado, 15 de febrero de 2020

Canfranero turístico

El tren a Canfranc sale a diario a las 9:56 de Huesca, viniendo de Zaragoza donde parte a las 8:43, y llegando a destino hacia las 12;30. Cuesta 18 euros ida y vuelta. Desde Zaragoza son 188 kilómetros de recorrido. Unos 120 desde Huesca.

Es un recorrido histórico turístico que aconsejo hacer. El tren llegó a Jaca en 1893, pero el túnel no se inauguró hasta 1928. El tren llega lleno de Zaragoza, pero apenas subimos 8 personas en Huesca.

Desde que se hizo la nueva vía del AVE, el tren entra en Huesca y vuelve a salir para seguir hacia el Pirineo por la plataforma de PLHUS que se hizo para que se asentaran las dos harineras que había en Huesca, que nunca lo han hecho. Antes seguía recto. La realidad es que una harinera ha vendido su actividad a otra empresa y la otra se ha ido a otra localidad, sin utilizar el servicio ferroviario.

El tren va despacio por la Hoya de Huesca porque es necesario cambiar las vías. De Huesca a Zaragoza va a 120 kilómetros por hora y lo podría hacer en todo el itinerario, con la renovación de vías. El paisaje es muy bonito con Guara de telón de fondo. En Ayerbe se paran unos viajeros.

Luego no encontramos una de las zonas más bonitas del recorrido. Los mallos de Riglos y los mallos de Agüero enfrente. Seguidamente la central hidroeléctrica de La Peña que nace en el embalse de la Peña. En el recorrido junto al río Gallego veremos más saltos más adelante.

Pasamos varios pueblos junto al río Gállego: La Peña, Garoneta, Anzánigo, Caldearenas, Lastras y Barangua. Llegamos a Sabiñanigo a las 11:42 y a Jaca a las 11:59.

A partir de aquí, el tramo se complica por la subida de altura. Se tuvo que hacer una gran plantación de pinos para evitar los aludes. También hay muchos túneles y varios acueductos. Uno de los acueductos es muy bonito. Hay una pendiente máxima cercana al 20%.

Por ello el tren va a 50 por hora. Lo que nos permite tener una perspectiva de los pueblos junto a la carretera que quedan por debajo, a la vez que disfrutar del paisaje. Llegamos a Canfranc a las 12:34.

Una vez aquí, disfrutamos de esta magnífica estación internacional de 241 metros de largo porque tenían que estar en la vía principal el tren que venía de Francia y el  de España. La encuentro en restauración.

Se puede visitar (previa inscripción y pago de 4 euros) el espléndido vestíbulo y el paso subterráneo. Nos podemos acercar a la entrada sur de túnel de casi 8 kilómetros. La parte francesa estaba electrificada porque había que subir rampas de hasta el 43%.

La estación se inauguró el 18 de julio de 1928. Las guerras civil y mundial mandaron su vida y decadencia. Durante la segunda guerra mundial vivió un tiempo de esplendor debido a la destrucción de los paso de Irún y Port Bou.

Tras la guerra civil, el paso estuvo cerrado 4 años por el aislamiento de España. Volvió a la actividad en 1949, pero no pudo competir con los pasos de ambos lados del Pirineo por la altura (que congelaba los alimentos), la mala gestión aduanera y la falta de un sistema para cambiar los distinto anchos de vía español y francés. Además, se siguió con trenes de vapor hasta el final de la década de los 60 del siglo XX. Algunos achacan estos problemas a la Compañía del Norte que gestionaba esta línea.

La estación dejó de ser internacional el 27 de marzo de 1970 (hace 50 años) cuando hubo un descarrilamiento en la parte francesa. Volvemos a Huesca en el tren de las 17:53 que llega a las 20:33 con 10 pasajeros. En Huesca únicamente bajo yo.

Aconsejo hacer este recorrido espectacular. Si creo que debería haber un cartel en las principales estaciones sobre su existencia (muchas personas creen que no funciona por las continuas noticias en los medios de comunicación de incidencias) y dar un folleto interpretativo del recorrido. Con estas medidas, se lograrían más viajeros hasta que lleguen proyectos más ambiciosos.

La mejora de las vías irá mejorando el tiempo de velocidad en el llano, manteniendo los 120 kilómetros por hora y reduciendo el tiempo del recorrido, haciéndolo más atractivo.

No hay que esperar a que esté finalizada la restauración de la Estación Internacional. Ya se pueden tomar medidas para que sea utilizado el Canfranero como atractivo turístico de nuestra provincia. Con muy poco presupuesto se puede conseguir.

Puedes ver el viaje en:
http://caminosdebarbastro.blogspot.com/2020/02/huesca-canfranc-en-tren.html?m=1

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragon el 16 de febrero de 2020

sábado, 8 de febrero de 2020

Pueblos más bonitos

Ainsa, Alquézar, Ansó y Roda de Isábena son las cuatro poblaciones que pertenecen a la asociación de los pueblos más bonitos de España. Roda es la última en entrar en la lista.
Sin duda, esta marca supone un elemento de marketing turístico para atraer visitantes. El objetivo de este artículo es analizar las estrategias que están desarrollando cada uno de estos municipios que, igualmente, sirve para otras poblaciones.
Ansó es un pueblo con un reconocimiento muy ancestral por el mantenimiento de sus tradiciones. De lo más relevante, son el mantenimiento de las vestimentas centenarias.
Como infraestructuras turísticas tiene una decena de casas de turismo rural y varios restaurantes. Carece de grande hoteles. Por lo que su crecimiento es orgánico y en consonancia con su casco histórico.
Como punto fuerte tiene la cercanía a Navarra y País Vasco que son un mercado fiel y de alto poder adquisitivo. Además, de estar cerca de la atracción de las pistas de esquí de Jacetania y Serrablo.
Ainsa es una población que se divide en dos barrios. El casco histórico y las carreteras. Es paso para el Parque Nacional de Ordesa y para el túnel de Bielsa hacia Francia. Es la población con más habitantes.
Tiene la asignatura pendiente de hacer una variante para evitar los atascos kilométricos en Agosto, que no se ha realizado por el temor a perjudicar los negocios de la carretera.
Creo que esa variante por el barranco de Forcaz es necesaria para permitir el transito natural por el Sobrarbe. Unos buenos aparcamientos pueden ayudar a reducir los temores comerciales y hacer más agradable a los visitantes el barrio de la carretera.
Alquézar está situada en un lugar privilegiado por su paisaje y la posibilidad de realizar, muy cerca, actividades de senderismo y barranquismo. El casco histórico se ha restaurado mucho.
También, se ha mejorado mucho el aparcamiento y las comunicaciones, sobre todo con Barbastro. Por lo que es capaz de asimilar miles de visitantes diariamente en temporada alta.
Creo que debe cuidar la creación de algunas instalaciones para el turismo que han tenido gran contestación por colectivos cercanos del ámbito montañero y ecologista. Es uno de los aspectos que tiene que considerar seriamente para mantener un crecimiento sostenible.
Roda de Isábena tiene una gran belleza paisajista y monumental, pero apenas tiene infraestructura turística. Se sitúa en el Valle de Isábena, muy castigado por la despoblación y el envejecimiento de la población.
Es la población y valle que requiere de mayores actuaciones por parte de los organismos públicos y eclesiasticos. Es necesaria una programación los fines de semana y periodos vacacionales de la apertura guiada de sus monumentos. No hay escusas para que algunas iglesias emblemáticas no se puedan visitar.
Es uno de los valles más frágiles en despoblamiento y necesita de acciones extraordinarias para facilitar el asentamiento viable de población joven para mantenerlo vivo.
No hablo desde la teoría. Salvo Ansó, que apenas lo conozco, el resto de las poblaciones las conozco profundamente tras la realización de guías gratuitas de senderismo en su en torno tras muchos años de recorrer el territorio donde están asentadas.
No sólo tenemos algunos de los pueblos más bonitos de España, sino una de las provincias más bonitas de España paisajista, monumental y gastronómicamente. En apenas 100 kilómetros (una hora apenas) pasamos de una paisaje de alta montaña a otro desértico.
Este artículo no tiene la pretensión de hacer de “pepito grillo”, sino de explicitar con claridad lo que mucha gente piensa. Tampoco supone la crítica a ninguno de sus ayuntamientos.
Reinventarse no es fácil y no está exento de errores, pero es necesario que haya una visión de futuro. Y este futuro pasa por la sostenibilidad y el repoblamiento de nuestra provincia.

Daniel VALLÉS TURMO

Publicado en Diario del Altoaragon el 9 de febrero de 2020.

domingo, 2 de febrero de 2020

La banalidad tecnológica

Ya en 1987, Tom Wolfe en su novela “La hoguera de las vanidades”, describía el mundo de los adinerados ejecutivos de Nueva York, y nos dejaba ver sus consecuencias, la crisis financiera del 2007.
Tras esta crisis ha habido recientes películas que nos han explicado cómo ocurrió. Sin embargo, poco se ha hablado de las empresas tecnológicas, salvo cuando la competencia ha querido hacer daño a otra. Se las ve como la salvación al sistema actual.
“Silicon Valley” (el lugar donde se asientan las más poderosas empresas tecnológicas) se ha puesto durante varias décadas como el modelo a seguir en el cambio de modelo económico. Y así, todos los países han intentado copiar ese ecosistema.
Ha habido documentales que ya explicaban los dos mundos que allí se vivían. Pero faltaba una novela que lo constatara: “Uncanny Valley” (El Valle inquietante) de Ana Wiener en la que explica su experiencia de trabajo en una “start-up” en Silicon Valley.
Resalta dos aspectos, la banalidad (superficialidad) de sus ejecutivos y la miseria que crea el pensamiento económico neoliberal que con “frialdad” justifica esa brecha cada vez mayor de la distribución de la riqueza.
Respecto a las consecuencias de la economía digital, ahora se habla de ponerle impuestos para que compita con el pequeño negocio. La verdad es que está haciendo un gran daño en la venta al por menor.
El modelo de “solidaridad” intergeneracional en el que se basa nuestro estado de bienestar gestado tras la segunda guerra mundial, se tambalea por la falta de ingresos del estado que supone la economía digital dirigida por unas pocas multinacionales, sobre todo norteamericanas, que apenas pagan impuestos.
El gran poder de estas multinacionales y del país donde están asentadas, hace que no se esté haciendo un cambio rápido que impida la pérdida de “cohesión social” en el que se fundamenta nuestra sociedad tras la “gran guerra”.
Pero, hay elementos de fondo, que no hay que dejar de contemplar por sus posibles consecuencias futuras. Una es la “banalidad” de la cultura empresarial de las empresas tecnológicas y otra la “frialdad” de la legislación laboral cada vez más neoliberal.
En el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz es necesario recordar la causa del “holocausto” que determinó la filósofa Hannah Arendt: la banalidad (superficialidad) de la sociedad que había en ese momento en Alemania.
Otro gran filósofo, Theodor Adorno, tras la segunda guerra mundial publicó un artículo en el que achacaba la causa a la “frialdad” de las relaciones personales y sociales.
Al igual que se menciona en el “cambio climático”, que ya no hay tiempo para discutir, lo mismo ocurre con la cohesión social, donde es necesario tomar medidas sociales y económicas eficaces y contrastadas.
Emmanuel Macron lo está intentando en Francia, pero con una gran resistencia social. El presidente de Francia es uno de los políticos actuales con la cabeza mejor amueblada.
El filósofo francés Jean Ricoeur, gran conocedor de la realidad social, tenía a Macron como uno de sus correctores de sus libros en el que tenía más confianza por sus capacitación.
Si descendemos a nivel provincial, ocurre lo mismo. Es momento para actuar. De nada sirve hablar de las cifras macroeconómicas, porque la falta de población hace que nos sean favorables.
En apenas tres décadas, posiblemente vamos a perder del 30% al 40% de la  población de la provincia motivado por el envejecimiento y el crecimiento de ciudades cercanas como son Zaragoza, Lleida y Pamplona donde se va a concentrar el talento competitivo, por la tendencia que están teniendo.
Hasta ahora la emigración ha mitigado este descenso, pero cada vez va a ser más difícil que lo haga. Por eso hay que pensar “realmente” y no “banalmente” para afrontar el futuro actuando eficazmente.
Es necesario personas con la “cabeza amueblada” que sean capaces de leer el futuro.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragon el 2 de febrero de 2020