martes, 31 de mayo de 2011

Desarrollo económico

Existe un consenso social generalizado en la necesidad de potenciar el desarrollo económico dada la preocupación por la dificultad de encontrar empleo y sus consecuencias tanto para las personas como para la sociedad.

Las estrategias de implementación de este desarrollo económico se basan fundamentalmente en la necesidad de crear empleo mediante el incremento de la competitividad de las empresas para que lo hicieran posible.

Respecto a los planes operativos para llevar a término estas estrategias se suelen proponer dos ámbitos de trabajo. La internacionalización para favorecer las ventas y la innovación para posibilitar el desarrollo de nuevos productos.

La complejidad actual tanto de las organizaciones como de los mercados conlleva que no existan soluciones generalistas ni para todos los sectores, ni para todas las tipologías de empresas, como ocurría hasta los 90.

De aquí la complejidad tanto del establecimiento de los planes operativos como de su puesta en marcha. Por inercia, tendemos a pensar en tipologías de planes que sí funcionaron en pasadas décadas, pero ahora ya no tienen la misma eficacia.

Consecuentemente a esta disfuncionalidad de los planes operativos, las acciones no acaban teniendo los resultados pretendidos en el establecimiento inicial de la estrategia de búsqueda de la competitividad para crear empleo.

Una forma de evitar este condicionamiento del establecimiento de planes operativos, es el pensar directamente en las acciones; de otra forma tendemos a compararnos con otros territorios sin focalizarnos en nuestras singularidades.

Este planteamiento es válido para todos los niveles territoriales, ya sea local, comarcal, provincial o regional. Podemos caer fácilmente en compararnos con los vecinos y solicitar los mismos planes operativos, sin profundizar en nuestra propia realidad.

En el ámbito del desarrollo económico esta focalización se plasma en tener en consideración a aquellas empresas de nuestro territorio que tienen capacidad de crear dinamismo y plantear los planes operativos teniendo en cuenta su conocimiento de la realidad.

Todos estamos de acuerdo con la anterior afirmación cuando se trata de multinacionales, que llamamos tractoras de nuestra economía, pero no así cuando descendemos a empresas de nuestro territorio al que ponemos cara y ojos concretos, y entonces sólo vemos intereses particulares.

Sin mencionar nombres concretos, en nuestro territorio, muchos planes operativos de desarrollo que han tenido éxito, han estado fundamentados en el apoyo mutuo entre la administración y empresas con capacidad de entender la dirección del mercado.

En el momento presente, esta tipología de empresas enraizadas en su territorio, son uno de los activos fundamentales a tener en consideración para encontrar la forma de desarrollo económico acorde al entorno.

Hoy más que nunca necesitamos de esta inteligencia social colectiva que nos permita empoderarnos con nuestro entorno y con nuestra gente, intentando que la envidia y el orgullo no nos dejen ver la realidad económica que se impone.

Una inteligencia social económica de diálogo entre los ámbitos de la administración, las empresas y la sociedad civil, pero sin olvidarnos que tenemos que contar especialmente con el olfato de aquellas empresas y personas capaces de desarrollar acciones específicas de desarrollo.

Como se dice en el final de la imprescindible película Metrópolis tras un debate dialéctico social a lo largo de su argumento, la mano necesita a la cabeza y la cabeza a la mano; independientemente no pueden sobrevivir.

En el ámbito concreto, esta consideración de las empresas tractoras de cada territorio, supone el pensar más en proyectos específicos de empresas que en planes para ayudar a los sectores con el objetivos de acelerar los procesos de creación de valor y, consecuentemente, de empleo.

Este plantemiento no quiere decir que no sean necesarios planes operativos generalistas, sino que es necesario que sean el resultado de la propuesta de las empresas tras valorar proyectos concretos de desarrollo.

Este empoderamiento de la empresa es necesario para que se sienta capaz de superar las dificultades planteadas por el mercado. La mejor herramienta terapéutica contra los temores es centrarse en acciones concretas, no pensar en dichos temores.

Esta focalización actual en la acción más que en la planificación, paradógicamente, es necesaria para que como sociedad logremos sentirnos capaces de afrontar la realidad en vez de paralizarnos pensando en los problemas.

Queremos crear desarrollo económico para crear empleo. Tenemos las personas capaces para posibilitar este desarrollo económico en cada entorno. La focalización en proyectos de empresa concretos puede ayudar a acelerar este proceso.

martes, 24 de mayo de 2011

2.500 leguas de historia

Una canción de la Ronda de Boltaña comienza diciendo: “A Boltaña he de bajar desde Silves a estudiar...” Habla de los niños, tal vez de Casa Peña o Casa Villacampa de Silves Bajo, que tenían una legua para ir cada día al colegio.

En el año 1950 no existía la actual pista de acceso a Silves, sino que tomaban un camino. Todos los pueblos estaban comunicados de esta forma. Se hablaba de distancias en leguas. Una legua es la distancia recorrida a pie durante una hora.

Si observamos un mapa de esa época vemos como están señalizados todos esos caminos. Actualmente el camino viejo de Silves a Boltaña está limpio y señalizado por personas de la comarca entusiastas de las bicicletas de montaña.

Podemos encontrar varias web de personas de Sobrarbe sobre estos caminos. Así, www.caminosdesobrarbe.com, de la Asociación Amigos de los Caminos Tradicionales de Sobrarbe, y otras dos especiales de bicicleta, www.bttpirineo.com y www.gpspirineo.com.

Desgraciadamente, muchas de las señales de estos caminos desaparecen y se hace necesario la descarga de la rutas por GPS para no encontrarnos con sorpresas. El lado positivo es que se abaratan los costes de señalización.

En el Sobrarbe hay más de dos mil kilómetros de caminos, y en toda la provincia más de diez mil, que supondrían unas 2.500 leguas andando y unas 1.000 horas si hicieramos el recorrido en bicicleta de montaña.

Cada vez es mayor el uso turístico de estos caminos comenzando a ser una fuente importante de dinamismo turístico que permite llevar a los visitantes a todos los pueblos del territorio que en coche no se suele parar.

Muchos de estos caminos son milenarios y permiten al visitante rememorarlos según el periodo de la historia que le interese, como si se tratara de un parque temático al aire libre a lo largo de todo el territorio.

Así, desde el altozano de la Iglesia de Santa Eulalia de Silves, podemos ver los campos de Boltaña que ya fueron cultivados por los romanos, pero también el itinerario de innumerables movimientos de ejércitos desde la reconquista musulmana hasta las guerras de sucesión, independencia y civil.

Existen cientos de escenarios en estos caminos que nos trasladan en los siglos, como el abrevadero de Puimorcat, o rutas temáticas, como la reciente inaugurada Joaquín Costa, que nos hacen contemplar el territorio desde otra perspectiva.

Pero si los caminos eran importante en la historia, también lo fueron los mesones que permitían los traslados desde las montañas a las ferias de los somontanos en un equilibiro milenario de intercambio de productos.

Mesones que todavía encontramos junto a las carreteras donde los viajeros se refugiaban de las tormentas, dejaban encargos para otros paisanos y se enteraban de las noticias de pueblos cercanos y lejanos.

Actualmente tenemos miles de plazas turísticas en los pueblos de estas montañas donde se alojan los turistas que nos visitan. Gracias a las nuevas tecnologías podemos hacer que estos establecimientos vuelvan a tener el alma de los mesones.

El mesón como hospedería, pero también como lugar de información, de encuentro y de intercambio. Las tecnologías de Internet y GPS que disponen los nuevos teléfonos móviles permiten esta función renovada.

Cada vez hay más establecimientos de hostelería con Wi-Fi gratuita. Es necesario para los turistas porque de esta forma se puede acceder a la información turística de la zona sin tener tarifa de datos o sin pensar en el volumen de datos que estamos descargando.

Así, junto al cartel de existencia de Wi-Fi gratuita, también podríamos exponer un listado de los recursos existentes en Internet para que se consulten, incluidos los propios del establecimiento, de modo que podemos mantener el contacto posterior con los clientes.

Sobre todo, habría que hacer incidencia en aquella información que nos podemos descargar en el teléfono para realizar un ruta posterior. Aquí, volveríamos a la función de recomendación de los mesoneros sobre el estado de los caminos.

Muy importante, tanto para que el visitante tenga una buena experiencia como para mantener su fidelización posterior, son las herramientas que permiten las redes sociales de recomendación y geolocalización.

De esta forna, podemos conocer otros comentarios y recomendaciones de otros usuarios que han pasado por el establecimiento. De nuevo volvemos a la función de intercambio de noticias de los mesoneros.

En este caso las nuevas tecnologías nos pueden ayudar a que no se pierda el alma de los mesones junto a los caminos. El sentido de la acogida, de la recomendación y del compartir que dejan impronta en quienes nos visitan.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Mercado y empleo

La preocupación por la necesidad de crear empleo repercute en los medios de comunicación tanto en la facilitación de estadísticas como en las medidas que serían necesarias para dinamizar este mercado de trabajo.

A modo de ejemplo, recientemente, Tino Fernández en el periódico Expansión hacía referencia a la revista Fortune sobre una tendencia del mercado a trabajar sin sueldo con la promesa de un puesto futuro o como impulso a la carrera profesional.

En el mismo periódico, su subdirector Martí Saballs se preguntaba en un artículo “¿Qué empresa montaría usted con su indemnización?” haciendo referencia al caso de un conocido que se encuentra en dicha situación.

En ambos casos, sorprende ver las variabilidad de las opiniones en Internet de los lectores a estos artículos. Tal vez, un síntoma de la complejidad de la temática del empleo por las distintas casuísticas en que cada persona se encuentra.

Parte de esta complejidad proviene de la existencia de muy distintos perfiles de personas que buscan trabajo. Así, quienes lo buscan por primera vez o tienen muy poca experiencia, y aquellos que ya han tenido una larga carrera profesonal.

Por eso es necesario que hagamos memoria para ver cómo se ha considerado la forma de encontrar empleo en los últimos 20 años para aquellas personas que lo han perdido. Nos centraremos en el caso de quienes tienen un larga carrera profesional.

En la década de los años 90 se pusieron de moda las empresas de recolocación, en el comienzo del siglo XXI la palabra clave era empleabilidad, y en este inicio de década se está hablando mucho de emprender.

La recolocación, el outplacement en inglés, era un paquete que se negociaba en los despidos para que se tuviera asistencia de una consultora en el proceso de búsqueda de empleo. Esta solución tenía un gran porcentaje de éxito.

Había un asesoramiento tanto en la elaboración del curriculum y redefinición de la carrera profesional, como en la detección de los puestos de trabajo disponibles y las estrategias para su posterior consecución.

El comienzo de siglo viene unido a la consolidación de Internet como canal de comunicación globalizado. Desde Estados Unidos nos hablaban de empleabilidad. Decían que se había acabado el trabajar en una única empresa y que cada persona debía gestionar su carrera profesional.

Esta empleabilidad se fundamentaba en la necesidad de adquirir nuevas competencias que nos posibilitasen el lograr puestos de trabajo en las empresas que surgían en los nuevos sectores y como consecuencia de las nuevas tecnologías.

La crisis financiera y social que se inicia a partir del año 2007, hace que ambas estrategias, tanto la recolocación como la empleabilidad, se vuelvan conceptos vacíos ante el parón en el mercado de trabajo y continuo sangrado de cierre de empresas.

La falta de ofertas de trabajo que ha supuesto la crisis y la cultura de emprendimiento que facilitó el boom del sector de la construcción con decenas de miles de autónomos, ha hecho que se vea como solución el autoempleo.

Hemos de recordar que el apogeo de la creación de autónomos y empresas en el sector de la construcción vino dado por la existencia de un mercado en auge que lo facilitaba tanto económica como financieramente.

Realmente, no hizo falta que se animara ni formara a quienes montaban las empresas, pues el crecimiento del mercado hacía fácil encontrar tanto clientes como financiación de los activos y del circulante.

A una escala inferior, sucede el mismo fenómeno cuando actualmente se abren nuevos nichos de mercado que hace que entren nuevos operadores, como es el caso de las energías renovables o la asistencia a personas dependientes.

De aquí la importancia, actualmente, tanto del análisis previo del mercado, como de la prudencia en la inversión inicial, porque sin mercado no hay emprendedor motivado que logre sacar adelante su proyecto.

Se habla mucho de los autónomos y empresas pequeñas que han cerrado debido a la crisis de la construcción, pero también hay que hablar de otros muchos casos que se han ido forjando como empresarios y han podido adaptarse a las nuevas necesidades.

En estos casos el reemprender ya no ha necesitado romper la barrera de pasar de asalariado a empresario, sino ha supuesto el ser más competitivo y el ampliar el mercado objetivo que ya conocían previamente.

Como ya hemos comentado anteriormente, romper esta barrera inicial de asalariado a empresario se hace con más seguridad si estamos convencidos de las posibilidades del mercado o, al menos, adaptar la inversión a la capacidad del mercado.


lunes, 16 de mayo de 2011

Necesidad de descubrir

El ayuntamiento de Castejón del Puente acaba de añadir un nuevo elemento de atracción turística, Parque Aventura “Los Palomares”, a su amplio activo logrado durante años de interés de apuesta por este desarrollo de servicios en su localidad.

Un largo recorrido por acondicionar y dar a conocer su patrimonio cultural: trincheras de la Guerra Civil, Centro de Interpretación de las vías de comunicación “La Malena”, noria, ermita de la Bella, arco de San Juste, aljibe, iglesia de la Asunción, puente sobre el río, calzada romana y camino de Santiago.

El resultado es un entorno tranquilo y fácilmente accesible, a modo de Parque Temático abierto, donde se puede disfrutar de un amplio recorrido a través de la historia en un medio natural con variedad paisajística y cultural.

El Parque Aventura “Los Palomares”, junto a un espacio de pistas deportivas, añade un elemento de actividad lúdica al conjunto que permite poder planificar una jornada completa de actividad familiar en Castejón del Puente.

Una jornada familiar sostenible en cuanto que la mayoría de las actividades que podemos realizar en el entorno no tienen ningún costo, y las que tienen un precio le dan un valor especial para recordar la visita realizada.

El parque de aventura cuenta con una instalación emblemática que es una pista multiaventura construida sobre cuatro torres de nueve metros de altura, a modo de castillo, con distintos tipos de recorridos con una duración estimada cercana a las dos horas.

La Asociación Tritón, que gestiona las instalaciones, piensa en ampliar las posibilidades de actividades con rutas de senderismo, paquetes multiaventura, rutas en bicis de montaña y programaciones lúdico recreativas especiales para colectivos.

Para una persona adulta el patrimonio cultural de Castejón del Puente guarda un interés especial por el amplio recorrido en la historia en un entorno fácilmente abordable, pero para la mente infantil la imagen de los Templarios y de las trincheras oscurecen todas las demás.

Una imagen de los Templarios que ha quedado en la memoria por las muchas películas que se han realizado sobre su temática, y una imagen de las trincheras que va unida a muchas películas y videojuegos de acción.

De modo que la cercanía del imponente castillo de Monzón y de las ruinas del castillo templario que vigilaba el puente sobre el río Cinca, son el telón de fondo donde la fantasía infantil nutre el descubrimiento de cuanto le rodea.

En este estado de ensimismamiento, la pista multiaventura acaba siendo un castillo donde afrontamos continuos retos en cada uno de los recorridos que realizamos, esta vez ya no en un videojuego sino en la realidad.

Es esta necesidad de descubrir y descubrirse la que hace del juego una actividad educativa irreemplazable para el niño. La imaginación y la actividad física se funden en un estado de ensimismamiento necesarios para nuestro desarrollo cognitivo y social.

Una vez que el niño ha dejado la pista multiaventura, los recorridos por los espacios naturales y culturales del entorno ya están contagiados de la emoción lúdica experimentada como si se encontraran en un parque temático.

Este tipo de instalaciones de aventura se han ido desarrollando desde hace varios años en otras localidades de nuestra provincia con adaptaciones a su entorno acordes al objetivo de los promotores del proyecto.

El ayuntamiento de Alberuela del Tubo fue pionero en nuestra provincia en el desarrollo de un parque de aventura, www.lagabarda.com, que ha ido creciendo paulatinamente tanto en instalaciones como en actividades.

En esta búsqueda de diversificación de la economía a través del desarrollo turístico de las poblaciones de nuestro entorno, se han ido creando magníficos centros de interés de atracción con el objetivo de incrementar el tiempo de estancia de los visitantes en la localidad.

También se han ido creando empresas que posibilitan la dinamización de estos centros de interés turístico para potenciarlos. Este es el caso de la Asociación Tritón, con experiencia en el ámbito infantil y juvenil, que gestiona el Parque Aventura “Los Palomares”.

Un caso emblemático son las representaciones teatralizadas que Producciones Viridiana ha ido desarrollando en el Castillo de Loarre los domingos del mes Agosto contando mitos y leyendas de la Hoya de Huesca.

La lista de experiencias de este valor añadido ofrecido es muy extensa, pudiendo incluirse desde la visita guiada a un monumento hasta las representaciones temáticas de los mercados artesanos medievales.

En todos los casos supone la creación de mayor valor para el territorio tanto por la creación de nuevos puestos de trabajo como por el mayor gasto de los visitantes motivado por el alargamiento de su estancia para descubrir el entorno.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Visibilizar los servicios

Al comienzo de la década de 1970 la Calle Mayor de Barbastro, oficialmente Argensola, rebosaba de comercios en toda su extensión. Varias carnicerías y panaderías, carpintería, calero, cerrajero, pastelería, funeraria, armería y muchos más comercios hoy ya no existentes.

En la década de los 80 la Calle Mayor ya había perdido su apogeo, regentándolo el Río Ancho, oficialmente Calle General Ricardos, al otro lado de las antiguas murallas de la ciudad, paralela a los cosos. Será el primer cinturón.

Comercios más amplios y modernos atravesaban esta artería desde el Paseo del Coso hasta su final en Avenida de los Pirineos. En esta época, la actual Avenida de la Merced era un camino de tierra de las afueras.

Es en la década de los 90 cuando esta avenida comienza a urbanizarse hasta devenir una de las calles con más tráfico de la ciudad, pero con apenas presencia comercial, sirviendo de corredor de unión entre los principales barrios.

En la primera década de este siglo la Avenida de la Merced se constituye en un auténtico segundo cinturón de la ciudad con las mejoras de sus extremos hacia Avenida del Ejército Español y Avenida de la Estación.

El comienzo de la actual década nos trae la puesta en marcha del tramo de autovía próximo a Barbastro, reduciendo considerablemente el tráfico de la variante de la nacional 240. La ciudad empieza a asumir este tercer cinturón.

Conforme la ciudad ha ido creciendo concéntricamente, las áreas comerciales centrales han ido ganando en calidad urbanística hasta lograr un entorno peatonal con acceso a zonas de aparcamiento cercanas.

Este mismo proceso de crecimiento ejemplificado en la ciudad de Barbastro lo podríamos extender a todas las capitales de las comarcas junto a la nacional 240: Binefar, Monzón, Huesca, Sabiñanigo y Jaca.

Estas ciudades con tradición comercial en su entorno comarcal han ido desarrollando un amplio abanico de otros servicios que, sin embargo, no acaban de ser fácilmente visibles para los visitantes que pasean por sus calles.

Dado que muchos de estos servicios no están instalados a nivel de calle, tradicionalmente su visibilidad se ha realizado mediante la instalación de placas indicativas en los portales de las casas y el anuncio en las denominadas “páginas amarillas”.

En ciudades de mayores dimensiones, la proliferación de las actividades de servicios no comerciales han llevado a la creación de edificios específicos para su alojamiento, creando las denominadas “zonas city”.

Con el desarrollo de las nuevas tecnologías de las comunicaciones, sobre todo con la proliferación de los denominados smartphones que permiten el acceso a Internet y la geolocalización, se abren nuevas formas de dar visibilidad a estos servicios.

Con un coste relativamente pequeño se pueden desarrollar aplicaciones móviles para que los visitantes puedan consultar en sus teléfonos los servicios que se ofrecen en su entorno, facilitando sus datos de contacto y de acceso.

De esta forma logramos visibilizar la oferta de comercios y servicios establecidos en estos entornos urbanos que han ganado calidad para sus visitantes, favoreciendo la facilidad de su conocimiento y acceso a los mismos.

Conseguimos una retroalimentación positiva entre los comercios y los servicios incrementando las ventas cruzadas. Así, acabamos de comprarnos una cazadora y tomando un café pensamos en que necesitamos un nuevo diseño de logotipo.

En ese momento, bien a través de la telefonía con Internet o por la Wi-Fi del establecimiento, consultamos las posibilidades de diseñadores que están establecidos en la ciudad. A la vez que consultamos este servicio, visibilizaremos otros que, tal vez, no conocíamos su existencia.

De esta forma estamos utilizando Internet para facilitar las ventas de los establecimientos de nuestro entorno que generan puestos de trabajo en el territorio. Pretendemos que los habitantes y visitantes de la ciudad conozcan la oferta existente antes de desplazarse a otra localidad.

Esta visibilidad de los servicios también posibilita una mayor cooperación entre las empresas existentes tanto para establecer recomendaciones cruzadas con los clientes, como para desarrollar nuevos servicios conjuntamente.

Es precisamente esta mayor afluencia de clientes y la cooperación empresarial la que posibilita una espiral de innovación. Si tenemos más clientes podemos ofrecer más servicios, y si cooperamos podemos ser más competitivos.

Y, si ofrecemos más servicios y somos más competitivos, podemos lograr que acudan más visitantes a nuestras ciudades. Así, creamos una espiral no sólo de innovación, sino de creación de empleo en el territorio.