jueves, 26 de septiembre de 2019

La felicidad del cliente

La felicidad del cliente

Estaba comiendo con un grupo de amigos en un restaurante de menú y escuché como una persona al salir le decía a su pareja con voz grave “no volveré más a este sitio”.
Lo comenté con la persona que tenía a mi lado, que también lo oyó, porque nos sorprendió la contundidad con que lo dijo. Desde luego, evidentemente, no era un cliente feliz.
Podía ser cualquier motivo el de su queja. Me recordó que cuando sales del IKEA hay uno botones con dibujos en que indicas el grado de satisfacción. Yo siempre le doy al que más sonríe, que es de color verde oscuro.
Me fijé que en las exposiciones de Caixa Forum en Zaragoza tienen lo mismo, pero con una tablet, aunque luego te hacen distintas preguntas para valorar distintos aspectos.
Una de esas preguntas es si recomendarías la exposición a otra persona. Esta misma pregunta la tuve que contestar en una cuestionario de calidad del concesionario del coche tras una revisión.
Me quedo con el sistema de IKEA por lo sencillo y lo fácil de comparar de un día a otro. Ya existe un servicio de atención donde las personas presentan alguna reclamación si han tenido un problema. Las personas solemos reclamar más que agradecer en los comercios.
La felicidad de un cliente es como un chiste, si hay que explicarlo mucho, ya no es un chiste. Con los largos cuestionaros de satisfacción, nos podemos ir por las ramas y no ir a lo importante.
Hubo una época, en que las constituciones de los países decían que el objetivo era la felicidad de las personas. Ahora, ya no empiezan así. Tienden a tener la forma de un contrato social, al igual que la relación entre las personas. Lo que se llama “la monetarización” de las relaciones sociales.
Cuando vemos a clientes felices se nota. Hace unos días paré en una gasolinera de carretera y había un grupos de motoristas que se iban al norte de Francia. Estaban alegres y no dejaban de expresarlo.
Lo mismo sucede cuando te encuentras, pronto por la mañana, en una cafetería un grupo de cazadores que han quedado para una batida. Están descontando lo bien que lo van a pasar ese día.
O lo grupos de ciclistas que paran de bajada de un puerto en un mesón para tomarse unos nutritivos huevos fritos con longaniza. El sonido de la conversación es alegre.
Igualmente, los montañeros que paran a tomar una cerveza tras todo un día de hacer una ruta. Momento para revivir anécdotas antes de recostarse en el autobús y ansiar la ducha caliente en casa.
Vayamos al comercio. Asisto a la inauguración de una gran superficie muy conocida en Barbastro. Se nota que ha habido gente esperando en la puerta para poder comprar las ofertas más suculentas previamente anunciadas. Como ocurría en las antiguas rebajas. Hablo con una persona que ha comprado un robot de cocina que veo lleva mucha gente. Me dice que ha venido porque se lo han encargado. Me hace gracia porque se parece a la publicidad que hace la marca en la televisión.
Sólo abrir, el comercio lleno. Al entrar te facilitaban una ficha para el carro. En la caja te regalaban una bolsa de rafia. En la calle había un puesto que, presentando el  ticket de compra, te obsequiaban con un pequeño bocadillo y un refresco.
Cuando te dan más de lo esperado, te encuentras más satisfecho porque no te lo esperabas. En la calle, decenas de personas alegres volviendo con la bolsa, donde pone la marca, y otras decenas viniendo seguramente viendo a esas personas felices.
Antes he hablado de IKEA. Compré un marco de 8 euros para enmarcar unos documentos para regalar. Pregunté en caja dónde podían dejarme unas tijeras y cinta adhesiva. Me dijeron que en Atención al Cliente.
Me dejaron lo que necesitaba y les pregunté si me los podía llevar a cafetería. No pusieron ningún problema. Compré el refresco y volví a la zona de preparación de mercancías porque la mesa era mejor parra trabajar.
Antes le había consultado a la persona de seguridad si podía llevarme el refresco allí. Ningún problema. Además, que ni lo había pensado, pude envolver el regalo. A la salida, pulsé el botón más sonriente.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragon el 29 de setiembre de 2019

jueves, 19 de septiembre de 2019

Comunidad y economía

Comunidad y economía

En 1985 Sarsa de Surta todavía estaba completamente abandonado. Lo sé porque acompañé a mi padre que nació allí. Poco, a poco, sus habitantes fueron arreglando las casas del barrio de la iglesia para venir de vacaciones. Pero, también, poco a poco, van envejeciendo estas personas.
Hasta que una persona alemana compró “Casa Pedro Buil” y la reformó como casa de Turismo Rural. Este año para la fiesta del 15 de agosto ponía “Se Vende”. La persona ya tiene 75 años y ya no puede seguir con el negocio.
Sarsa de Surta ya no tiene actividad económica propia. Mantiene la comunidad con sus fiestas a las que vienen ex-vecinos y familiares. Sus tierras las cultivan, principalmente, vecinos de Paules, Santa María y Arcusa.
En esta última población, Arcusa, desde hace dos años se viene gestionando un hotel nuevo, “Hotel Boutique Tierra Buxo”, y hay una pareja joven que está ampliando su actividad agrícola y ganadera. La comunidad y la economía crecen, a pesar de las malas comunicaciones.
“Zona Zero Pirineos” ha ayudado a revitalizar este territorio con el acondicionamiento de los antiguos caminos para ser usados por las bicicletas de montaña. Un segmento de mercado turístico cada vez mayor en Sobrarbe.
En Las Bellostas, Paules, Coscollar y Santa María (poblaciones que dependían del antiguo ayuntamiento de Sarsa de Surta) todavía quedan agricultores y ganaderos. Y en Paules de Sarsa, incluso un albergue. El pasado 8 de setiembre se celebraron las fiestas de Santa María de la Nuez y vinieron personas de las 6 casas, muchos desde Barcelona. Se mantiene la comunidad y la economía.
Ese mismo día, lo vecinos de La Torrecilla y Guaso iban de romería a la Virgen de la Sierra, donde se juntan las diócesis de Barbastro - Monzón y Huesca. “Zona Zero Pirineos” ha señalizado y mantiene el camino de acceso a la ermita. Se mantiene la comunidad.
El último sábado de Agosto, los vecinos de Banastón, Labuerda y San Vicente fueron al pueblo francés donde nació San Visorio, Cadeilhan Trachere. Los de esta población vienen para San Visorio, el segundo sábado de Mayo.
Esta tradición se comenzó en 1978 tras la apertura del túnel de Bielsa. Fue idea de Francis, el párroco francés que murió el año pasado, pero la tradición continua porque es positiva para crear comunidad y economía.
Este año se inauguró en el pueblo francés una estatua del vecino de Labuerda Carlos Serrano. Y existen, multitud de lazos entre ambos lados del Pirineo en el sector turístico. Se mantiene la comunidad y la economía.
Los arciprestes de “Somontano - Sobrarbe” (Diócesis de Huesca) y “Sobrarbe” (Diócesis de Barbastro – Monzón) hacen todo lo posible para que se mantengan las fiestas y las romerías para mantener la comunidad viva. Durante muchos siglos, estos actos han sido los que ha vertebrado la sociedad de nuestro Pirineo oscense.
La economía ha sido casi de subsistencia durante muchos siglos. Lo podemos ver en el Diccionario que hizo Madoz en 1845 donde se describe la producción de cada una de las poblaciones.
Han sido los siglo XX y XXI los que están transformando esta economía rural de la montaña con la llegada de las grandes instalaciones eléctricas y el turismo de montaña.
Durante todo el artículo, al igual que en el título, he ido nombrando los conceptos comunidad y economía. Y he hablado del dinamismo de las mismas en distintas poblaciones.
Aquí, esta la clave, en lograr “dinamismo”. El ser humano nos hemos ido desarrollando copiando lo que han hecho otras personas y otras sociedades. Así, las sociedades cerradas han ido desapareciendo y las abiertas se han ido transformando.
En algunos artículos ya he recordado que el ser humano es muy malo haciendo previsiones, porque está preparado para solucionar problemas a corto plazo. Por eso es necesario el “dinamismo” que contrarreste esta deficiencia.
En la iglesia de Santa María de la Nuez hay muchas cuadras donde se dejaban los carros y los caballos con lo que venían los peregrinos desde más de una decena de poblaciones. Este año, tras la misa, en vez de bendecirse a los animales, se bendijo a un vehículo Quad.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragon el 22 de setiembre de 2019

lunes, 9 de septiembre de 2019

El coste de los accidentes de montaña

El coste de los accidentes de montaña

La búsqueda de la conocida olímpica Blanca Fernández Ochoa en la Sierra de Madrid está dando luz a la opinión pública de los dispositivos que se realizan en estos casos y el coste económico que suponen.
En nuestra provincia no hay día que no aparezca en los medios de comunicación el rescate de una persona en montaña. En parte, es probable por el número de personas que acuden a nuestra provincia a practicar deportes de aventura.
Se han dispuesto muchas acciones para disminuir el número de accidentes con la señalización de las rutas y la creación del programa “Montañas Seguras” que realiza actividades preventivas, entre otras.
En muchas ocasiones se pone el foco en la persona que ha tenido el accidente por ir mal preparada, pero lo cierto que también ocurre con personas expertas pertenecientes a clubes de montaña y con la tarjeta federativa.
Sin contar con las personas que desarrollan su actividad económica habitualmente en las zonas de montana, como es el caso de los ganaderos y agricultores de la zona norte del norte de nuestra provincia.
Hemos de pensar en el coste emocional y económico que tiene los accidentes mortales para la personas y su entorno en sus lugares de origen. Posiblemente tiene un impacto negativo para la prescripción futura de nuestro destino.
Por eso es necesario, seguir poniendo más medidas para que no sucedan estos fallecimientos o, al menos, los visitantes vean que se están poniendo todos los medios posibles.
Este mes de agosto vi salir de Ainsa una furgoneta con una fallecido hacia el norte de Francia. Es lo que no aparece en las noticias y se te queda gravado en la memoria. En su caso, se deslizó bajando la senda hacia un barranco en la Sierra de Guara.
Muchos accesos a los barrancos están provistos de pasamanos porque los que practican barranquismo no suelen llevar bastones de senderismo por no llevar más peso y molestias en la actividad.
Creo que todavía podemos mejorar copiando lo que ya están haciendo otros países europeas donde el deporte de montaña es muy importante en sus economías. A continuación voy a citar algunos aspectos.
Colaboración de la hostelería de la zona facilitando partes diarios del tiempo, información de rutas cercanas y alquiler de radiotransmisores y localizadores GPS como los que llevan los participantes en algunas pruebas ultra trail.
Mayor cobertura en la montaña con pequeñas antenas que permitan únicamente llamadas de seguridad y posicionamiento alimentados con energías alternativas con placas solares y aerogeneradores.
Impartición de conocimientos y prácticas de actividades en la montaña en los colegios, al menos en la zona norte de la provincia de Huesca, para que sirvan de prescriptores a los visitantes.
Realizando las distintas guías de sierras que he realizado no he necesitado de ningún rescate, pero sí la advertencia de muchas personas diciéndome que no asumiera peligros. La realidad es que las advertencias no ayudan mucho.
Como decía Edurne Pasabán en una charla reciente en Azlor. Cuando iba a hacer el K2 en el año 2004, un periodista le preguntó “qué pensaba que ninguna de las mujeres que lo habían intentado habían bajado con vida”. Contesto “que menudos ánimos”.
También comentó Edurne, que una cosa que había mejorado mucho sus últimas expediciones eran la incorporación de un médico que se preocupara por la nutrición y la salud desde el campo base. Con estos ejemplos de Edurne, quería diferenciar entre las advertencias y las medidas.
Cuando llevas muchos años de montañero, has visto perder la vida a compañeros, sufrir accidentes y tener algún rescate. Es lo normal porque nuestras montañas no están exentas de peligros.
En los clubes de montaña, como decía también Edurne, se pasa este conocimiento acumulado a las nuevas generaciones para que aprendan a desarrollarse como montañeros.
Yo tuve un rescate de montaña en noviembre de 1985 cuando una gran nevada inesperada nos cogió a más de tres mil metros de altura escalando. Pasamos la noche como pudimos y por suerte todo salió bien.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragon el día 8 de setiembre de 2019

miércoles, 4 de septiembre de 2019

La memoria colectiva

La memoria colectiva

Es difícil definir que es la memoria colectiva y más en un momento donde la información es infinitamente legible. Pero, sin embargo, es necesario mantenerla viva parar las siguientes generaciones.
Ese ha sido el objetivo de mi blog Caminos de Barbastro y la posibilidad de descargar gratuitamente guías que agrupan sierras concretas con su peculiaridades sociales.
Este mismo periódico, los domingos cuenta con muchos artículos históricos que ayudan a conocer mejor nuestro territorio y mantener la perspectiva a pesar de la aceleración que nos ha tocado vivir. Además, sirve de elemento de cohesión social de una provincia tan poco habitada.
Uno de los lugares de Internet donde se guarda parte de esta memoria es Wikipedia. Yo mismo, he realizado artículos sobre personajes que no estaban y consideraban que deberían conocerse mejor.
Es el caso de Luis García Sainz (geógrafo físico pionero de Zaragoza), Andrés Martínez Vargas (padre de la pediatría en España, nacido en Barbastro), Fidel Pagés (descubridor de la anestesia epidural, nacido en Huesca).
También, Alberto Galindo Tixaire (pionero de la Física Teórica en España, nacido en Zaidín) y José María Leminyana y Alfaro (conservador de multitud de iglesias en el Valle del Isábena, entre ella Roda de Isábena).
Hace un mes que estaba trabajando en el artículo para David Gómez Samitier, fotógrafo y naturista barbastrense fallecido en el año 2005 en un fatal accidente con toda su familia. Para ello, hice una entrada en mi blog para ir estructurando la información.
Reconocido por el nombre del premio internacional Félix de Azara en fotografía desde el año 2006, muchos homenajes y casi una decena de libros sobre fotografía de naturaleza y la Sierra de Guara escritos.
Precisamente, he ido dándole valor a David Gómez Samitier estos dos últimos años con la realización de las guías de la Sierra de Guara. La de la parte oriental ya está realizada y se puede descargar gratuitamente y la otra parte, ya llevo casi 30 rutas realizadas.
De forma que me atreví a hacerle una entrada en Wikipedia el día 28 de agosto tras horas de trabajo. A los pocos minutos, recibo un mensaje de un controlador de la enciclopedia diciéndome que se va a cerrar la entrada por no ser relevante. Le contesto y mejoro algunos aspecto de forma.
El día 29 de agosto me levanto viendo que ya ha eliminado la entrada aludiendo “falta de relevancia”. Ahora, se puede ver esa información en mi blog únicamente. Tras la frustración, me acerco al ayuntamiento de Barbastro y a la Diputación Provincial de Huesca para que sean conocedores de la situación.
Comprendo que no se pueda poner la biografía de cada uno de nosotros en Wikipedia, pero es necesario poner en valor las personas relevantes de nuestra comunidad.
Por eso en mi blog he añadido un apartado llamado “Caminos de Vida” donde escribo historias de personas que me he encontrado que considero necesario que queden en la memoria colectiva. El último fue David Gómez Samitier.
Es necesario distinguir memoria personal de colectiva. Así, este verano he viajado a Francia y a Barcelona para rastrear dos hermanos de mi abuelo paterno de los que había encontrado pistas para ampliar mi memoria personal. En mi experiencia, la memoria personal te lleva a valorar la colectiva.
Ojalá Wikipedia rectifique y vuelva a publicar la biografía de David Gómez Samitier. Mientras, me conformo con que este artículo sirva para reflexionar sobre la memoria colectiva que dejamos.
Si no la mantenemos, la globalización acabará destruyendo nuestro patrimonio de idiosincrasia que nos ha llevado hasta el presente, dejándonos sin resortes ante los acontecimientos.
No es un tarea fácil en un momento complejo y problemático donde cada uno cree que bastante tiene con solucionar sus propios problemas, sin dejarse tiempo para pensar en lo colectivo.
Seguiré cada domingo limpiando su nicho cercano al de mis padres. Para mí, siempre estará en la memoria y el búho de metal que le acompaña me recordará su gran labor realizada.

Daniel VALLÉS TURMO

Publicado en Diario del Altoaragon el 31 de agosto de 2019