miércoles, 17 de diciembre de 2014

Oferta Decreciente




En el escaparate del comercio de electrodomésticos, electrónica y telefonía de José María Gracia de Barbastro, desde hace unas semanas podemos ver un cartel que anuncia una oferta decreciente.
Se trata de un teléfono móvil de la marca Sony modelo Xperia Z1 Compact. Hay un único dispositivo en oferta cuyo precio va disminuyendo un euro cada día laborable que pasa hasta que alguien lo compre.

La primera vez que observé la oferta fue el día 23 de noviembre. Entonces el precio marcaba 390 euros. Desde entonces, siempre que paso por el establecimiento, miro la oferta como va disminuyendo de precio.
El pasado día 3 de diciembre el precio era de 381 euros. Supongo que algún día pasaré y ya no estará. Pero, ¿cuándo será? Para contestar la pregunta miro en la tienda de Internet de Amazón el precio que tiene este dispositivo el día 9 de diciembre.
Su precio es de 309 euros. Calculo que la oferta de José María Gracia bajará a este precio el día 5 de marzo de 2015, casi dentro de tres meses. Se supone que un consumidor racional compraría a partir de entonces el teléfono móvil.
Por el camino puede que disminuya el precio en la tienda de Internet, con lo que el plazo se alargaría. Mientras el cartel sigue en el escaparate. No sé cuántos viandantes se han fijado como yo,  logrando captar su atención.

Paseando con un amigo que tiene ese modelo de móvil le enseño la oferta y le pregunto a qué precio cree que alguien lo comprará. Me dice que es un modelo ya viejo, pues ya han salido el Z2 y el Z3.
Sigue la conversación comentándome que cada vez compra más por Internet. Me dice que en Zaragoza fue a ver un objeto que necesitaba y tuvo que hacer dos viajes para, finalmente, no encontrar lo que deseaba.
Así, que miró en Internet y encontró lo que buscaba y mejor de precio. Le contesto que eso es verdad cuando sabemos exactamente lo que buscamos y ya hemos decidido las especificaciones que se ajustan a nuestras necesidades.
Por cierto, el escaparate de José María Gracia, que se encuentra en una esquina muy concurrida de la calle Corona de Aragón, mostraba un repertorio de regalos para la navidad.

Tras esta charla de un paseo festivo, estábamos tocando un tema transcendental para el futuro del comercio tradicional. ¿Cómo conocemos lo que necesitamos?, ¿cómo lo evaluamos? y ¿cómo lo compramos?
La primera etapa de la fase de compra de un consumidor, la obtención de información, es la que más está fragmentando sus canales de recepción. De aquí, gran parte de la causa de la crisis de algunos medios de comunicación.
La teoría dice que hemos pasado de los “Mass Media” a los “Social Media”. Así, del predominio de los medios masivos de televisión, radio y prensa, al “cotilleo” de las redes sociales.

La realidad es mucho más compleja y habría que analizarlo en cada categoría de producto o servicio. Posiblemente, nos encontremos con un fenómeno de saturación de información desde varios tipos de canales.
La segunda etapa de la fase de compra, la evaluación de las especificaciones y el precio, se ha decantado en el caso de los servicios por la comparación de precios en Internet.
Lo mismo sucede para productos de los que somos ya usuarios y conocemos ya sus prestaciones. Este es el caso de la pequeña electrónica de consumo y todo tipo de accesorios.
Este proceso de evaluación se decanta por el comercio tradicional cuando no conocemos claramente las especificaciones, hay que probarlo o tiene un alto componente de subjetividad.
La tercera etapa es la compra. Es claro el canal predominante de Internet en muchos servicios del tipo que hemos comentado. Igualmente, en el caso de productos de uso habitual.

La batalla de la duda se encuentra en los productos que los queremos probar antes, tanto por conocer sus especificaciones, como por razones subjetivas. Este es el caso del teléfono móvil del escaparate.
Con esta promoción de oferta decreciente, el comercio está provocando al consumidor para que entre en el local y vea otros productos y, posiblemente, acabe comprándolo en la tienda.

Daniel Vallés Turmo

martes, 9 de diciembre de 2014

Ser Humano


No suelo ser un admirador de los artículos de Paul Krugman, profesor de Economía de la Universidad de Princeton y premio Nobel de Economía de 2008, que se publican cada domingo en El País, pero me fascinó el titulado “Sufrid, niñitos”.
En el mismo hace un apoyo sin reservas a la nueva iniciativa sobre inmigración del presidente Obama para legalizar como ciudadanos norteamericanos a cinco millones de personas. 

Me impresiona su último párrafo. “Por lo que a mí respecta, no me preocupa demasiado el dinero, ni siquiera los aspectos sociales. Lo que de verdad importa, o debería importar, es la humanidad”.
Continua, “Mis padres pudieron tener la vida que tuvieron porque Estados Unidos, a pesar de todos los prejuicios de aquella época, estuvo dispuesto a tratarlos como a personas”.

La palabra “humanidad”, la misma que reivindicaba Ignacio Ellacuría, asesinado ya hace 25 años. Este malogrado filósofo, teólogo y activista reivindicaba una civilización basada en la dinamización de la dignidad humana.
En dialéctica con una civilización fundamentada en la consecución del capital, Ellacuría proponía que el objetivo principal fuera el desarrollo de la persona como ser humano.

Me parece muy interesante que un premio nobel en economía ponga este énfasis en el desarrollo de la humanidad, como base fundamental del desarrollo de una sociedad, aunque sea por nuestro propio interés.
Ellacuría decía que el trabajo era un lugar privilegiado para este desarrollo como persona. Yo creo que la actividad emprendedora, igualmente debe estar fundamentada en este aspecto.

Se suele definir el emprendimiento como la habilidad de saber encontrar nichos de mercado para satisfacer las necesidades de sus clientes de una manera que sea rentable.
Se ha hablado mucho sobre la preponderancia en los negocios de la ética protestante sobre la católica a raíz del libro de Max Weber “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”.
Qué decir de la frase de Adams Smith “No es de la benevolencia del cocinero, el cervecero o el panadero de la que esperamos nuestro alimento, sino de la consideración de su propio interés”.

Han pasado casi 300 años desde que se escribió el libro “La riqueza de las naciones” donde figura esta frase. Aquella sociedad protestante tenía una moralidad que tamizaba el significado que hoy le podemos dar.
En esta última década estamos vivenciando las consecuencias de las políticas neoliberales que solicitaban una libertad de los mercados que, como hemos visto, tenía poco de moral.
Y estamos viendo cómo, al menos en Europa, se está intentando hacer políticas que restituyan la exclusión social. Así, se habla de un crecimiento inteligente, sostenible e
integrador.

El objetivo actual de muchos emprendedores y empresarios no es el de acumular riqueza, sino de poder vivir con dignidad y posibilitar puestos de trabajo para que otras personas igualmente lo puedan hacer.
Los personas cuando compramos estamos ejerciendo la responsabilidad de posibilitar que otras personas puedan llevar una vida digna. Los clientes ya no somos consumidores amorales.

Este cambio de paradigma moral y las posibilidades de las nuevas tecnologías ligadas a los dispositivos móviles, está haciendo que se desarrollen modelos de negocio basados en la economía colaborativa.
En este nuevo terreno de juego parece que, cada vez más, importan las personas. Tanto en la relación con el cliente, como en la repercusión que tiene en nuestro entorno social.

Como ejemplo, los pasados días 28 y 29 de noviembre tuvo lugar una gran recogida de alimentos en los supermercados de nuestras ciudades para el Banco de Alimentos, que fue todo un éxito de generosidad.
En los centros comerciales se podía ver cómo los carros llevaban una bolsa en la que iban depositando los alimentos para donar. Carros de solidaridad empujados por seres humanos.

Daniel Vallés Turmo, 10 de diciembre de 2014

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Innovar copiando

Se quiere divulgar la Innovación “con mayúsculas” como una cosa fácil, cuando es difícil en un mundo cada vez más complejo. Sin embargo, la innovación “con minúsculas” es cada vez más asequible y necesaria.
La Innovación “con mayúsculas” implica la necesidad de una intensidad en capital, en tecnología y en recursos humanos, que cada vez requiere más especialización y economías de escala.

Vicente Salas, en una reciente conferencia en Huesca, remarcaba esta implicación: “En regiones con un alto nivel de I+D y bajo desempleo, el objetivo debería centrarse sobre todo en actividades emprendedoras basadas en el conocimiento.
En regiones con un alto nivel de desempleo y baja intensidad en I+D, las políticas públicas deberían enfocarse hacia emprendimiento en actividades de baja tecnología, pues de otro modo tienen una alta probabilidad de fracaso.
En aquellas zonas que no tienen todavía la intensidad suficiente de I+D se requiere el facilitar a los emprendedores y a las empresas la información libre de nuevas tecnologías y la facilitación del acceso a mercados mayores”.

El acceso a esta Innovación “con minúsculas” es cada vez más fácil debido a las tecnologías de las comunicaciones, pero se requiere disponer de una metodología que nos permita detectarla, evaluarla e implementarla de manera sistemática.
El Lienzo de Modelo de Negocio, del que he hablado asiduamente, nos sirve para tener un marco de referencia de los distintos módulos implicados en la empresa para direccionar la información.
De esta forma, podemos discernir las áreas de mejora en nuestra organización y discriminar la información que nos llega por distintos medios de comunicación, la formación y conversaciones.

Utilizando una metáfora, sería similar a aquellos recortables de papel con los que jugaban los niños, pudiendo vestir a los muñecos con las distintas posibilidades. Cortábamos y pegábamos. Cuánto más lo practicábamos, más habilidosos éramos.
Con la información digitalizada, hace años que ya nos hemos acostumbrado al hábito de “copiar y pegar”. A pesar de la mala fama que puede tener, nos ha ayudado a elaborar los documentos más rápida y fácilmente.
De la misma forma, este hábito es necesario en la empresa para asimilar las tendencias que ocurren tanto en su sector, como en áreas funcionales de otros distintos para adaptarse al mercado.

Es un “copiar y pegar” adaptativo, como lo hace continuamente la replicación de ADN sintetizando una copia idéntica. De esta manera de una molécula de ADN única, se obtienen dos o más "clones" de la primera. Según se explica en Wikipedia.
De forma similar funcionan algunas de nuestras neuronas, las denominadas “espejo”. Éstas se activan cuando un animal o persona ejecuta una acción y cuando observa esa misma acción al ser ejecutada por otro individuo, especialmente un congénere.

Se supone que estas neuronas desempeñan una función importante dentro de las capacidades cognitivas ligadas a la vida social, tales como la empatía (capacidad de ponerse en el lugar de otro) y la imitación. Según se explica en Wikipedia.
Así, vemos que nuestro organismo está preparado para copiar y para imitar como una base fundamental para posibilitar la super
vivencia. Esto nos debería hacer ver con otros ojos el “copiar”.
Es un prejuicio negativo que lo hemos utilizado para despreciar a sociedades que han ido usurpando la predominancia occidental. Así, primero estuvo el estereotipo de los japoneses como “copiones” y, después, los chinos.

Tal vez haya detrás, la tradición centenaria del idealismo europeo que ha priorizado el ámbito espiritual. Un paradigma que se ha ido modelando progresivamente con el protestantismo y el pragmatismo norteamericano.
Sin embargo, las culturas japonesas y chinas, al no estar contagiados por esta cosmovisión ética idealista, lo han evolucionado rápidamente hasta acabar de quebrarlo.
Este cambio de paradigma heurístico es el que ha posibilitado el exponencial crecimiento de los países asiáticos, así como la asimilación de la tecnología y la adaptación a los mercados.

La heurística es una técnica práctica para resolver problemas. Algunos autores dicen que la base de la heurística está en la experiencia de resolver problemas y en ver cómo otros lo hacen. O sea, copiar.

Daniel Vallés Turmo

miércoles, 26 de noviembre de 2014

¿D.A.F.O.?


Al menos desde 1965, se viene estudiando en la gestión de empresas la matriz llamada DAFO para estudiar la situación de una empresa o un proyecto, analizando sus características internas y su situación externa.
Así, sus características internas son sus debilidades y fortalezas, y su situación externa son sus amenazas y oportunidades. Proviene del inglés SWOT (Strengths, Weaknesses, Opportunities y Threats).
El objetivo final de este planteamiento estratégico es determinar estrategias para destacar cada fortaleza, disfrutar cada oportunidad,  defender cada debilidad y detener cada amenaza.

Me viene a la memoria esta herramienta tras escuchar una ponencia de Richard Vaughan en el Foro Empresa. Remarcó la importancia de no compararse con nadie para lograr el éxito.
El motivo aludido es que cuando nos comparamos, tendemos a evaluar nuestras debilidades con las fortalezas del otro, de manera que no nos ayuda a trazar nuestro propio camino.

Me viene, también a la memoria, el libro de Stephen Covey “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” escrito en 1989. En el mismo, igualmente se remarca el no competir y compararnos.
Alguno me dirá que es de “avestruces” el no encarar nuestras debilidades. Evidentemente que sí tenemos que conocer nuestras limitaciones, pero enfocadas en un proyecto determinado.

Un buen entrenador no es aquel que va dando ánimos y reprimendas a sus jugadores, sino que indica lo que se ha hecho bien o lo que se ha hecho mal y, en este caso, lo que es necesario hacer para mejorar.
De esa forma no se culpabiliza a la persona, sino que se le responsabiliza de sus acciones con el objetivo de corregir y que se puedan alcanzar los objetivos pretendidos.
La misma estrategia que se emplea en la negociación y resolución de conflictos de no centrarnos en la persona, sino en los hechos. De esta forma evitamos la carga emocional que nos impide la objetividad.

Otro ejemplo donde se produce esta incapacidad de ser emocionalmente objetivo es en el llamado “dilema del prisionero” donde se muestra que dos personas pueden no cooperar incluso si en ello va el interés de ambas.
Podríamos seguir enumerando más ejemplos en el que la autovaloración impide que tomemos las decisiones más oportunas. Esta autovaloración, tiene que ver con nuestra autoestima.
Si tenemos una baja autoestima, tenderemos a vernos muy influenciados por las opiniones de nuestro entorno, tanto si son positivas, como si son negativas. Así, que seremos vulnerables a las adulaciones y a las maledicencias.

Esta valoración de nosotros mismos, la autoconfianza, la vamos mejorando paulatinamente conforme obtenemos buenos resultados en aspectos concretos que estamos tratando.
Lo mismo se puede aplicar en las organizaciones y empresas. En un momento de cambios tan rápidos, es muy importante centrarse en el éxito de los proyectos que se están desarrollando.
Así, es necesario dar respuestas rápidas en la innovación en el ámbito empresarial para mantener la competitividad, de manera que se requiere la aplicación de metodologías también rápidas.

Estas herramientas llamadas de gestión ágil (Lean Startup) se centran en el cliente. Primero descubriéndolo, luego validándolo y, finalmente, escalándolo a un determinado segmento de mercado.
Se basan en la creación de modelos en las que hemos hecho hipótesis que luego validaremos testándolas. Una de estas metodologías es la técnica del Lienzo de Modelo de Negocio.
En ella se describe de manera lógica y global la forma en que las organizaciones crean, entregan y capturan valor. De manera que  facilita a la empresa centrase en la mejora continua.
A diferencia del DAFO, estas herramientas no se centran tanto en la empresa como en el cliente. Esta focalización permite que la organización se vaya transformando para adaptarse a los cambios en el mercado.
Daniel VALLÉS TURMO

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Pastor antes que consultor


Me permito cambiar el dicho de “cocinero antes que fraile”. Este refrán se refiere al hecho que la experiencia ayuda a hacer las cosas y a prever lo que suele ocurrir en cada oficio.

Todavía, después de más de 10 años de su aparición, se suele contar el chiste del pastor y el consultor en muchos seminarios de formación empresarial. Hay muchas versiones. Escojo una del año 2003.
Un pastor cuidaba de sus ovejas cuando de pronto avista en el horizonte un todoterreno que se acerca. Al llegar al lado del pastor, el coche se detiene. Desciende un hombre  del mismo.
Sin presentarse, pregunta al pastor: “Si le digo cuantas ovejas tiene usted aquí, ¿me daría una?”. El pastor, humildemente, dice que sí. Rápidamente el hombre saca su “notebook” de ultimísima generación.
Se conecta a Internet y al instante responde: “335 ovejas”. El pastor, sin decir nada, le da una oveja y luego le dice: “Si yo adivino la profesión que ejerce, ¿me devolvería mi oveja?”.
“Claro que sí”, responde el hombre del todoterreno. “Usted, señor, es un consultor”, afirma de forma contundente el humilde pastor. Estupefacto, el hombre devuelve la oveja al pastor, no sin antes preguntarle a éste como lo había adivinado.
“Muy fácil, responde el pastor. Usted llegó aquí sin ser llamado, se mete en mi negocio sin pedir permiso, me dice algo que yo ya sabía y, encima, pretende cobrar por eso”.

En alguna variante del chiste, el consultor coge un perro en vez de una oveja y se lo lleva al coche. El chiste es gracioso, pero cuesta creer que el consultor eligiera el perro y, todavía más, que el perro pastor se dejara coger.
Estos perros suelen ser muy huidizos con los extraños. Sin embargo, guardan una relación muy estrecha con el pastor, tras un largo periodo de adiestramiento, obedeciendo las órdenes para manejar el rebaño.
Este adiestramiento del perro ha sido fundamental en la historia de la humanidad para poder alimentarnos. Como puede suponerse, no es un proceso fácil, ni todos los perros son aptos.

Cada perro está adiestrado para una tipo de tarea. No es lo mismo vigilar las ovejas en los pastos de las montañas que cuando se están comiendo los rastrojos de los campos en la tierra baja.
En los pastos de montaña, el rebaño se suele dispersar y la labor del perro es que no asciendan hacia arriba para ir dejando los prados de arriba conforme avance la estancia en el puerto.
Para realizar esta tarea, al perro le toca correr largas distancias para mantener a las ovejas por debajo de la cota que el pastor quiere. Al cabo del día, acaba agotado de tanto trote.
Sin embargo, cuando se pasta en el llano, la misión principal del perro es hacer que el rebaño no entre en los campos no permitidos y respetar las lindes cuando se va por una cabañera.
Cuando se va por una zona conocida, el perro sabe hacer esta tarea por sí mismo. En el caso de ir de cabañera, el perro está junto al pastor listo para obedecer las indicaciones.
Suelen ser perros muy obedientes y fieles a sus dueños. Recuerdo una vez como dejamos un perro junto al morral de pastor y allí nos estuvo esperando hasta que regresemos.

Pero hay unas ovejas que no obedecen a los perros cuando se encuentran en verano en los pastos de la montaña. Son las ovejas negras. Debido al color oscuro de su lana, buscan la altura para estar más frescas.
De modo que desaparecen al llegar al puerto y no se las ve hasta que va llegando el otoño y refresca. Por suerte para el pastor, no son muchas en los rebaños, si no sería un verdadero problema.

Espero que esta anécdota sobre las ovejas negras lleve a mejorar la imagen que tenemos de ellas. Por aquello del dicho de “ser la oveja negra” del grupo. Como vemos en el ejemplo, tiene explicación su conducta.

También que, cuando veamos un rebaño, valoremos la dificultad de su manejo. Posiblemente, muchas habilidades que adquieren los pastores serían muy necesarias para desempeñar el oficio de consultor.

Daniel Vallés Turmo

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Más allá del .com


La librería Castillón de Barbastro nace en el año 1927. “Desde entonces, cada mañana abrimos las puertas de nuestro establecimiento con la intención de satisfacer las necesidades lectoras de nuestros clientes, la mayoría considerados amigos”.

Así es cómo se presenta en su página web. Casualmente, acaba de estrenar el canal de venta por Internet la misma semana que en su ciudad se celebra el II Congreso del Libro Electrónico.
Un ejemplo, el libro electrónico, de un producto al que los libreros tienen que adaptarse. Nuevas tendencias de consumo hacia la digitalización posibilitadas por las nuevas tecnologías.

Alguno dirá que ya no es noticia que un comercio local acceda al comercio electrónico en nuestra provincia, cuando casi han pasado 20 años desde que Barrabés fue pionero.
En estos años, el comercio electrónico ha cambiado mucho y se está integrando en los negocios locales como un canal, no sólo de venta, sino de relación con los posibles clientes.
Lo primero de todo es un gran escaparate virtual para mostrar a los posibles clientes las 24 horas. Es una extensión de ese escaparate que, con tanto mimo, preparan los libreros para llamar nuestra atención.
Un escaparate que nos permite una búsqueda por novedades, temáticas, recomendaciones o los más vendidos, para seguir captando nuestra atención y poder satisfacer nuestras necesidades.

En el caso de Barbastro, que es un punto de referencia de compra para la Ribagorza y el Sobrarbe, posibilita el mantener el contacto con estos clientes que se encuentran a decenas de kilómetros.
Cuanto más tiempo pensemos en libros, más posibilidades tendremos de adquirir uno y, a su vez, que nos recomienden otros semejantes que nos pueden interesar. Es una nueva forma de hablar con nuestro librero.
Además, los libreros se han unido en plataformas tecnológicas que permiten las mismas funciones de búsqueda a las que estamos acostumbrados, como es el caso de Amazon.

Una vez que nos hemos decidido por un libro, podemos acceder a su ficha donde conocemos si está disponible en la librería o el tiempo que tardarán en hacérnoslo llegar.
Si nos convence, lo añadimos a la cesta. El proceso que sigue es muy visual con un cuadro que plantea cuatro etapas: mi cesta (los libros seleccionados), envío, facturación y finalizar.
Al comprar, podemos hacerlo sin necesidad de ser un cliente registrado. Primero, nos piden los datos de contacto y luego, si queremos que nos lo envíen a domicilio o recogerlo en la tienda.
Esta última opción es muy interesante en el modelo de negocio multicanal que hemos comentado. Logramos que nuestra zona de influencia de compra física sea mucho más amplia.
Este es el caso de los clientes de poblaciones que vienen a comprar a la ciudad un día a la semana o el de los vecinos que únicamente vienen el fin de semana. De esta forma se aseguran disponer el libro cuando vayan.

Respecto al envío a casa, un punto interesante es la posibilidad de utilizar este canal como una forma de regalo, al igual que ocurre con las flores o los dulces. Incluso, nos lo pueden enviar con papel especial.
Si decidimos recoger en la tienda, podemos escoger el pagarlo ya con tarjeta o transferencia o hacerlo al recoger el libro en la tienda. Una vez que hemos acabado el pedido, recibimos un mensaje de confirmación.
Si el libro no estuviera disponible en la tienda y tardara algún tiempo, recibiremos un mensaje cuando haya llegado a la librería. Como vemos, el entorno nos da mucha seguridad.

La misma confianza que nos daba el librero del barrio cuando le preguntábamos por un libro o nos hablaba de una novedad que había recibido. Cuando sólo entrabamos para conversar.
Con esa misma filosofía, la tecnología permite a las librerías de toda la vida adaptarse a los nuevos cambios y poder pasar el testigo a una nueva generación que abra cada día la puerta.

martes, 7 de octubre de 2014

Push o Pull

Empujar o tirar. Estamos acostumbrados a encontrarnos esta indicación en las puertas para saber el sentido en que debemos abrirlas. Pero, también, se refiere en marketing a la forma como vamos a abordar la demanda.
En el ámbito de las aplicaciones móviles también tiene su significado. El caso más conocido en la actualidad son las notificaciones que vamos recibiendo de los distintos servicios a los que estamos subscritos.
Así, WhatsApp, Facebook, Gmail y cualquier aplicación que nos permita activar la posibilidad de notificación. Pero, con el incremento de su uso, está haciendo que estemos continuamente mirando el Smartphone cuando suena algún pitido.

Ante esta realidad, están apareciendo muchos dispositivos “wearables”, como son las pulseras y los relojes donde podemos ver qué tipo de notificación es sin necesidad de acceder al teléfono.
Sin embargo, este incremento continuo de alertas, está haciendo que vaya perdiendo su fin inicial de informarnos de aquellas cosas importantes. Así, que es necesario hacer mejoras en su diseño.

Facebook, ante la imposibilidad de poder mostrar todas las publicaciones, dispone de un algoritmo para enseñarnos aquellas que nos pueden interesar más. No obstante, nos deja influenciar de distintos modos.
El primer paso es que seamos amigos o sigamos una determinada página. Si queremos que nos muestren todas las publicaciones, podemos señalar la opción “Activar notificaciones”.
En el caso de un perfil personal, nos permite el clasificar a la persona en distintas categorías de afinidad, como mejores amigos, conocidos y otro tipo que queramos especificar como lista de intereses.
Dado el número de publicaciones, Facebook nos suele mostrar aquellas con las que interactuamos más. Pero, podemos dejar de recibir las publicaciones, bien ocultando una determinada o bien dejando de seguirlas.
Algo similar ocurre con las aplicaciones móviles. Si no nos posibilitan una ayuda concreta útil, no las descargamos. Y, si lo hacemos, acaban siendo “zombis” que acabamos desinstalando cuando nos falta memoria.

Esta realidad la conocen muy bien las empresas que se dedican al desarrollo de aplicaciones móviles para empresas, como es el caso de la oscense Tiltac, con experiencia en un amplio abanico de sectores.
La aplicación móvil tiene que “enganchar” con algún tipo de herramienta que nos facilite la relación con la empresa. Así, poder hacer reservas o tener una línea directa de mensajería instantánea.
Por eso es necesario hacer un análisis previo del mapa de interacción con el cliente y especificar la función que en ella tienen la relación a través de aplicaciones para los dispositivos móviles.
Uno de los posibles usos de las aplicaciones móviles son los eventos, dado que nos permiten poder informar, inscribirnos y recibir notificaciones personalizadas. Un caso particular, son las fiestas de las poblaciones.

Para estos Pilares 2014, Tiltac ha vuelto a lanzar su aplicación con el programa de fiestas para que no nos perdamos ningún acto al poder consultar en cualquier momento, sin necesidad de acceso a Internet, qué podemos hacer.
Otra empresa oscense, Just BubbleColor, nos ofrece otra aplicación móvil para poder seguir las fiestas del Pilar de una forma concreta. En este caso, se trata de recibir notificaciones para aquellos temas que son de nuestro interés.
Así, las fiestas del Pilar son uno de estos temas, que en la aplicación se llaman “Burbujas”. Si la marco, iré recibiendo actualizaciones sobre este tema. En este caso, se han creado sub burbujas, como es el caso de las zonas de conciertos.
En la aplicación BubbleColor, podemos activar otras “burbujas” que nos interesen, bien por localización geográfica o por interés, de forma que podemos ir activando o desactivando según nos interese.

La distinta aproximación para disponer de información sobre las Fiestas del Pilar que proponen Tiltac y BubbleColor, nos indica que nos encontramos en un ámbito donde se está produciendo una innovación continua.

Porque lo importante, bien empujando o tirando, es abrir la puerta de las empresas a los clientes. Y de estos saben mucho los emprendedores de estas dos empresas de Huesca.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Femoga innova


Acaba de finalizar Femoga en Sariñena. Una feria por la que han pasado más de 45.000 visitantes. El recinto y la ciudad estaban rebosantes de personas y de una ilusión contagiosa.
Durante tres días podemos ver una nutrida oferta comercial en los pabellones. En el porche el ganado participante en los distintos concurso de ovino, vacuno y aves. Y, en la zona descubierta, la maquinaria industrial, agrícola y ganadera.

Además de las distintas charlas y seminarios que se imparten en el ámbito ganadero y agrícola a cargo de destacados expertos en las materias más demandadas por los asistentes.
En los últimos años se han ido desarrollando nuevas actividades para sensibilizar a las empresas y al público asistente en la necesidad de apostar por la innovación como estrategia para el futuro.

La actividad más veterana, con más de cuatro años, es El Rincón de la Ciencia. Es un stand de la Asociación Monegros Empresarial donde se realizan actividades  orientadas a estimular la vocación por la ciencia y las tecnologías.
En este espacio se han ido mostrando inventos de empresas y emprendedores. También, investigaciones de la Universidad. Así como la labor realizada por la Fundación del Hidrogeno y el Planetario de Huesca, entre otros.

Este año se ha celebrado el II Concurso Elevator Pitch de Los Monegros que cuenta con una categoría infantil (hasta 14 años) y otra de adultos. Esta actividad está organizada por CEEIAragón, Femoga, Parque Tecnológico Walqa y Seycob.
El objetivo de este concurso es animar tanto a los estudiantes, como a los emprendedores y empresarios a saber vender su proyecto ante un jurado que se lo cuestiona.
Durante tres minutos el concursante, sin ningún tipo de apoyo escrito, tiene que utilizar todas sus estrategias de persuasión tanto en la exposición como en la contestación a las preguntas que se le hacen.
La parte más vistosa es la del propio concurso, pero como ocurre en un iceberg hay una labor previa en convencer a los asistentes y en apoyarles para que se quiten los miedos y lo hagan lo mejor posible.

Este año se ha añadido una nueva actividad, el primer Concurso Femoga a la Innovación en Maquinaria Agropecuaria al que se presentaron nueve empresas para competir este año.
Este concurso está abierto a todas aquellas mejoras e invenciones que presentan alguna innovación agrícola vinculada a aperos, máquinas, equipos o instalaciones con aplicación directa en la agricultura y medio rural.
El ganador de este año ha sido la empresa de Zaidin Garmelet con la presentación de su atomizador para frutales que dispone de un doble ventilador delantero (para tratar el lado derecho) y trasero (para tratar el lado izquierdo).
Todas las innovaciones presentadas al concurso se exponen en la Galería de la Innovación, contando con una  fotografía de la maquinaria y una descripción técnica de la misma.

Estas actividades de innovación se agregan al resto de la programación, uniendo tradición y futuro en un entorno que anima al encuentro, al debate y, sobre todo, a la ilusión compartida.
Así, el domingo por la mañana, tras la entrega de premios a la Mejor Innovación en Maquinaria Agrícola, continua el acto del XVIII Concurso Aragonés de Chotos. Este año el ganador es un ejemplar de 5 años llamado Griso.
Le sigue el IV Homenaje al Pastor  Monegrino, que tiene la finalidad de prestigiar la labor que realizan los pastores y dar a conocer al conjunto de la sociedad el papel tan importante desde el punto de vista social, económico y medioambiental.
Este año, el homenaje fue para Matías Arruebo Ferrer, original de Tramacastilla de Tena y vecino de Sariñena desde hace más de 30 años, y Jesús Cuello Pisa, de la localidad de Robres.

Me emociono al ver a Matías recoger el premio acompañado de su nieta. El mismo oficio que mi padre, la misma edad, pero él ya nos dejó hace 20 años. La niña coge con ilusión una figura de oveja que se ofrece como trofeo.

A finalizar, saludo al ganador del Premio a la Innovación de Maquinaria, que también viene acompañado de su familia. Y veo la misma ilusión en su cara que los pastores homenajeados.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

¿Por qué no me callo?

“¿Por qué no te callas?” es una frase que ha quedado en nuestra memoria. La dijo el rey Juan Carlos I en 2007 en la reunión de países iberoamericanos dirigiéndose al presidente venezolano Hugo Chávez.
Tuvo una gran repercusión, porque no es la frase que se espera de un jefe de estado, pero tenía toda la autoridad para parar las acusaciones que estaba haciendo contra el anterior presidente español José María Aznar.

Esta frase la solemos utilizar prestada cuando alguien dice algo que no nos parece adecuado de forma reiterada. El hecho que la utilizara un rey ha hecho que parezca menos inoportuna para el resto de los mortales
Pero, ¿por qué Hugo Chávez o cualquiera de nosotros no vemos que estamos siendo excesivamente molestos? Simplemente es porque hemos perdido el control emocional de la situación y no somos capaces de cuestionarnos.

Similar a la parábola del evangelio que dice: “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?”, nos es muy difícil hacer la autocrítica.
Además de no saber hacer la autocrítica, otro error en el que solemos caer fácilmente cuando estamos analizando un problema es el centrarnos en la persona en vez del proceso.

Cuando utilizamos esta forma de focalización, estamos muy cerca de caer en un proceso de culpabilización de la persona en vez de responsabilización del proceso que se trata.
Cuando nos centramos en el proceso, estamos analizando lo sucedido y tratamos de arreglar aquello que no ha funcionado bien para ver cómo lo podemos cambiar para mejorar. La persona responsable tratará de hacerlo mejor la próxima vez.

Mientras que si nos centramos en la persona, estamos culpabilizando la persona. Ya no se trata de una resolución de problemas sino de una acusación personal que no ayuda a nada ni a mejorar el problema, ni mucho menos la relación personal.
Se suele utilizar de forma habitual frases como “Tú eres el culpable del fracaso de este proyecto”. Deberíamos descartarlas absolutamente por lo que hemos comentado anteriormente.

Esta misma estrategia la podemos utilizar en cualquier tipo de negociación. Podemos ser muy duros luchando por algún tema concreto de precio o de calidad; pero no deberíamos entrar en descalificaciones.
Así, “¿Te crees que soy tonto?”, “¿Por favor sé serio”,… Aparentemente son expresiones que no son maliciosas, pero hacen que nos centremos en las personas, en vez de los temas.

De esta forma, es muy fácil que podamos entrar en algún tipo de conflicto interpersonal, mientras que de la otra forma, no nos “metemos” con la otra parte, sino con el contenido de su oferta.
Otra frase que podemos haber dicho en alguna ocasión es “Contigo no se puede trabajar”. Cometemos el mismo error. Estamos descalificando a la otra persona, que no ayuda nada a mantener una buena relación.

De nuevo, no nos centramos en el problema, sino que nos centramos en la persona. Estamos utilizando una verdadera bomba. Lo que se dice “Matar moscas a cañonazos”. Y lo peor, estamos quemando el terreno.
Además, suele ocurrir que solemos caer en la trampa y “entramos a trapo” de forma que la otra parte se justifica por la frase que ha realizado. De forma que entramos en un bucle de difícil solución.

Si tenemos una buena renta de “buen rollo” con la otra persona, no pasa nada, porque puede más la historia pasada. Pero, si se repite a menudo, estamos perdiendo el crédito con la otra persona.
Sin duda, de forma preventiva, deberíamos aprender a callarnos cuando estamos centrándonos en la persona en vez del proceso cuando tratamos problemas de forma significativa.

Y, si nos vemos implicados en una acusación personal, deberíamos aprender a no “tomarla en serio” (no entrar al trapo) y reconducirla hacia la problemática que estemos tratando.

En el arte del hablar, ya hace muchos años, Socrates enseñaba a sus discípulos que antes de conversar utilizaran el filtro de si lo que iban a decir era bueno, verdadero y necesario. Si no, era mejor callar.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Todo se para


Vamos a ver varios casos donde la salud se quiebra y no deja que continuemos con el proyecto empresarial. En ese momento todo se para. Es una buena ocasión para retomar medidas preventivas.

Día ventoso de febrero. Son carnavales. Ha aprovechado la pausa del mediodía de la panadería para comer con sus amigas, pero antes de abrir tenía que llevar a los niños al colegio para el festival de disfraces.
Se hace tarde. Coge el coche. Corre un poco más rápido que de costumbre. Aprovecha para hacer una llamada mientras conduce. Una ráfaga de aire le lleva hacia el otro carril. No consigue controlar la dirección.
Dos coches sobre la calzada. Se para el tráfico. Acuden los conductores. Vienen tráfico, los bomberos y las ambulancias. A los pocos minutos te encuentras en un box de urgencias del hospital.
La panadería permanece cerrada. Los clientes esperan en la puerta. Un familiar acude más tarde para despachar. Preguntas y lamentos. Al cerrar, quedan algunas barras de pan en las estanterías.

Sábado tarde de mayo. Hace un día ideal para hacer un poco deporte con los amigos. A las 8 le toca volver al restaurante  para hacerse cargo de las cenas. Estos momentos de actividad ayudan a rebajar el estrés.
Tras el partido suelen quedar a tomar una cerveza. Le están esperando fuera. “¡Qué raro que tarde tanto!”. Entran a darle un toque. Le encuentran tumbado sobre el suelo del vestuario.
Ictus. Ambulancia al hospital. Diagnóstico. Ambulancia a una unidad especializada. Tratamiento de choque. Meses y meses de rehabilitación para ir recuperando la funcionalidad.
El restaurante sigue abierto. Más faena, pero contentos de tenerla. Paciencia para esperar que se vuelva a incorporar. Mucha alegría el día que ocurre.  Agradecido de volver a la rutina.

Domingo tarde de junio. Hoy no hay clases. Toca sesión larga de “running”. No se ha levantado con buenas sensaciones, pero sabe que la pereza hay que combatirla con la acción.

Comienza a rodar. Cuesta, pero se lo toma con calma. Suda más de lo habitual y se nota más cansado. Hasta que nota un dolor en el pecho que no le deja salir. Se queda parado.
Pasa un coche y le recogen. Urgencias. Ha llegado a tiempo. Todo bajo control. Unos días hospitalizado y una hoja con consejos al salir. Entre ellos el monitorizar el esfuerzo para incrementar la actividad física progresivamente.
Vuelta a la academia. Ilusión de volver a encontrar a los compañeros y a los alumnos. Poco a poco va volviendo la confianza para hacer deporte. Por supuesto, con control médico.

Es un emprendedor de éxito. Ha logrado que su empresa de Internet sea una de las más valoradas en su región. Ha supuesto muchos años de trabajo arduo y resolución de conflictos.
El estrés se va maquillando con más café y alguna copa tras salir tarde de la oficina. Uno se siente un “master del universo” con energía ilimitada. No hay tiempo para descansar.
Crisis de ansiedad. El cuerpo ya no puede más. Palpitaciones, sudor, pensamientos obsesivos que amartillan. Los medicamentos ya no dan el efecto equilibrado mágico de cada mañana.
Baja. Nueva palabra en su vocabulario. Tratamiento, relax, psicoterapia. Meses. Vuelta a la empresa pero con una nueva forma de trabajo y más equilibrio con la vida familiar.

Viernes de setiembre. Hoy tocaba prueba en el hospital. El verano ha sido complicado. Ya se sabe, el calor. Ha tenido que ir al médico para ver ese dolor que no estaba. Nunca hay tiempo para dejar el trabajo.
Bueno, Parcetamol. Pasan unas semanas y continua, Antibióticos. Continua. Hospital. Pruebas. Unas se hacen enseguida y otras están programadas. Hoy tocaba la resonancia. No sales del hospital. Se ha encontrado algo grave.

Esto casos ocurren porque nuestra psicología no está preparada para saber valorar el daño que nos estamos haciendo con hábitos no saludables. Por eso, es preciso que integremos hábitos saludables en el día a día.

Profesionales

Todos los sectores se están transformando por el cambio del modelo de negocio debido a distintas modificaciones en la segmentación de clientes, la propuesta de valor, los canales, la relación con los clientes o el precio.
De la misma manera, está cambiando la forma de llevar a término la actividad con diferencias en los recursos utilizados, las actividades realizadas, los socios y la estructura de costos.

Esta tendencia también está llegando a las actividades profesionales, lo que denominamos profesiones liberales, como son la medicina, la abogacía, la ingeniería y muchas otras reguladas mediante colegiación.
En algunos casos, esta transformación viene dada por la incorporación a una estructura empresarial, de forma que el profesional pasa a ser un empleado de la organización.

También, se suele dar el agrupamiento de profesionales entorno a un gabinete para potenciar la comunicación, crear sinergias y compartir los gastos de estructura generales.
Posiblemente, la mayor parte ejerce de forma individual realizando la actividad a tiempo completo o compaginándola con otro tipo de empleo en alguna empresa u organización.

En todos estos casos, el profesional tiene que ver su actividad más allá de su “profesión” para adaptar “su empresa” a las nuevas necesidades que requieren sus clientes.
No sé trata únicamente de ser un “buen profesional” conociendo muy bien la materia, sino que es preciso ser bueno en todas las áreas que incumben a un proyecto empresarial.
Un ejemplo de innovación en la actividad profesional es el de la psicóloga oscense Chusa Castán Borderías. Vamos a ejemplificarlo en algunos aspectos del canal de relación con los clientes.

Su actividad la realiza a través de canales tradicionales en el ámbito psicológico, como son la docencia, la conferencia, la consulta y la colaboración con empresas e instituciones.
Un cambio significativo en el canal es el centro donde tiene su consulta. En vez de estar en una oficina, está situado a pie de calle con una atractiva decoración de la fachada.

Esta disposición del local permite una mayor difusión para que los posibles clientes conozcan la actividad y la vean accesible. Es una tendencia en todas las profesionales liberales.
Además, permite el poder comunicar nuevos productos a los clientes cambiando los carteles que dan a la calle, al modo que hacen las oficinas bancarias y otras empresas de servicios.

Otra innovación en el canal de relación con el cliente es la publicación del libro Vips Attacks, www.vipsattacks.com, en el que divulga de una forma gráfica y simpática algunos problemas psicológicos comunes.
Se trata de un libro muy cuidado tanto en la parte científica como en la parte divulgativa. Es de reseñar la ejemplificación humanizada de los “virus psicológicos” en unos reptiles disfrazados de soldados romanos.

Al igual que la precisa y detallada ilustración de cada uno de estos “virus psicológicos” que encajan como un guante con el concepto que la autora nos quiere comunicar.
Estas características del libro de divulgación posibilitan la peculiaridad de poder alcanzar un amplio segmento de posibles clientes de todas las edades, ámbitos sociales y académicos.

El libro enseña los mecanismos más comunes que nos llevan a tener algún trastorno psicológico, así como la tipología de estos problemas, describiendo cada uno de los mismos.
Algunos lectores de este libro, ya serán clientes. Para ellos supone una herramienta de formación, acudiendo al profesional cuando consideren que es necesaria su intervención.

Otros lectores, tras la sensibilización dada por la lectura, pueden considerar necesario el acudir a un profesional de la psicología para abordar algunos aspectos que se describen.