miércoles, 26 de septiembre de 2018

Ovejas con piel de ovejas


No me equivoco del dicho que todos conocemos “lobos con piel de ovejas”, referido a la parábola del evangelio de “Mateo 7, 15-20” en la que se advierte de los falsos profetas que se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Aludo a otro significado. Me explicaré. Durante miles de años los rebaños de ovejas han servido para poder sobrevivir en nuestro territorio. Una oveja suele vivir entre 8 y 9 años dando a luz de 20 a 22 corderos en su ciclo de vida.

Algunas veces paren uno, otras dos y, en ocasiones, nace muerta la criatura. En esta situación, nos encontramos que la oveja está preparada para dar leche y no suele aceptar otro cordero que no sea el suyo. Los conocen por el olor.
Una estratagema que utilizan los pastores es la de revestir un cordero con la piel del que no ha tenido viabilidad, de modo que la oveja lo siente como suyo y le deja tomar su leche y le cuida. Es una situación de “ganar – ganar”.
Es una escena muy tierna ver en una paridera con decenas de ovejas y crías como se encuentran unos con otros entre balidos y olfateos tras volver de comer las madres.

La oveja es un animal gregario, pero muy asustadizo. El perro, descendiente domesticado de la familia de los lobos, ayuda a mantener el rebaño unido y a defenderlo de posibles estampidas y ataques. Confía en el pastor y en el perro.
No se puede decir que el lobo sea el mejor amigo de la oveja, pero sí lo es, como ya lo he comentado, un descendiente domesticado del mismo. Puede resultar paradójico, pero la situación que nos ha tocado vivir también es compleja.

Sin duda, la confianza ayuda a afrontar mejor los retos. La misma confianza que el cordero que sabe que su madre le va a dar leche o la de la oveja que, también, sabe que el pastor y el perro le van a defender.
Así, la confianza está relacionada con el miedo, el miedo es un inhibidor de la toma de riesgos, y sin toma de riesgos no es posible emprender. Por eso es importante saber gestionar el miedo.
Podemos hablar de una confianza propia, autoestima, y otra grupal. En ambos casos nos encontramos con inhibidores y desinhibidores que desencadenan la confianza o el miedo.
No voy a tratar aquí como se construye la autoestima, sino que me centraré en cómo crear una confianza grupal que permite poder asumir riesgos y, por tanto, emprender.

Uno de los países con más impulso emprendedor de calidad es Israel, donde disponiendo de pocos recursos naturales se han especializado en el área tecnológica.
En las milicias obligatorias aprenden a trabajar en grupo. Tras una maniobra, hacen una reunión de evaluación en la que hablan todas las personas sin importar su jerarquía.
Este hábito supone dos consecuencias. Primero, aprender a aprender y, segundo, saber aceptar las críticas sin miedo a que haya represalias por parte de la jerarquía. Sin duda, estos hábitos son influyentes en el dinamismo emprendedor posterior de estos jóvenes y, como consecuencia, en la innovación empresarial del país.
En vez de proponer una sociedad del miedo, se predispone una de confianza. En vez del cartel en las fincas: “Cuidado con el perro”, el cartel, “Llame para comprar nuestros productos”.

Recuerdo un emprendedor sin prejuicios con los inspectores de Hacienda, que le vinieron a ver sin avisar a su empresa y con tranquilidad les dio la tarjeta de su gestor y les dijo que ese tema era mejor que lo trataran con él. A continuación, siguió con la tarea que estaba realizando.

Asertividad sin agresividad. Volviendo con las ovejas, una de las cosas más difíciles de aprender por un perro pastor es a morder la pata (si fuera necesario para imponer su autoridad) sin hacer daño. El problema es que tiene que diferenciar entre las ovejas y las cabras. Éstas últimas tienen la piel más dura.
Acabaré con otra cita del evangelio, la de Juan 10, 11-16: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas...” Vale la pena, ver la cita para ver todo el texto.
Sin duda, también son necesarios los “pastores con piel de pastores”. Aplicado al ámbito empresarial, sería los “empresarios con piel de empresarios” sin ningún tipo de disfraz.

Daniel VALLÉS TURMO

Artículo publicado en Diario del Altoaragón el día 26 de Setiembre de 2018

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Valor cultural y natural


Este año se cumple el centenario de la creación del Parque Nacional de Ordesa. Un lugar que ahora se cuida como si fuera algo excepcional atrayendo centenares de miles de personas. Fue, sin duda, un hecho importante su creación.
Sin embargo, no se podía imaginar entonces el despoblamiento de la población que iba a suceder en las siguientes décadas. Desde hace varios miles de años había sido un lugar humanizado por el hombre para la utilización sostenible de sus pastos y recursos forestales.

No hemos de olvidar que a principios del siglo XX había casi 3 millones de ovejas que hacían la trashumancia a los montes del Pirineo Oscense y ahora apenas hay unas decenas de miles. Entre estos pastos, los del Parque Nacional.
Desde hace unas decenas de años estamos viendo como se están perdiendo los pastos y muchos bosques se hacen inaccesibles por su falta de uso. Parte de la belleza de ese paisaje había sido producida por su humanización.
Como elementos compensador, han surgido muchas iniciativas a nivel municipal y comarcal para la recuperación de senderos tradicionales que son imprescindibles para poder disfrutar de esta naturaleza espectacular que nos rodea y crear nuevos “focos de interés turístico”.

El año pasado se celebró el veinte aniversario de la creación del Parque Cultural del Río Vero con alto interés por sus valores naturales y culturales. Es de destacar el albergar 60 enclaves con arte rupestre de los tres estilos de la prehistoria en Europa: Paleolítico, Levantino y Esquemático. Es Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1998.
Esta parte cultural convive con la parte deportiva y naturista de la Sierra y Cañones de Guara, siendo Alquézar el principal atractivo turístico por su belleza como población y la facilidad de acceso a la naturaleza con senderos balizados de fácil realización y gran impacto como experiencia.

La comarca de Sobrarbe está desarrollando desde hace años un proyecto turístico entorno a la figura del Geoparque. Iniciativas similares se están realizando en todas las comarcas de nuestra provincia para poner en valor el patrimonio natural y cultural.
En el 2020 se cumple el centenario del descubrimiento por Ricardo del Arco de varios mosaicos paleo cristianos del siglo IV con inspiración africana de tradición “prisciliana” en la partida de “Monte Cillas” en Coscojuela de Fantova.
Destaca el que está dedicado a Rufo por su esposa Vivencio. Tal vez, la primera imagen de una persona de nuestro entorno. La lápida dice: “Vivencio adornó este sepulcro para Rufo, su dulcísimo esposo”.

Lauda funeraria Monte Cillas
Es una de las joyas del Museo Provincial de Huesca, por el que vale la pena visitarlo. Hay que agradecer que sea gratuito, porque favorece que se vaya cuando se desee. Tal vez habría que hacer un esfuerzo para que otros museos y monumentos sea gratuito su acceso para facilitar el acceso de la población para que lo sientan como propios.
En esta localización del Monte Cillas también se encontraron restos visigodos, pero se abandonó el asentamiento antes de finalizar el siglo V. Sus habitantes, posiblemente, se fueron hacia el norte. En la zona de las Paúles se han encontrado varios asentamientos.

Este es el caso de la cueva Foradada (Paúles en Sobrarbe), que sirvió como depósito funerario entre los siglos VII y mediados del VIII. Supone el límite más septentrional de hallazgos visigodos. En el Museo de Huesca podemos ver el ajuar encontrado: Tres anillos con sello, un hebilla de cinturón y una moneda de oro de la época.

Ajuar Cueva Foradada
El Museo de Huesca surge de la colección de obras de arte procedentes de la desamortización de Mendizabal. A partir de aquí, Valentín Cardedera fue el principal propulsor del Museo Arqueológico de Huesca fundado en 1873.
Ricardo del Arco fue director del mismo. Siendo Vicente Baldellou, fallecido en el año 2014 y director durante cuarenta años, la figura clave en la configuración actual del museo y en el descubrimiento de los abrigos prehistóricos del río Vero.
Desde la comarcalización se han hecho muchas iniciativas en la creación de valor cultural y natural, sobre todo en torno a centros de interpretación, pero se hace necesaria una figura englobadora, como es el caso del Museo Provincial, para mantener la unidad más allá de los límites comarcales.

Museo Provincial de Huesca


Daniel VALLÉS TURMO
Artículo publicado en Diario del Altoaragón el 12 de setiembre

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Motores Sociales


"A mi tío y padrino José María. Yo me tendría que llamar como él, pero el sacerdote  Santos Lalueza decidió poner el santo del día, por eso me llamo Daniel José"

El día 29 de junio de 2018 falleció mi tío José María Turmo Barrabés, de Casa El PEIX de Serraduy. Nació en “Casa Barbero” de Labuerda en setiembre del año 1923.
Acudieron muchas personas del Valle del Isábena. El sacerdote Aurelio Ricou comentó que personas como José María, además de empresarios, consiguen ser motores sociales de donde viven.
Años atrás, cuando falleció su mujer Amalia Barrabés Peré, las mismas palabras dijo de ella el sacerdote José María Limiñana en un funeral al que, también, acudieron de todo el valle del Isábena.

Cuando José María llega a Serraduy en el año 1947 la carretera finaliza allí. Donde está actualmente el Hotel El Peix es donde había un cobertizo en que se cerraba el coche de línea.
La carretera hasta Obarra estaba en construcción. Casa El Peix estaba abierta como fonda desde 1915, siendo un lugar de unión para las personas del valle. Compraron un camión para que José María y su cuñado Juan se dedicaran al comercio en el valle.
Los martes subían camiones de Graus y la Puebla de Roda a vender por los pueblos del Isábena. Los camiones se quedaban en la carretera. Tocaban los cláxones y los perros subían a los pueblos que estaban en la ladera: Biescas de Obarra, Pardinella, Beranuy, Morens, Ballabriga y Calvera. Los vecinos bajaban con los animales hasta la carretera. Con el tiempo, han ido creciendo los barrios de la carretera.
En el primer viaje, subieron utensilios que pensaban podían interesar, pero nadie se acercaba a su camión. Lo comentaron con el padre de Amalia, Ramón Barrabés. Le dijeron que más que vender, se traían recados. Y ellos no eran conocidos, por lo que la gente no se les acercaba.
En el siguiente viaje, subió Ramón y les presentó a los vecinos. A partir de entonces, ya comenzaron a vender. La fonda del Peix servía como lugar donde se dejaban los recados de las necesidades. Más adelante, en las Herrerías hicieron un pequeño almacén para guardar productos.

Era un momento en que los pueblos estaban poblados y se hacían muchos remiendos con los nuevos materiales, como la uralita para arreglar los tejados, pero a la vez ya comenzaba el despoblamiento a las ciudades.
A los pocos años, José María se independizó de su cuñado. Hacía viajes para lo que tocara. Uno de ellos era la cercana mina de carbón que había en Cajigar. Hacía viajes hasta la estación de tren de Barbastro.
También de maderos a Zaragoza. El perro iba encima de la carga y se bajaba unos kilómetros antes para avisar que iba a llegar el camión. También servía como guardián para que no hubiera hurtos.
Los pueblos altos, como Soperún e Iscles vivían de la cría de animales de labranza. Le tocaba llevar a los caballos a las ferias, sobre todo a la de Huesca. Y, también, subir pacas de alfalfa para la alimentación de los animales. Mi tío subía hasta el “Coll del Vent”, pasado Cajigar. Tocaba el claxon y allí venían con caballos para buscarlas.
Ante la necesidad de leche en las ciudades y el haber un lugar de recogida en Campo, hubo una reconversión a la cría de vacas para leche. José María hacía la recogida de las lecheras de aluminio de 40 litros de capacidad para llevarlas hasta Campo. En la vuelta, compraba los recados que le habían pedido los vecinos. Le comentaban de la empresa que se comprara una camión cisterna, pero el prefirió seguir con las lecheras para poder hacer los recados.

Además de un beneficio económico estaba haciendo un bien social con el tema de los recados e, incluso, el transporte de personas, porque el camión tenía la posibilidad de transportar 5 personas, dos junto al conductor y tres detrás.

Camión delante de El Peix de Serraduy
En los años 70 al antiguo Peix, se anexiona el nuevo que se hizo en los años 70. Una de las cosas que impresiona de este hotel es su proximidad al río. Cuenta con unos cimientos enormes. Las piedras de río las traía José María en la vuelta del reparto. En aquella época era un hotel de categoría para el valle y era muy concurrido en los veranos. Realmente, fueron pioneros.
Sirva este artículo de homenaje a las personas que como él ha sido motores sociales del lugar donde ha vivido. Personas imprescindibles.

Daniel VALLÉS TURMO

Publicado en Diario del Altoaragón, página 20, el 5 de setiembre de 2018