martes, 13 de noviembre de 2012

Tomate Rosa


Ha acabado la reunión de la comunidad de vecinos en un edificio de Barbastro. Al terminar se quedan varios de ellos comentando sobre la cosecha del tomate rosa este año examinando unas cajas donde se han cogido los últimos para que acaben de madurar.
Ha sido un buen año. El vecino que más ha producido han sido varias decenas toneladas y el próximo año piensa plantar una hectárea más. Está contento porque ha logrado venderlos entre 0,80 y 1,80 euros el kilogramo, a pesar de la crisis.
Otro vecino, acaba de cambiar de coche para poder llevar mejor las cajas de la huerta e ir por las pistas de tierra. Dice que se autofinancia solo. Vende toda su cosecha a una céntrica frutería de la ciudad. Se diría que hay “una fiebre del tomate” en la ciudad.
Se dice que este año los precios al público han llegado a los 6 euros en Barcelona, donde se aprecia especialmente su sabor. De forma que hay margen para que el cultivador obtenga un buen precio.
En las tiendas de “El Vero” y “La Nueva Frutería” en el centro de Barbastro los precios han estado toda la temporada cerca de los 3 euros. Los visitantes no pueden evitar pararse para ver los preciosos ejemplares.
La discusión comienza a derivar sobre las características de sabor del tomate rosa y su diferencia con otros tipos como el de corazón. Se comenta su dulzura inequívoca para la ensalada.
Dulzura respecto a acidez. Cuatro vecinos  del Somontano haciendo una cata virtual, no de vinos, sino de tomates. Nos llevamos varios ejemplares para testarlos y saborearlos en ensalada.
Al llegar a casa, cada vecino partirá un tomate, tal vez con un poco de ajo, y lo regará generosamente con un aceite del Somontano para, al terminar de comer, untarlo con un buen cacho de pan. Acompañado de un vaso de vino de la tierra, es una buena merienda.
También se habla de las semillas, de la planta y los trucos de riego y mantenimiento para lograr un ejemplar que sea agradable a la vista, sobre todo que no se abra demasiado.
Este verano, en el mercado de verduras de lo sábados, se ha visto a muchos hortelanos vendiendo su cosecha. A veces, al que no conoce su extraordinario sabor, su presencia asimétrica y gran volumen lo puede retraer.
El aspecto preocupa especialmente, dado que cada ejemplar pesa unos 700 gramos, para que no se piense en la merma que tiene dado su elevado precio en comparación a otras variedades que se puede aprovechar totalmente.
El tomate rosa de Barbastro, tiene un sabor muy característico que lo hace fácilmente identificable y distinguirlo de otros. Además, consumido con otros productos del Somontano, como su aceite y vino, es una experiencia inequívoca.
No menos importante es el pan. En algunas panaderías de la ciudad, como es el caso de Buera, podemos comprar pan hecho con harina integral ecológica de trigo A03 con un alto contenido de proteínas que lo hace muy sabroso.
Quien ha probado una merienda con tomate rosa de Barbastro, pan con harina A03, aceite y vino del Somontano, es difícil que no quiera volver a repetirla porque la mezcla de sabores es inigualable y nos recuerda los sabores de siempre.
Este ejemplo del tomate rosa de Barbastro, nos sirve para comentar la necesidad de comunicar la propuesta de valor de nuestras empresas a los clientes de forma simple e inequívoca.
Una manera de hacer esta definición es enunciar de forma clara la propuesta de valor enfocado en el problema que resolvemos (“Nosotros resolvemos esto”) con un lema fácil de recordar.
De forma que los clientes nos identifiquen inequívocamente con la necesidad que les resolvemos. “Cuando necesito esto, pienso en esta empresa”. Enfocados en esa necesidad, más que en el producto o servicio.
Como ya hemos comentado, el tomate rosa de Barbastro no es únicamente un condimento para ensalada. Acompañado de un buen pan, vino y aceite de la tierra, es una experiencia de sabores de siempre.
Esta clara distinción, que va más allá de lo físico, es la que puede permitir que el consumidor esté dispuesto a pagar un precio superior a otro producto. Como en el ejemplo, ya no estamos únicamente comparando tomates.
En la encimera de la cocina quedan madurando los tomates del vecino junto a una botella de vino empezada. Una de estas tardes, el color del tomate llamará su atención para saborearlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario