Según
Wikipedia los emprendedores sociales son organizaciones que aplican
estrategias de mercado para alcanzar un objetivo social.
El movimiento del emprendimiento social incluye tanto a
organizaciones sin ánimo de lucro que utilizan modelos de negocio
para alcanzar su misión como a organizaciones con ánimo de lucro
cuyo propósito principal es de carácter social.
Así, en lugar de
maximizar las participaciones de sus accionistas, el principal
objetivo de las empresas sociales es generar beneficios para impulsar
los objetivos sociales que pretenden.
Según Ashoka, la
mayor red internacional de Emprendedores Sociales, se trata de lograr
un mundo de actores de cambio. Un mundo en el que todas las personas
se sientan con la capacidad, el apoyo y la libertad de actuar para
mejorar su entorno y ofrecer respuestas a los problemas sociales más
urgentes. Todo el mundo puede cambiar el mundo. Todos podemos ser
“Changemakers”.
Cuando estudiaba
tenía una amiga con una empresa familiar de muchos trabajadores.
Ella quería dedicarse al mundo de las ONG. Yo le decía que la mejor
acción social que podía hacer era mantener el empleo de la empresa.
Por suerte, me hizo caso y la empresa ganó una buena directiva.
En este sentido, el
de crear riqueza y empleo, emprender siempre es social. Detrás de un
gran empresario que ha sido capaz de crear riqueza y puestos de
trabajo hay una buena persona, porque el interés personal no es
suficiente para compensar el esfuerzo que conlleva.
Y viceversa, lo
social es emprender. Cada persona desde nuestro rol familiar, laboral
y asociativo tenemos la obligación de hacer posible que se cumplan
las expectativas sociales pretendidas.
Y para realizar este
empeño, es necesario que utilicemos las mismas metodologías que les
sirven a las empresas para lograr sus objetivos, de forma que las
competencias que desarrollamos en un ámbito se pueden trasladar al
otro.
Ninguno estamos
libres de poder involucrarnos en proyectos sociales en el entorno que
nos movemos. Ciertamente hay muchas posibilidades que atender en
muchos ámbitos.
Ya he comentado en
alguna ocasión que desde 2012 mantengo un blog de rutas que se llama
“Caminos de Barbastro” en el que intento dar a conocer la
historia a través de los recorridos que propongo.
Uno de los proyectos
que en su momento captó mi atención fue descubrir el Camino que San
Ramón hizo cuando en el año 1116 fue desterrado del obispado de
Barbastro por el obispo de Huesca.
Dado que este año
se cumple el 900 aniversario de dicha efeméride, Montañeros de
Aragón de Barbastro ha considerado adecuado el recorrer la ruta en
distintas etapas durante este año.
El organizar esta
ruta para un grupo me ha obligado a rediseñar los tramos para que
sean 100% viables y seguras, así como documentarla con mapas,
fotografías y tracks de GPS.
El 17 de enero ya
hicimos en grupo la etapa entre Aguinaliu y Capella. El próximo 6 de
marzo, junto al Centro Excursionista de Graus, recorreremos la ruta
entre Capella y Roda de Isábena.
Y en fecha todavía
no determinada acabaremos de recorrer el Camino de San Ramón con la
etapa entre Barbastro y Aguinaliu. En total, 66 kilómetros de
recorrido con un paisaje extraordinario.
Pero el proyecto no
se queda aquí. La ruta seguirá hasta Saint Bertrand de Comminges
intentando consolidar el camino de Santiago que venía por el Valle
de Arán.
Como se hace en
senderismo, paso a paso, iremos haciendo posible que se vaya haciendo
realidad el proyecto, afrontando con serenidad los retos y las
dificultades que encontremos en el camino.
Todos podemos contar
proyectos personales como el que he descrito. Algunos han acabado
bien y otro nos tanto. Al igual que sucede en las empresas en las que
trabajamos.
En ambos ámbitos,
el laboral y el personal, tenemos que emprender. La aprendido en cada
lugar es transferible al otro. Porque si emprender es social, lo
social también es emprender.
Daniel Vallés Turmo
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