En
las carteleras podemos ver la película “Joy” que ya ha sido
premiada su protagonista, Jennifer Lawrence, como mejor actriz de
comedia en los Premios de Oro.
Y
ha sido nominada a los Premios Oscar del 2015 como Mejor Actriz y a
los Critics Choice Awards con 3 nominaciones incluyendo la de mejor
actriz para Jennifer Lawrence.
Así
que podemos decir que es una buena película, que además es
divertida. Lo cual ya es una buena excusa para ir al cine. Pero lo
menciono porque se trata de una película que anima a emprender.
Dejando
aparte todo el entramado de la película de comedia y tragedia, la
verdad que se muestra de una forma satírica la mayoría de problemas
que se suelen tener cuando se emprende con un producto industrial.
La
protagonista, Joy Mangano, es una joven brillante y creativa que pasa
por un momento de apuros económicos y familiares teniendo que
convivir en la misma casa con sus padres divorciados, sus dos hijos y
su esposo divorciado.
Un
accidente doméstico le hace volver a ser la persona creativa que
era, transformando una amenaza en una oportunidad. Así, inventa el
“Miracle Mop”, una fregona que se escurre sola.
La
película nos muestra todo el proceso de diseño del producto, las
piezas que son necesarias, así como los procesos productivos que hay
que realizar para disponer del producto.
Con
toda esta información, Joy calcula una cantidad económica que
necesita para comenzar el proyecto. Es a la familia a la que solicita
esa cantidad de dinero. Es muy interesante este proceso en la
película.
Una
vez asegurada la financiación, comienzan el proceso de producción,
tanto el de las piezas de plástico que las realiza una empresa
externa con moldes, como el de la mopa.
La
película muestra todo el proceso de incremento de costes por parte
de los proveedores que hacen que la inversión se dispare, pero
finalmente se logra disponer del producto.
Entonces
comienza la fase de comercialización. Se nos enseña los intentos
fallidos para dar a conocer el producto por si misma, siendo
rechazada por los establecimientos y por los consumidores finales.
Cuando
todo parece que se precipita al desastre, aparece la posibilidad de
probar la teletienda que acaba de iniciarse como formato televisivo.
Con un revés inicial el producto acaba siendo un éxito.
Pero,
aun queda resolver un problema con los proveedores para no acabar en
la quiebra. Joy es capaz de sacar el coraje necesario para hacer
frente. Precisamente Trudy, la principal inversora, es lo que le pide
para facilitarle la financiación.
No
voy a contar lo que ocurre para no destripar el argumento de la
película, pero para mí es una de las lecciones más importantes que
podemos ver en Joy que tiene que ver con las actitudes para
emprender.
Son
muchos los listados que nos encontramos como las actitudes que son
necesarias para emprender. Así: pasión, visión, capacidad de
aprendizaje, buscar lograr resultados, determinación y coraje.
También:
Creatividad e innovación, persistencia, sentido de oportunidad,
trabajo en equipo, autoestima, asertividad y organización. En la
película podemos ver como la protagonista las va desarrollando.
Otro
aspecto interesante es que se nos muestra un producto industrial y no
una proyecto especulativo de finanzas o de Internet que se han
mostrado en otras películas conocidas.
Este
tipo de proyectos supone una mayor dificultad porque conlleva el
desarrollar más fases de la propuesta de valor. De aquí la
importancia que se muestre en el cine para que lo conozca el gran
público.
Porque
se suele decir que los niños de ciudad piensan que la leche sale del
envase en vez de la vaca, pero similar ignorancia tenemos la mayoría
de nosotros con los productos que usamos cotidianamente.
Aconsejo
ir a ver esta película por muchas razones que ya he explicado.
Seguro que nos os decepciona. Y puede que a alguna persona le anime a
comenzar con su proyecto emprendedor. Entonces, que se ponga en
contacto con CEEIAragón.
Daniel Vallés
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