Este año se cumple el centenario de la creación del Parque Nacional
de Ordesa. Un lugar que ahora se cuida como si fuera algo excepcional
atrayendo centenares de miles de personas. Fue, sin duda, un hecho
importante su creación.
Sin embargo, no se podía imaginar entonces el despoblamiento de la
población que iba a suceder en las siguientes décadas. Desde hace
varios miles de años había sido un lugar humanizado por el hombre
para la utilización sostenible de sus pastos y recursos forestales.
No hemos de olvidar que a principios del siglo XX había casi 3
millones de ovejas que hacían la trashumancia a los montes del
Pirineo Oscense y ahora apenas hay unas decenas de miles. Entre estos
pastos, los del Parque Nacional.
Desde hace unas decenas de años estamos viendo como se están
perdiendo los pastos y muchos bosques se hacen inaccesibles por su
falta de uso. Parte de la belleza de ese paisaje había sido
producida por su humanización.
Como elementos compensador, han surgido muchas iniciativas a nivel
municipal y comarcal para la recuperación de senderos tradicionales
que son imprescindibles para poder disfrutar de esta naturaleza
espectacular que nos rodea y crear nuevos “focos de interés
turístico”.
El año pasado se celebró el veinte aniversario de la creación del
Parque Cultural del Río Vero con alto interés por sus valores
naturales y culturales. Es de destacar el albergar 60 enclaves con
arte rupestre de los tres estilos de la prehistoria en Europa:
Paleolítico, Levantino y Esquemático. Es Patrimonio Mundial por la
UNESCO desde 1998.
Esta parte cultural convive con la parte deportiva y naturista de la
Sierra y Cañones de Guara, siendo Alquézar el principal atractivo
turístico por su belleza como población y la facilidad de acceso a
la naturaleza con senderos balizados de fácil realización y gran
impacto como experiencia.
La comarca de Sobrarbe está desarrollando desde hace años un
proyecto turístico entorno a la figura del Geoparque. Iniciativas
similares se están realizando en todas las comarcas de nuestra
provincia para poner en valor el patrimonio natural y cultural.
En el 2020 se cumple el centenario del descubrimiento por Ricardo del
Arco de varios mosaicos paleo cristianos del siglo IV con inspiración
africana de tradición “prisciliana” en la partida de “Monte
Cillas” en Coscojuela de Fantova.
Destaca el que está dedicado a Rufo por su esposa Vivencio. Tal vez,
la primera imagen de una persona de nuestro entorno. La lápida dice:
“Vivencio adornó este sepulcro para Rufo, su dulcísimo
esposo”.
Lauda funeraria Monte Cillas |
Es una de las joyas del Museo Provincial de Huesca, por el que vale
la pena visitarlo. Hay que agradecer que sea gratuito, porque
favorece que se vaya cuando se desee. Tal vez habría que hacer un
esfuerzo para que otros museos y monumentos sea gratuito su acceso
para facilitar el acceso de la población para que lo sientan como
propios.
En esta localización del Monte Cillas también se encontraron restos
visigodos, pero se abandonó el asentamiento antes de finalizar el
siglo V. Sus habitantes, posiblemente, se fueron hacia el norte. En
la zona de las Paúles se han encontrado varios asentamientos.
Este es el caso de la cueva Foradada (Paúles en Sobrarbe), que
sirvió como depósito funerario entre los siglos VII y mediados del
VIII. Supone el límite más septentrional de hallazgos visigodos. En
el Museo de Huesca podemos ver el ajuar encontrado: Tres anillos con
sello, un hebilla de cinturón y una moneda de oro de la época.
Ajuar Cueva Foradada |
El Museo de Huesca surge de la colección de obras de arte
procedentes de la desamortización de Mendizabal. A partir de aquí,
Valentín Cardedera fue el principal propulsor del Museo Arqueológico
de Huesca fundado en 1873.
Ricardo del Arco fue director del mismo. Siendo Vicente Baldellou,
fallecido en el año 2014 y director durante cuarenta años, la
figura clave en la configuración actual del museo y en el
descubrimiento de los abrigos prehistóricos del río Vero.
Desde la comarcalización se han hecho muchas iniciativas en la
creación de valor cultural y natural, sobre todo en torno a centros
de interpretación, pero se hace necesaria una figura englobadora,
como es el caso del Museo Provincial, para mantener la unidad más
allá de los límites comarcales.
Museo Provincial de Huesca |
Daniel
VALLÉS TURMO
Artículo publicado en Diario del Altoaragón el 12 de setiembre
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