Una
empresa de Navidad
Hay recuerdos de la infancia que se van borrando como las fotos
antiguas. Uno de ellos es la noche que nos despertaron porque papá
tuvo un accidente de tráfico. Mamá tuvo que estar con él meses
acompañándolo en los hospitales en Huesca y Zaragoza.
Nos llevaron al internado de los Escolapios durante ese tiempo.
Cuando mi padre volvió a casa ya no volvió a trabajar y mamá tuvo
que ir a hacer limpieza de casas para cuidarnos. En aquella época se
fregaba el suelo de rodillas.
Siempre he estado agradecido a los padres Escolapios por aquella
acogida que nos dieron en un momento muy complicado y, siempre, he
valorado el coraje de mi madre para tirar adelante.
Es por eso que, igualmente, valoro mucho la labor de empresas como
Carinsertas que se dedican a formar a personas en riesgo de exclusión
socio-laboral y potenciar su experiencia laboral para facilitar el
acceso al mercado de trabajo.
En 2013, Cáritas Diocesana de Huesca constituyó Carinsertas,
convirtiéndose en la primera y única empresa de inserción de la
capital altoaragonesa. Es una empresa sin ánimo de lucro,
comprometida con la justicia y la búsqueda de igualdad de
oportunidades.
Actualmente, la forman un equipo de 12 personas, de las cuales 7 son
trabajadores con contratos de inserción, 3 personas voluntarias y 2
personas de estructura. El 80% del presupuesto se destina a las
nóminas del personal de inserción. (Me corrige la empresa que ya son 19 personas, 12 de inserción y 7 de estructura)
Parte del equipo (Fuente: Facebook) |
En
2013, Carinsertas comenzaría realizando arreglos y promoviendo una
costura ética en la instalaciones de CEEIAragón en Huesca. En 2014,
se inicia en la actividad de recogida, triaje y reciclaje textil.
Esta
nueva actividad terminaría de consolidarse un año más tarde con la
colocación de nuevos contenedores de recogida de ropa, instalados en
diferentes zonas de la ciudad y en algunas localidades de la Comarca
de la Hoya y de Monegros. Así, el año 2015 serviría para aumentar
su actividad en la recogida de prendas, llegando a manipular
anualmente unas 300 toneladas, de las que se reutilizan 279.000
kilos.
En
el año 2016, ya en sus instalaciones de la calle Cordeleros número
4 de Huesca, amplia sus servicios para incluir el sector de la
limpieza como nueva área de servicio.
Así,
la empresa desarrolla su actividad en tres áreas distintas: el
reciclaje, la limpieza y la costura con el objetivo principal de
generar puestos de trabajo entre los más desfavorecidos.
Respecto
al reciclaje, esta actividad pretende poner en valor la dimensión
medioambiental, promoviendo la reutilización de ropa y el reciclaje
textil, evitando la emisión de CO2 a la atmósfera y reduciendo el
consumo de materias primas y energía para la producción de nuevas
prendas textiles. En el año 2015, se manipularon unas 300 toneladas,
de las que se reutilizaron 279.000 kilos.
El
servicio de limpieza se realiza en distintos ámbitos como oficinas,
dependencias parroquiales o domicilios de particulares, entre otros.
Las personas que trabajan en este servicio han sido preparadas
profesionalmente a través de un curso. Se realiza un servicio
profesional, cualificado, además de cercano y personalizado, ya que
se estudia el caso de cada cliente para adaptarse a sus necesidades y
horarios.
Finalmente,
se realizan arreglos y costura ética (a partir del reciclado de la
ropa recogida), ofreciendo la posibilidad de confeccionar uniformes a
empresas y compañías.
Me
acordé de esta empresa hace unos día viendo como dos trabajadores
uniformados de Carinsertas limpiaban unos cristales en Huesca. Tenían
la cara llena de ilusión por la oportunidad de una nueva “navidad”
para sus vidas.
Espero
que muchas empresas y particulares contraten sus servicios para que
pueda darse la oportunidad del acceso al mundo laboral al mayor
número de personas posible.
Con
esta actividad Caritas cumple el dicho de “enseñar a pescar” y
no sólo dar peces, que ya es importante. Por el papel que desempeña
esta institución en la atención a los más necesitados, es una de
las más valoradas por la población española.
Por
ello, José María Cabrero, párroco de Arcusa, pintó en la reforma
de la iglesia el símbolo de Cáritas como el mejor ejemplo
representativo del papel de solidaridad que tiene la iglesia en el
momento actual.
Daniel
VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragón el 9 de enero de 2019
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