Nuestros
familiares del norte
Hace miles de años fueron descendiendo por las grandes rutas
naturales que atraviesan el Pirineo de Huesca (Sierra de Sis y Sierra
de Sevil) los descendientes de pastores que fueron colonizando
nuevos territorios.
Ambas sierras son de dirección norte a sur y permiten atravesar
decenas de kilómetros sin tener que atravesar ríos, que en estas
zonas están encañonados en la roca caliza a diferencia de Francia.
Nos quedan como testigo círculos megalíticos en la sierra de Sis,
Chía y en el valle de Plan que seguían la tradición que les
legaron sus antepasados del norte generación a generación.
Ya anteriormente, en la época prehistórica, ya tenemos semejanzas
entre las pinturas de la Sierra de Guara y las del sur de Francia
cuando la población todavía era muy pequeña.
Históricamente estos lazos de unión se han mantenido hasta la
batalla de Muret (a las puertas de Toulouse) en el año 1213 donde la
Corona Aragonesa perdió cuando fue a defender a sus parientes.
Desde entonces, han pasado 800 años, pero no voy a hacer una crónica
de este tiempo, sino hacer una foto económica social de nuestros
familiares del norte en una zona determinada para que tomemos
distancia de nuestros problemas.
Me refiero a los pueblos franceses que van desde la frontera en el
valle de Arán y Saint Gaudens. Cuando vamos en coche, no nos damos
cuenta, porque no se suelen atravesar. Cuando lo haces andando, si
eres consciente.
Consciente de muchas poblaciones con casi todos los negocios cerrados
debido a la despoblación y a la competencia de precios de la cercana
España. Estoy hablando de Canejan, Fos, Arlos, Saint Béat, …
hasta que llegamos ya a Montréjeau y Saint Gaudens.
Las fachadas están sin pintar, los negocios cerrados y muchos
carteles que dicen “Se Vende” en centenares de casas. Desolador.
Se han quedado en pueblos dormitorio para trabajar en el área de
Toulouse.
Sin embargo, por la carretera, no paran de pasar camiones españoles,
sobre todo cargados de cereales. Entre ellos, muchos de Mazana con
fábricas de piensos en Capella y Binéfar.
Tampoco dejan de pasar coches con matrícula española pues el
hospital de referencia del Valle de Arán es el de Saint Gaudens.
Esto ha hecho, también, que haya una buena comunicación en autobús
desde Vielha hasta allí.
Esas buenas comunicaciones en autobús igualmente están en el valle.
Con una tarifa única tenemos un horario extenso cada media hora que
unen las principales poblaciones.
Sin duda, aquí sí existe todavía unos lazos de familiaridad debido
a la necesidad de servicios del Valle de Arán orientado hacia
Francia recorriendo las aguas del río Garona.
La pertenencia a la Unión Europea ha hecho que se mantengan
proyectos que permiten ir sondeando nuevas formas de relación entre
ambas partes de la cordillera de los Pirineos.
Esto es importante en un periodo de aceleración que nos ha tocado
vivir en el que los ciclos de vida de los proyectos son cada vez más
pequeños. Lo que obliga a la continua innovación.
Pero lo más importante son las buenas relaciones personales
existentes entre ambos lados por la “familiaridad” secular que
todavía se mantiene. Institucionalmente con los hermanamientos de
las poblaciones y personalmente, con la gran afluencia turística a
nuestra provincia.
Desde principios del siglo XX ha habido franceses que han vendido a
sus vecinos la belleza de nuestro territorio. Como ejemplo, el primer
libro de la Sierra de Guara es de un francés en el año 1974.
Éste es uno de los detonantes de la atracción a Alquézar de miles
de franceses cada año desde entonce para conocer sus sierras y
cañones. Ahora, ya vienen personas de toda España y Europa.
Ahora que se habla tanto de repoblamiento y la “España vacía”,
he querido poner este ejemplo que sufren algunas poblaciones de
nuestros familiares del norte para ver que el problema no es
únicamente nuestro, pero tampoco las soluciones, en la que es
necesario la colaboración.
Daniel
VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragón el 28 de julio de 2009
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