lunes, 9 de diciembre de 2019

Back Day

"Back Day” quiere decir en inglés “el día de regreso”. Se parece al término “Black Friday” que hemos escuchado hasta la saciedad en las últimas semanas y que se ha introducido con fuerza en el calendario comercial en los últimos años.
Estaba sentado en un parque de Zaragoza y escuché a dos adolescentes que los precios los subían antes para luego bajarlos con el “Black Friday”. Me gustó escuchar este pensamiento crítico, sea cierto o no.
La verdad que el “consumismo” avanza de forma exponencial como único valor predominante en una sociedad global auspiciada por las empresas multinacionales que disponen de recursos para mantener esta tendencia.
En parte, las decenas de años sin guerras en los países desarrollados se debe a esta “paz comercial”, que ha hecho cambiar el mapa de equilibrio de poderes de los bloques clásicos.
Hemos avanzado en las herramientas comerciales y en la automatización de la producción, pero hay una verdadera “crisis social” en el pensamiento que no ha avanzado de forma paralela.
Por eso hablo de “Back Day”. Es necesario regresar a aquel momento donde el consumismo se volvió como único valor y desarrollar una sociedad donde los valores humanos vuelvan a ser el centro.
Recientemente la Unión Europea acaba de determinar que nos encontramos en una “crisis climática”. Tras los informes científicos, también hay una guerra tecnológica de los distintos bloques, sin considerar la “crisis social”.
De nuevo, las multinacionales tienen los medios para llevar esta problemática a su campo de batalla, estando los intereses empresariales por delante de los sociales una vez más.
Pero, como volver a este “Back Day”. Primeramente es necesario cambiar estructuras de organización social como son los sindicatos para hacerlos más profesionales y fuertes, como es el caso de Estados Unidos y Alemania, donde únicamente se aplican los derechos alcanzados a los afiliados.
De esta forma hay una afiliación casi absoluta y estas organizaciones son totalmente independientes y disponen los recursos necesarios para desempeñar su papel representativo.
El trabajador tiene que volver a tomar conciencia de su papel y no dejarse llevar por palabras que vienen del pensamiento neoliberal, como la necesidad de “reinventarse”, poniendo toda la carga sobre la persona.
En estos momentos este reinventarse es como pasar el océano pacífico con una canoa canadiense, posible pero muy improbable; mientras las multinacionales lo hacen con transatlánticos.
Esta conciencia del papel del trabajador es el paso necesario para empezar a desarrollar la sociedad un pensamiento más crítico en vez de “dejarse llevar” por la “indefensión aprendida” promovida por decenas de años de pensamiento social ultraliberal.
En los años 60 del siglo XX, los jesuitas y los empresarios catalanes crearon ESADE para formar cuadros empresariales necesarios para la transformación económica que iba a tener España.
Actualmente, ya no nos encontramos en esta etapa, ahora es necesario más que formación, concienciación y activismo de la sociedad. Por eso he hablado de la necesidad de cambiar el funcionamiento de los sindicatos como motor de este cambio.
Esta medida es un ejemplo. También es necesario líderes políticos con la cabeza muy bien amueblada como el presidente francés Emmanuel Macron (corrector del filósofo Paul Ricoeur), capaces de tener una análisis claro de la situación y saber actuar en consecuencia.
También, es necesario definiciones de los partidos políticos que se adecuen a las necesidades, como es el caso del Partido Liberal de Canadá (actualmente en el gobierno) que desarrolla políticas de centro izquierda.
La realidad ha cambiado y tenemos que desaprender conceptos y volver a integrarlos.
No podemos esconder la cabeza (como se dice de los avestruces), ni tampoco que los “anuncios de televisión” sean la forma de realizar este proceso de aprendizaje hacia un pensamiento crítico necesario.


Daniel VALLÉS TURMO

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