El pasado día 20 de diciembre tuvo lugar la sentencia a France Télécom tras los hechos acontecido entre los años 2007 y 2010, durante un momento de reestructuración de la empresa.
La sentencia, sin duda, creará un precedente que obligará a las grandes compañías a tener en cuenta el estrés laboral y la salud mental de los trabajadores al aplicar sus políticas de gestión.
La sentencia de 343 páginas va a cambiar la actual relación entre empresa y trabajador, que con “la excusa” de la crisis ha conllevado la vuelta atrás en muchas prácticas de gestión y de legislación laboral.
Según decía su máximo ejecutivo en un documental interno: “El tema es: ¿podemos dedicarnos a lo económico y a lo humano al mismo tiempo?”. Optaron por lo primero, lo económico.
Es conocida, también, la frase de su máximo ejecutivo que pronunció en el año 2006: “Haremos las reducciones de una manera u otra, por la ventana o por la puerta”.
El resultado de esta manera agresiva de gestión fueron 19 suicidios, 12 tentativas y 8 casos de depresión. Así, que algunos trabajadores, como quería la empresa, realmente si salieron por la ventana.
France Télécom y sus directivos han sido condenados por “acoso moral” en el caso de los suicidios. Porque crearon un ambiente de inseguridad y angustia que desestabilizó a muchos trabajadores hasta llegar a quitarse la vida.
El innovadora (en la sentencia) la figura de “acoso moral institucional” que realizó la empresa de forma sistémica y no únicamente la conducta de acoso de alguno de sus ejecutivos sobre los trabajadores.
Así, como en otros tipos de acoso, como el machista y el escolar, se está avanzando tanto en la educación social como en el cambio de grado de penalización, no es el mismo caso el del acoso laboral.
Es muy fácil escuchar, “son practicas de gestión”, “yo no me meto en asunto internos” o “no será el trabajador el que no se adapta”. Y así, muchas expresiones que son necesarias reeducar.
Expresiones, que como ante he comentado, se han transformado en los casos de acoso machista y escolar. Por eso la sentencia de France Télécom tiene más profundidad de la que parece.
Cuando realicé el master en administración de empresas en ESADE, tuvimos una asignatura sobre derecho laboral que impartía un ilustre abogado y político de la época.
El examen consistió en hablar sobre los derechos fundamentales de los trabajadores. Sorprendentemente, me puso una calificación de Matrícula de Honor y me alagó ante los compañeros.
Así, que no es un tema de falta de formación de los ejecutivos. Ese examen lo hice en el año1992, sino de una falta de sensibilización empresarial y social sobre este tema.
Habría que reflexionar sobre la pregunta del documental comentado: “El tema es: ¿podemos dedicarnos a lo económico y a lo humano al mismo tiempo?”. Mi opinión es que sí.
Pero para ello, son necesario cambios de mentalización en la sociedad que los años de crisis han acabado fijando en nuestros cerebros de forma progresiva: “El empleo a cualquier precio”.
La teoría del CAOS, la misma que llevó a los suicidios en France Télécom, ha sido utilizada por la empresas y por los gobiernos de forma habitual desde el año 2007, cuando se inicio la crisis global.
“Es necesario hacer recortes”, “está en peligro la empresa”, “hay que poner más esfuerzo”, ha sido frases hechas que se ha utilizado (con razón o sin razón) para poner el miedo en el cuerpo (el CAOS).
No recuerdo qué decía en aquel examen sobre derechos fundamentales de los trabajadores. Pero, si recuerdo que estaba leyendo libros de los fundadores de la Unión Europea que hablaban de la Europa Social y no únicamente Económica.
Así que la pregunta ya estaba contestada, tras el dolor y muertos que supuso la segunda guerra mundial: si es posible dedicarnos a lo económico y a lo humano al mismo tiempo.
Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragon el 29 de diciembre de 2019
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