Muchos altoaragoneses descendemos de familias que durante siglos poblaron muchas aldeas del Pirineo. Hace unos 50 años fue cuando se produjo de una forma masiva y contagiosa la despoblación de muchos de estos pueblos de nuestra provincia.
Hace ya 25 años visité estos pueblos por primera vez vislumbrando su aspecto desangelado. En aquel momento creí que era importante recopilar la información de aquella cultura que se perdía y dediqué parte de mi tiempo a recopilar la toponimia de lo que parecía un entorno faltalmente perdido.
Pasados estos 25 años, y habiendo recopilado la memoria histórica, he vuelto para ver los cambios a los pueblos donde nacieron mis abuelos paternos y maternos, entre ellos Sarsa de Surta en el nacimiento del río Vero.
Sarsa de Surta me ha sorprendido gratamente tanto por el asfaltado de su carretera como el ranacer de las casas con el establecimiento del turismo rural. Y, sobre todo, la excelente señalización para los visitantes del Parque Natural de la Sierra de Guara.
Realmente en los últimos 25 años se ha producido una gran inversión, pública y privada, en el Pirineo que hace 50 años, ni siquiera 25, era impensable pensar que iba a ocurrir. Hay que agradecer a esta generación que ha sido capaz de realizar este cometido.
Seguimos pensando que nos hacen faltan más infraestructuras, que sin duda es cierto, pero la batalla fundamental de competitividad de la actual generación posiblemente se encuentre en otro tipo de inversión, la de la formación y adaptación para el nuevo entorno.
Me alegró escuchar recientemente en la radio que para Carlos Barrabés su proyecto actual más querido sea ESNEPI, Escuela de Negocios del Pirineo, con su sede en el valle de Benasque, porque piensa que la formación del empresariado es imprescindible en el presente.
Seguramente, Carlos Barrabés puede aportar una visión estratégica excepcional, tanto por su actual posición privilegiada global de cómo está funcionando el mundo de los negocios, como por su conocimiento de nuestro ámbito empresarial.
Porque si hace 25 años no se podía uno imaginar el desarrollo que iba a tener nuestro Pirineo, hemos de pensar que los cambios en los próximos 25 años serán de similar magnitud aunque sea en ámbitos distintos a las infraestructuras.
Intentemos vislumbrar algunas de estas tendencias del mercado que pueden ser fundamentales en el desarrollo de nuestro Pirineo en los próximos 25 años, aunque sea un mero ejercicio de prospectiva estratégica.
Salvo algún desastre de fuerza mayor, parece que la globalización del mercado se va a consolidar en los próximos años, con lo que se hace necesario disponer de estrategias de marketing para afrontar esta magnitud geográfica.
Uno de estos elementos es el de disponer de un paraguas de marca que nos sirva de cobijo, como sería el caso de “Pirineos”, no tan sólo para los mercados domésticos español y europeo, sino para los nuevos mercados asiáticos y americanos.
En este sentido, es positiva la mejor colaboración entre ambas partes del Pirineo, sobre todo en el ámbito público, para ir consolidando infraestructuras y consorcios que posibiliten el fortalecimiento de la marca.
En el ámbito organizativo empresarial, el talón de Aquiles va a ser la complejidad de la atención a clientes cada vez más distintos que solicitan servicios también diferenciados, que requiere una mejor gestión.
También, referente a la organización interna, va a ser fundamental un serio cambio en el uso de las nuevas tecnnologías de las comunicaciones, no sólo en el aspecto de utilización, sino de sus repercusiones en el ámbito del marketing.
Se podrían poner muchos ejemplos de los cambios que van a ver, pero la cuestión es plantear que se requiere una utilización de las nuevas tecnologías basada también en nuevos planteamientos de gestión empresarial.
Y si fuera poco, en un marco de sostenibilidad. No únicamente en lo referente al cuidado del medio ambiente, sino a la eficacia en la misma gestión empresarial en cuanto a su eficacia de inversión y capacidad de gestión.
De nuevo nos encontramos con la necesidad de establecer nuevas formas de gestión más eficaces en las que conviven elementos de marketing con elementos financieros en el que se necesita disponer de una visión estratégica.
De aquí la necesidad de posibilitar a la generación actual una formación empresarial cualitativamente exigente para que disponga de herramientas suficientes para llevar adelante la gestión de sus proyectos presentes y futuros.
En este cometido es también de alabar el papel que está desarrollando el programa EMPRESA de mejora competitiva del Instituto Aragonés de Fomento posibilitando formación empresarial actual en nuestras comarcas.
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