jueves, 4 de abril de 2013

Tomando perspectiva


Me sorprende que a mis dos tíos de noventa años, tras una vida dedicada a sus negocios, les interese conocer temas referentes a la historia. Tal vez, en un momento de cambios como el actual, sea positivo conocerla para tomar perspectiva.
La cultura pastoril de nuestros valles del Pirineo, delatado por su toponimia, data de las inmigraciones de colonias procedentes de Centroeuropa buscando nuevos pastos al comienzo del primer milenio antes de Jesucristo. Centrémonos en la Ribagorza.
Así, la población de Ballabriga, conlleva la raíz “briga” que significa “pueblo” y el mismo río Isábena lleva la raíz “isa” que significa “corriente de agua”.  De la misma forma, los sufijos de nombres de poblaciones en –uy, - ue, -arri, -arre y –arro.
De estos primeros grupos pastoriles celtas nos han quedado los restos de los “campos de urnas” como son los “círculos de Chía y de Sis”. Incineraban a sus muertos y los enterraban en cementerios de tumbas planas.
Durante el primer milenio de antes de cristo van llegando la innovaciones en agricultura y ganadería procedente primero de los iberos (siglo IV A.C) y después de los romanos que trajeron su civilización. El asentamiento principal más cercano es Labitalosa.
Como dice Manuel Iglesias Costa en su libro Historia del Condado de Ribagorza: “Así se combatió el nomadismo tribal, se encarriló la trashumancia pastoril y se sometió la escurridiza movilidad de gentes sin control ni norma de convivencia.”
Y sigue: “Se acorraló el bandidaje, la anarquía, el salvajismo y se impuso la ley y el orden. Y así fue como poco a poco se organizaron ciudades, pueblos y comarcas y se estabilizó la población.” Este proceso se realiza desde el siglo II A.C. al V.
Desde Labitolosa se seguían utilizando las dos vías habituales para pasar los Pirineos cruzando a través de las Sierra de Esdolomada para llegar a Ballabriga y bien tomar el ramal hacia el Puerto de las Aras hacia Benasque o el de Pegá hacia Viella.
El derrumbamiento de la civilización romana en el siglo V deja lugar a la cristianización. En la época visigótica esta civilización fue sostenida en los monasterios del Pirineo, como el Asán fundado por el francés San Victorian en el siglo VI.
Parecido origen sería el de otros monasterios como el de Alagón, San Pedro de Tabernas y Obarra. Con la paz visigótica del siglo VII van apareciendo las comunidades cristianas en los pueblos y el orden con el Código de Recesvinto del 654.
La llegada del Islam en el siglo VIII fue aceptada por la población hispana logrando una invasión muy rápida de la península ya en el 720. El Pirineo sería ocupado en la parte baja, como es el  caso de Graus.
Sí se producían ataques a las comunidades del Pirineo para impedir su organización militar provocando destrucción y pobreza. Una de estas campañas se produce en el año 781. Esta inestabilidad llama la atención de Carlomagno.
Tras ser nombrado emperador en el 800 emprende una estrategia para reconquistar el Valle del Ebro. Logra tomar Barcelona, pero la resistencia es mayor de lo esperado. Con su muerte en el 814 se acaba el empeño.
La Ribagorza, pago Riparcuciense, ya aparece en el siglo IX en un escrito del 839 referente a parroquias que dependen de la Seo de Urgel. Alaón es el monasterio de referencia seguido del de San Pedro de Tabernas y, reconstruido después, Obarra.
En el año 872 se produce una separación de Tolosa de los territorios de Ribagorza y Pallars encabezado por el conde Ramón I como protesta por la usurpación del poder por parte de Bernardo Plantavelou.
Ramón I entabla una energética actividad buscando alianzas. Ya en el año 884 hay una compra efímera de la ciudad de Zaragoza y en el 888 se separa del obispado de Urgel. Hacia el 905 casa su hijo Bernardo con la hija de Galindo Aznar II de Aragón, Toda.
Pero, ya envejecido, en el 908 se produce la incursión desde Huesca de Al Tawill, al que no le gustó la relación entre los condados de Aragón y Ribagorza, tomando Roda, Iscles y Soperún.
Con el matrimonio Toda recibió de dote el condado de Sobrarbe. Su hermana Sancha estaba casada con Al Tawill, de modo que Bernardo era su cuñado. A pesar de la relación familiar, no le es fácil recuperar el territorio en este comienzo del siglo X.
Tiene que aunar fuerzas y reforzar el Castillo de Bellasía en lo alto de la Sierra de Sis para atacar por sorpresa Soperún en el año 914 resultando muerto Al Tawill. Una vez retomado el territorio Bernardo se preocupó de su consolidación.
Hasta aquí estos dos mil primeros años de historia. Los otros mil nos son más conocidos. Animo a recorrer esos caminos montañosos donde se escribió. Seguro que su historia, arte y naturaleza nos son inspiradores en nuestro trabajo del día a día.

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