Me sorprende que a mis dos tíos de noventa años,
tras una vida dedicada a sus negocios, les interese conocer temas referentes a
la historia. Tal vez, en un momento de cambios como el actual, sea positivo
conocerla para tomar perspectiva.
La cultura pastoril de nuestros
valles del Pirineo, delatado por su toponimia, data de las inmigraciones de
colonias procedentes de Centroeuropa buscando nuevos pastos al comienzo del
primer milenio antes de Jesucristo. Centrémonos en la Ribagorza.
Así, la población de Ballabriga,
conlleva la raíz “briga” que significa “pueblo” y el mismo río Isábena lleva la
raíz “isa” que significa “corriente de agua”.
De la misma forma, los sufijos de nombres de poblaciones en –uy, - ue,
-arri, -arre y –arro.
De estos primeros grupos
pastoriles celtas nos han quedado los restos de los “campos de urnas” como son
los “círculos de Chía y de Sis”. Incineraban a sus muertos y los enterraban en
cementerios de tumbas planas.
Durante el primer milenio de
antes de cristo van llegando la innovaciones en agricultura y ganadería
procedente primero de los iberos (siglo IV A.C) y después de los romanos que
trajeron su civilización. El asentamiento principal más cercano es Labitalosa.
Como dice Manuel Iglesias Costa
en su libro Historia del Condado de
Ribagorza: “Así se combatió el nomadismo tribal, se encarriló la
trashumancia pastoril y se sometió la escurridiza movilidad de gentes sin
control ni norma de convivencia.”
Y sigue: “Se acorraló el
bandidaje, la anarquía, el salvajismo y se impuso la ley y el orden. Y así fue
como poco a poco se organizaron ciudades, pueblos y comarcas y se estabilizó la
población.” Este proceso se realiza desde el siglo II A.C. al V.
Desde Labitolosa se seguían
utilizando las dos vías habituales para pasar los Pirineos cruzando a través de
las Sierra de Esdolomada para llegar a Ballabriga y bien tomar el ramal hacia
el Puerto de las Aras hacia Benasque o el de Pegá hacia Viella.
El derrumbamiento de la
civilización romana en el siglo V deja lugar a la cristianización. En la época
visigótica esta civilización fue sostenida en los monasterios del Pirineo, como
el Asán fundado por el francés San Victorian en el siglo VI.
Parecido origen sería el de otros
monasterios como el de Alagón, San Pedro de Tabernas y Obarra. Con la paz visigótica
del siglo VII van apareciendo las comunidades cristianas en los pueblos y el
orden con el Código de Recesvinto del 654.
La llegada del Islam en el siglo
VIII fue aceptada por la población hispana logrando una invasión muy rápida de
la península ya en el 720. El Pirineo sería ocupado en la parte baja, como es
el caso de Graus.
Sí se producían ataques a las
comunidades del Pirineo para impedir su organización militar provocando
destrucción y pobreza. Una de estas campañas se produce en el año 781. Esta
inestabilidad llama la atención de Carlomagno.
Tras ser nombrado emperador en el
800 emprende una estrategia para reconquistar el Valle del Ebro. Logra tomar
Barcelona, pero la resistencia es mayor de lo esperado. Con su muerte en el 814
se acaba el empeño.
La Ribagorza, pago Riparcuciense,
ya aparece en el siglo IX en un escrito del 839 referente a parroquias que
dependen de la Seo de Urgel. Alaón es el monasterio de referencia seguido del
de San Pedro de Tabernas y, reconstruido después, Obarra.
En el año 872 se produce una
separación de Tolosa de los territorios de Ribagorza y Pallars encabezado por
el conde Ramón I como protesta por la usurpación del poder por parte de
Bernardo Plantavelou.
Ramón I entabla una energética
actividad buscando alianzas. Ya en el año 884 hay una compra efímera de la
ciudad de Zaragoza y en el 888 se separa del obispado de Urgel. Hacia el 905
casa su hijo Bernardo con la hija de Galindo Aznar II de Aragón, Toda.
Pero, ya envejecido, en el 908 se
produce la incursión desde Huesca de Al Tawill, al que no le gustó la relación
entre los condados de Aragón y Ribagorza, tomando Roda, Iscles y Soperún.
Con el matrimonio Toda recibió de
dote el condado de Sobrarbe. Su hermana Sancha estaba casada con Al Tawill, de
modo que Bernardo era su cuñado. A pesar de la relación familiar, no le es
fácil recuperar el territorio en este comienzo del siglo X.
Tiene que aunar fuerzas y
reforzar el Castillo de Bellasía en lo alto de la Sierra de Sis para atacar por
sorpresa Soperún en el año 914 resultando muerto Al Tawill. Una vez retomado el
territorio Bernardo se preocupó de su consolidación.
Hasta aquí estos dos mil primeros
años de historia. Los otros mil nos son más conocidos. Animo a recorrer esos
caminos montañosos donde se escribió. Seguro que su historia, arte y naturaleza
nos son inspiradores en nuestro trabajo del día a día.
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