lunes, 14 de octubre de 2013

Mercado tradicional de Barbastro


Todavía muchos pueblos y ciudades pequeñas disponen de un espacio para poder realizar mercados ambulantes. Son el origen de la actividad comercial. Durante siglos, se desplazaban decenas de kilómetros para acudir a ellos.

La plaza del mercado de Barbastro es el lugar donde durante siglos se ha realizado la actividad comercial en la ciudad. Dispone de una zona porticada para permitir el comercio a pesar de las inclemencias meteorológicas.

Los sábados es el día que la plaza está más llena de puestos con productos de la huerta por ser el día tradicional de compra en el que acuden más compradores de la ciudad y de su entorno.

Es una jornada ideal para conocer el funcionamiento de un mercado observando lo que ocurre a lo largo de la misma, y aprender alguna competencia emprendedora, como es la técnica de negociación. Así era el mercado el sábado 5 de octubre.

El mercado comienza pronto por la mañana, hacia las 8, lo que hace que los puestos grandes tengan que instalarse a partir de las 7 de la mañana. A los hortelanos locales les cuesta menos instalarse.

En el lado derecho entrando por el sur encontramos 10 puestos de hortelanos y en el lado izquierdo 7 de puestos comerciales. En total, 17 puestos. A las 9 de la mañana comienzan a aparecer los primeros clientes por la plaza.

Es a las 10 de la mañana cuando empieza a animarse. Entre las 12 y las 13 es cuando el mercado está más bullicioso. Y a las 14 horas ya comienzan a desmontarse los puestos. Los hortelanos lo hacen rápido, mientras que a los grandes les cuesta más.

Me fijo en un puesto de tomates rosas que viene cada día. Los tomates rosas verdeados están a 1.50 euros y los más maduros a 1 euro. Hay algunos más maduros a 0.90 euros y unos pequeños a 0.30. ¡Cuánta variedad de calidades y precios!

Muy cerca me encuentro un puesto que indica el precio de los tomates rosas a 1 euro. El resto de los hortelanos locales no ponen precios. Los dicen cuando preguntas. Era lo habitual en los mercados tradicionales.

En los tres grandes puestos comerciales del mercado el tomate rosa grande está a 2.50 euros. Mientras que los tomates rosas normales están a 1.95, los de rama a 1.65 y los de ensalada a 1.75.

En los alrededores de la Plaza del Mercado nos encontramos dos tiendas que venden productos de la huerta de calidad. En una el tomate rosa cambia de precio según la calidad; 2.25, 1.30 y 0.80. En la otra sucede lo mismo: 2.20 y 1.50 euros.

Como ya se ha dicho, la mayoría de los puestos tradicionales no exponen precios. Tienes que preguntarlo. Se basa en el trato y el regateo. Si ven que te acercas, entran en conversación contigo o te dicen el precio del producto que estás mirando.

Algunos nuevos hortelanos van disponiendo de precios en sus cajas como lo hacen los puestos comerciales También es habitual la degustación de los productos y los carteles de todo a 1 euro. Parece que es la cifra mágica.

Es normal que los puestos que muestran los precios bajen el precio al final de la jornada para facilitar la venta. Así en un puesto tenía el tomate a 1 euro hasta las 12 y luego lo ha bajado a 0.80 euros.

A las 12:30 encuentro a una amiga que me quiere comprar un melón. Después de 4 horas en el mercado soy un verdadero "Hortelano Shopper" y conozco donde están los mejores precios y calidades.
Le muestro los tres tipos de melones que puede encontrar: el de marca de los puestos comerciales, unos caseros de Estada y otros sin marca. Se decide por los últimos. El vendedor elige un melón que esté bien.

Pregunta el precio y dice que es a 0.80 euros el kilo. Lo va a pesar y pide 2 euros. Al pagar vemos que el mercado no le ha ido mal a este puesto. Luego comentamos que podríamos haber regateado y logrado el melón por 1 euro.

Yo recuerdo cómo mi padre regateaba en el mercado. Me avergonzaba al ver como comenzaba ofreciendo una cantidad que parecía ridícula. Ahora entiendo que era una estrategia de negociación.

A las 15 horas ya apenas queda algún puesto cargando en el lado de los hortelanos de Barbastro. Se queda sola la estatua del escultor barbastrense José Noguero en homenaje a los hortelanos que vendían en sus cestas lo productos de la huerta.


Si nos acercamos a la escultura, en cada pieza de fruta y hortaliza está marcado el nombre de un hortelano. El lunes volverán a sus puestos los hortelanos de Barbastro, como lo han hecho durante siglos hiciera frío, calor o lluvia.

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