El pasado
3 de julio se celebró en el Gran Hotel de Zaragoza un mercadillo “Pop Up”
denominado “Más fuertes que el cáncer”. Durante todo el día se unieron
diferentes empresas dedicadas a procurar
confort, belleza y bienestar a los enfermos de cáncer.
Entre
estas empresas estaba la oscense Oncovital. De esta forma, congregaban en un
único día y lugar distintos productos y marcas con el objetivo de ser una
oferta atractiva para atraer público.
Es un
ejemplo del modelo de negocio denominado “Pop Up” en el que se desarrolla una
determinada actividad de forma efímera durante un tiempo limitado. Su nombre
viene referido por las ventanas emergentes en Internet.
Hay que
distinguirlo de la venta ambulante, donde el negocio es permanente y lo que se hace
es acercarse al mercado. En este caso, los negocios tienen una limitación
temporal definida previamente.
Es en el
ámbito comercial donde más se ha realizado este tipo de modelo de negocio. A
modo de feria, como es el caso del comentado sobre el cáncer, o de forma más
estable alquilando un local unas semanas.
En cartel
anunciador de “Más fuertes que el cáncer” se define “Pop Up” como Mercadillo
Efímero Especializado. En este caso: moda adaptada para linfedema y mastectomía, turbantes, prótesis capilares
y tratamientos cosméticos.
Estos
espacios comerciales que se montan y desmontan por días o semanas están en
plena ebullición por la necesidad de los promotores inmobiliarios de alquilar y
la de los emprendedores de intentar probar.
Estos
espacios dedicados a los negocios “Pop Up” suelen estar en lugares con una gran
afluencia de personas, como es el caso de los centros comerciales o las calles
más transitadas.
Es una
buena fórmula para testar un determinado modelo de negocio, ya que podemos
acceder de forma eficiente al público objetivo. Posteriormente, habrá que
analizar cuál es el mejor canal para continuarlo.
Como
vemos, el objetivo no es únicamente el comercial de realizar ventas, sino
también el de interactuar con los posibles clientes y el de dar visibilidad y
notoriedad a la empresa.
Desde la
creación del concepto en el año 1999 hasta la actualidad se han dado muchas
modificaciones y adaptaciones a distintas tipologías de productos y objetivos
perseguidos.
El ámbito
de la restauración también ha sido un sector muy dado al fenómeno Pop Up. Se
trata de la realización de la actividad en un determinado espacio durante un
tiempo determinado.
Puede
tratarse de lugares con encanto, espacios que durante el día realizan otro tipo
de actividad o un determinado momento. Igualmente, debemos diferenciarlo de la
restauración ambulante.
Yo conocí
este fenómeno en enero del 2011, cuando mi primo Ramón Turmo, promovió “La
Cocina Pop Up Restaurant” en Dublín junto a otros compañeros que también
trabajan en la hostelería.
En este
caso, la experiencia les permitía el poder desarrollar otro tipo de concepto de
cocina que no podían realizar en los restaurantes que habitualmente trabajaban
profesionalmente.
Igualmente,
le posibilitaba el poder desarrollar competencias como chef y como emprendedor.
Así, la preparación de una oferta gastronómica acertada y la capacidad de
gestión.
Sin duda,
la experiencia el restaurante Pop Up le permitió a Ramón poder lograr el puesto
de chef en el complejo que “Fairmont Hotels & Resorts” tiene en Dubai,
estando al cargo de una decena de restaurantes.
Una de las
problemáticas con que se encuentra esta tipología de modelo de negocio es la
reglamentación aplicada. En el caso comercial, es más sencillo porque se puede
utilizar un espacio ya habilitado.
Otra
problemática es la tipología de contratos entre los emprendedores y los
propietarios de los locales, dado que se suele hablar de periodos muy cortos de
tiempo.
El
fenómeno “Pop Up” que hemos analizado es una muestra más del paradigma de flexibilidad
en el que se están desarrollando los nuevos modelos de negocio desde su inicio.
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