El
pasado 27 y 28 de noviembre tuvo lugar la Gran Recogida de Alimentos
que realizan los Bancos de Alimentos en toda España. También se
hizo en la provincia de Huesca.
Este
año se estuvo presente en todas las comarcas teniendo voluntarios en
70 supermercados. De esta forma se superaron los 1.300 voluntarios
que colaboraron entre los dos días.
El
resultado fue un incremento del 40 por ciento sobre el año anterior
con una recogida de 123.250 kilogramos. Supone una media de 548
gramos por cada habitante de la provincia.
Pero,
además del éxito de la recogida de alimentos, significa un evento
que nos permite crecer como personas y como sociedad, tanto a nivel
individual como de grupo.
Tradicionalmente,
la gran recogida ha sido realizada por personas perteneciente a
instituciones caritativas con las que colaboran los Bancos de
Alimentos. En los últimos años se ha pretendido incrementar el
número de voluntarios.
Así,
se ha llamado a colaborar a asociaciones de todo tipo para que
involucren a sus miembros; también, se han unido empresas que están
sensibilizadas con la Responsabilidad Social.
Y
se está haciendo un esfuerzo para que los colegios participen. En
este caso, supone para los niños el aprender muchas competencias
(relacionarse, logística,...) además de ser solidarios.
Cada
año se prepara mejor el material facilitado a los profesores para
que sea una actividad formativa dentro de su curriculum escolar.
Igualmente, conseguimos que la experiencia sea más enriquecedora.
Por
otro lado, estos niños transmiten su experiencia a sus familias, de
modo que logramos un efecto multiplicador en la sociedad implicando a
muchas más personas en la Gran Recogida.
El
objetivo de esta actividad en los colegios sería el hacer lo posible
para que los niños vayan siendo mejores personas y se vayan
involucrando en las asociaciones primero y, después, en las
empresas.
Porque,
antes que buenos profesionales y empresarios, una sociedad necesita
de buenas personas que se hagan cargo de la realidad que les rodea
sin importarles el esfuerzo a realizar.
En
un momento donde cuesta que las personas se asocien y, mucho más,
asuman cargos no retributivos en las asociaciones, el participar en
una acción de voluntariado como la Gran Recogida puede ser un primer
detonante.
Además
de los niños, para muchas personas adultas, ser voluntario es una
forma de ayudar en un momento donde se necesita gente. Es una forma
de querer ser mejor persona.
Es
una manera de compensar el mensaje de una sociedad consumista que
parece sólo medir a las personas por lo que tienen y por su
capacidad adquisitiva, en vez de por lo que son.
Este
mensaje también ha impregnado la imagen que la sociedad tiene de los
emprendedores y los empresarios poniendo énfasis en las ganancias
más que en el papel de transformación social.
Detrás
de un gran empresario que ha sido capaz de crear riqueza y muchos
puestos de trabajo hay una buena persona, porque el interés personal
no es suficiente para compensar el esfuerzo que conlleva.
En
el plano internacional tenemos el caso de Bill Gates y Mark
Zuckerberg como ejemplos de empresarios que hacen grandes donaciones
para el desarrollo de proyectos sociales.
En
España, otros grandes empresarios reconocidos, a la cabeza Amancio
Ortega, también están realizando grandes proyectos para posibilitar
el desarrollo social de su entorno.
Son
casos que la gente debería conocer más para ver el papel social que
tiene la empresa y no únicamente enfocarse en la parte económica y
financiera, que son importantes pero no lo son todo.
El
desarrollo económico de una sociedad se basa fundamentalmente en el
desarrollo personal de quienes la componen, más que en la capacidad
financiera o tecnológica que se suelen mencionar.
Daniel
VALLÉS TURMO
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