Nuestro
camino
Hace ya cuatro años, en febrero de 2016 que publiqué la guía del
Camino del destierro de San Ramón. Le pedí al obispo Ángel Pérez
que hiciera un prólogo sobre la actualización de los valores del
obispo y santo.
Hablaba de una ruta del románico que sirviera de unión de los
pueblos cercanos, que nos juntara como sociedad y que, también,
tuviera una función de motor turístico.
Desde entonces, de la mano de Montañeros de Aragón de Barbastro y
el Centro Excursionista Ribagorza hemos ido realizando etapas de este
camino del destierro de San Ramón.
Este año, el 14 de abril llegaremos hasta el Hospital de Vielha, y
ya sólo nos quedarán 4 etapas para llegar a San Beltrán de
Cominges en Francia, catedral hermanada con Roda de Isábena.
El año que viene, año 2020, se rememorará el 500 aniversario del
regreso de las reliquias de San Ramón a Barbastro. Para esta ocasión
el obispo Ángel Pérez ha visto que es necesario revindicar nuestro
camino, el de San Ramón.
Patrono de la diócesis de Barbastro y con unos valores que son
válidos en la actualidad por su capacidad de aceptar el “destierro”
y convertirlo en algo positivo que creó mucho valor.
La semana pasada hablaba de la figura de José María Leminyana,
párroco durante 30 años de Roda de Isábena, que llegó allí
“desterrado” por el obispo de Lleida y supo también revivir el
espíritu de San Ramón.
Yo mismo me he visto “cautivado” por ese espíritu de San Ramón
cuando escribí la guía y he tenido el coraje y su auxilio para
poder continuar año a año a mantener en vigor su camino y mi propia
vida.
En su momento, pensé que era importante que fuera camino de
Santiago, pero ahora confirmo con la idea del obispo que necesitamos
creer en nuestros propios caminos.
El camino del destierro de San Ramón unifica la parte oriental de la
provincia de Huesca y atraviesa por lugares que son insignia de
nuestro mejor románico que podemos enseñar.
No es necesario copiar el “modelo de negocio” del Camino de
Santiago de hacer una carnet para obtener la Compostelana, sino que
cada persona haga el tramo que le parezca más bonito.
Personalmente, aconsejo como tramo más bonito el que va desde Casa
Colomina, por la cabañera hasta Roda de Isábena, por su belleza
paisajista y por tener siempre a la vista la Catedral.
Más al sur, recomiendo el tramo entre Estada y Aguinaliu atravesando
la Sierra de la Carrodilla, por ser una zona poco conocida de un gran
potencial natural, histórico y artístico.
Hacia el norte, aconsejó el tramo entre Bonansa y Casa Arro y entre
la central de Ginasté y el Hospital de Vielha, pudiendo entrar ya en
un paisaje propiamente pirenaico.
En la parte personal y social es preciso creer y crear nuestros
caminos. Así, como el que va a Santiago suele decir que el camino le
ha cambiado, podemos hablar que el Camino de San Ramón también
puede hacerlo.
Es necesario que creamos y creemos en lo nuestro, porque es parte de
nuestro patrimonio cultural y espiritual. Y este es el caso del
Camino de San Ramón. Yo no soy neutro para hablar porque ha cambiado
mi forma de concebir mi vida.
Este año es posible que se consagre a San Ramón la ermita de Casa
Sierra de Güell. Ya está la ermita rehabilitada y con el santo en
su sitio para que el obispo la bendiga.
Casualmente, el camino del vuelta de las reliquias de San Ramón a
Barbastro coincide con el tramo tradicional de la entrada del Camino
de Santiago por el Valle de Arán.
Pero, lo importante es que creamos en nuestros caminos porque son los
nuestros y los que nos consolidan como sociedad y podemos transmitir
a quienes nos visiten para que entiendan nuestra idiosincrasia.
En un mundo globalizado, tiene mucho valor el saber hacer propios
nuestra historia y los caminos que la hicieron posible. Sin duda, es
una gran visión ésta del obispo Ángel Pérez.
Daniel
VALLÉS TURMO
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