sábado, 4 de enero de 2020

Quo vadis Huesca

Estos días navideños de niebla en la Hoya se ven muchos vecinos de Huesca huyendo de la niebla en Arguis, bien paseando, haciendo excursionismo o disfrutando con la bicicleta.
Parece que el norte haya sido la salida preferente histórica de los oscenses ya desde la antigüedad. De hecho la primera vía romana que se menciona en la guía Antonini es la Tarraco - Osca.
Huesca era una ciudad de gran importancia en la península. De hecho, en el siglo I antes de Cristo era la que más moneda acuñaba. Posiblemente, de aquí pudiera venir el interés de los romanos.
De Huesca salían tres vías, una a Zaragoza, otra a Pamplona y otra hacia el Pirineo. La que va al Pirineo pasa por Nueno (Noveno), que indica la distancia desde Huesca para luego atravesar el congosto de Arguis.
Este congosto es un extraordinario corte estratifico de las comunicaciones a lo largo de la historia: la vía romana, el puente medieval, la cabañera, la carretera de los años 20 y la nueva autovía.
En la cubeta de Arguis nace el río Isuela (de raíz íbera). Tras la sierra de Bonés, nace el río Flumen (de raíz latina). También, Arguis es un extraordinario corte estratifico del uso del agua a lo largo de los años.
En el año 1603 ya se quiso construir una mina (túnel), a la altura de la ermita de la Magdalena, para hacer una trasvase del Flumen al Isuela, pero fracasa el intento por la dureza del terreno.
Unos 50 años más tarde se hace otro proyecto, la acequia de Bonés (todavía en uso) que bordea la sierra por la cara norte para atravesarla cerca del Mesón Nuevo de Arguis.
En los mapas de los años 30 del siglo XX, se ve que hubo una central hidroeléctrica. Hoy podemos ver bajando por el camino natural a Arguis un hermoso salto de la acequia de Bonés.
En la Sierra de Guara ha habido un reciente trasvase a través de una mina entre los ríos Formiga y Calcón para llenar el embalse de este río. Pero, vemos que la idea viene de lejos.
La presa de Arguis de 1707 es la más antigua de Aragón. Se proyectó en el año 1680 y se comenzó a construir en el año 1704. Tuvo un recrecimiento posterior en el año 1929.
La presa más antigua de España es la de Tibi en Alicante del siglo XVI. En su momento fue la más importante de Europa y del mundo por su altura de más de 40 metros.
Hoy, la velocidad de la autovía hace que no haya tiempo para la historia y los paneles que lo nombran en Arguis, algunos están descoloridos por el sol. Pero, sin duda sería necesario hacer hincapié en el valor del turismo industrial que tiene esta zona.
Tanto para los visitantes como para los propios vecinos de de Huesca, para que no olviden el espíritu emprendedor milenario de sus antepasados. Porque la historia la tiene que aprender cada persona.
He estado trabajando en el ámbito del desarrollo en la ciudad de Huesca durante 25 años y espero poder volver a hacerlo. En este tiempo, la ciudad ha estado mirando más hacia el desarrollo exógeno (que venga de fuera) que el endógeno (que se produce desde dentro).
Sin embargo, la historia nos dice que la ciudad tiene un talento natural de sus habitantes que no ha dejado de desarrollarse a lo largo de los siglos. Y continua habiendo mucho talento.
Posiblemente, dentro de algunas décadas haya una travesía central del Pirineo que parta de la ciudad de Huesca. Una nueva infraestructura que se suma a las que nuestros antepasados realizaron para unir las dos partes de la cordillera.
Pero, lo más importante es “creérselo”. Es necesario hacer hincapié en la capacidad milenaria que ha tenido la ciudad para afrontar la historia a lo largo de muchos siglos de andadura.
Es necesario valorar el emprendimiento endógeno, porque es el que se queda y el que atrae al exógeno. No olvidemos que la materia prima principal del siglo XXI es el talento. Y éste a Huesca le sobra como se ha podido corroborar con los ejemplos indicados en este artículo.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado el 5 de enero de 2020 en Diario del Altoaragon

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