lunes, 8 de junio de 2020

La Nissan que conocí


En el año 1988 haciendo un curso de vela en el puerto de Barcelona descubrí el enorme barco que tenía la Nissan para transportar los coches que fabricaba unos kilómetros más allá.
Un año más tarde, con la universidad, visité la planta de Repsol en Tarragona para conocer en la práctica el curso de automática de procesos continuos que estábamos estudiando.
Impresiona toda la logística de los derivados del petroleo en la transformación, unida a la red de oleoductos que se hicieron para facilitar la logística de distribución por España.
En el año 1990, también con la universidad, fuimos a visitar dos factorías de fabricación de coches con distintos niveles de automatización. La Seat de la zona franca, que se estaba planteando cerrar para hacer la nueva de Martorell.
Y la Opel de Zaragoza que tenía un gran nivel de automatización y robotización, consiguiendo una mayor productividad y calidad como planta de fabricación de automóviles.
En el MBA de Esade, en 1992, visite la factoría de Nissan para que nos explicaran su sistema de calidad. No hemos de olvidar que los sistemas japoneses fueron los primeros que se implantaron con gran eficacia.
En aquel momento fabricaban como coche estrella el Terrano, que era un todoterre no que se adaptaba también a la conducción urbana y de carretera, que tuvo mucha acogida por el mercado.
Era un coche que me gustaba, pero no podía acceder a comprarlo. Así, que me conforme con un Opel Corsa de gasolina de segunda mano de los primeros que se fabricaron en Zaragoza. Lo dejé con medio millón de kilómetros.
Mis tres coches siguientes fueron de combustión diésel, los dos últimos automáticos. En la última adquisición, hacer casi tres años, ya estuve mirando los híbridos, pero eran muy caros.
Supongo que fui de los últimos que compré un coche diésel, porque desde entonces no se ha dejado de demonizarlos por ser muy contaminantes. Ahora parece, que los de gasolina, también lo son.
Se habla de un proceso en 20 años a la producción total de electricidad con energía renovable y el futuro de los coches eléctricos como segmento prioritario, sobre todo en las grandes ciudades.
Este objetivo conlleva una serie de infraestructuras nuevas para que sea posible. Por un lado las pilas y depósitos de hidrógeno para almacenar la electricidad renovable que no se pueda vender en el momento.
También, la creación de un sistema de carga de las baterías de los automóviles en toda la geografía española. Y, no menos importante, la reducción del precio de los coches para que puedan comprarse.
Ello unido a un cambio en el modelo de negocio del transporte, tanto en la posesión como en el uso. Cada vez, se anima más a fórmulas de renting con condiciones muy variables y al pago por uso.
Las nuevas generaciones y las empresas son las más partidarias de este nuevo modelo de negocio. Por tanto, es seguro que llegaremos a este objetivo. Otra cosa, es si se cumplirán los plazos previstos.
Siempre he dicho, que los humanos somos muy malos haciendo previsiones. Recuerdo leer en los libros de texto de 1979, que el petroleo se agotaría en 30 años. Si se hubiera cumplido, ya llevaríamos 10 años sin su existencia.
Lo que si es cierto es que las estrategias en el modelo de negocio de transporte están cambiando muy rápidamente. El cierre de la factoría de Nissan es debido al mismo.
Por una parte, cada vez hay menos fabricantes, pero con muchas marcas y, por otro lado, los países innovadores de Asia llevan muchos años investigando y patentando materiales y sistemas de pilas.
La innovación básica, luego aplicable, cada vez es más dificultosa si no se hace en grandes empresas o de forma colaborativa a través de otras empresas especializadas en la fabricación de los distintos componentes.
Lo estamos viendo ahora con los más de 120 proyectos de vacunas para el COVID 19. España sólo puede estar en la fase de experimentación por su capacidad, luego tendría que colaborar con otros en las fases de prueba y producción.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Alto Aragón el 14 de junio de 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario