Le llamé por teléfono para comentarle que ya se habían publicado la convocatoria de ayudas que estaba esperando. Me dijo que acababa unos pedidos que tenía pendientes y que tras las vacaciones lo miraría con el gestor.
Nos habíamos conocido el pasado verano para encargarle un trabajo de marmolista. Fue entonces cuando me dijo que estaba pensando en comprar una máquina nueva y que si podía informarle de las ayudas que había disponibles.
Quería comprar una máquina de control númerico que le facilitaría mucho el trabajo por varios motivos, aunque el primero que me nombró fue el no tener que respirar el polvo mientras estaba mecanizando una pieza.
Pero, indudablemente, esta nueva máquina le permitía poder ser más competitivo como empresa en cuanto a la calidad de los trabajos, la mayor productividad, y la posibilidad de poder automatizar determinadas piezas estandar.
Aunque todavía no habían disminuidos los pedidos, temía que el parón de la contrucción le afectaría en el volumen de las ventas. Pero, por otro lado, también deseaba un poco de calma para poder trabajar con más sosiego y no como en estos años anteriores.
El tirón de la contrucción le había ayudado a ampliar las instalaciones y a poder contratar más personal, pero seguían gestionando la empresa de la misma forma que hace unos años, sin apenas utlizar herramientas informáticas.
Aunque la gestión contable se la llevaba una empresa externa, sí parecía recomendable poder utilizar alguna aplicación informática para hacer el seguimiento de la tramitación de los pedidos y la gestión de cobros.
También, aprovechando las nuevas posibilidades de la nueva máquina, podría ser el momento de crear una página web en la que ejemplificar las nuevas posibilidades y enviar un mailing a los clientes actuales y otros potenciales.
Aquella máquina no era únicamente una inversión, sino que representaba una mejora en la calidad de trabajo, el poder ampliar la gama de producto, y la posibilidad de poder acomenter algunos cambios en la empresa para poder seguir siendo competitiva en los próximos años.
Con el año nuevo, volverá a plantear la compra de la nueva máquina actualizando el presupuesto y acordando la forma de pago. En este proceso de compra, también rellenará la solicitud de la ayuda que le comenté.
Semejantes historias estarán pasando en centenares de empresas de nuestra provincia que están estudiando la posibilidad de realizar nuevas inversiones para mejorar y poder ser competitvos, para las cuales estas ayudas son un estímulo para poder realizarlas.
ADIA e Innoempresa son el nombre abreviado de dos convocatorias de ayudas que convoca el Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón para el ejercicio 2010 publicadas en el Boletín Oficial del Aragón el pasado 16 de diciembre y cuyo plazo de solicitud finaliza el 31 de enero de 2010.
La primera de las convocatorias, ADIA, Ayudas para el Desarrollo Competitivo de la Actividad Industrial en Aragón, tiene como objeto la ayuda a la inversión, a la investigación y desarrollo experimental industriales, a los derechos de propiedad industrial, a los servicios de consultoría, y a la formación industrial.
La convocatoria tiene como objetivo fomentar la actividad industrial de las empresas, así como otras actividades conexas o complementarias que puedan contribuir al desarrollo industrial en el territorio de Aragón.
La cuantía de esta convocatoria para los años 2010 y 2011 es de 16,2 millones de euros. En los pasados tres años se concedieron 1.825 subvenciones por una cuantía de 53 millones de euros que supuso una inversión generada de 604 millones de euros.
La segunda de las convocatorias, Innoempresa, programa de apoyo a la Innovación de las Pequeñas y Medianas Empresas, tiene como objeto la ayuda a la innovación organizativa y gestión avanzada, la innovación tecnológica y calidad, y los proyectos de innovación en colaboración.
La convocatoria tiene como objetivo incrementar la capacidad innovadora de las empresas como elemento de mejora de la productividad, de la competitividad empresarial y del fortalecimiento del tejido empresarial de Aragón.
Además de las empresas, se contemplan como beneficiarios de las subvenciones a organismos intermedios que prestan servicios de carácter innovador promueven proyectos con pequeñas y medianas empresas.
La cuantía de esta convocatoria para e1 año 2010 es de 3,4 millones de euros. En los pasados tres años se concedieron 590 subvenciones por una cuantía de 13 millones de euros que supuso una inversión generada de 46 millones de euros.
Daniel Vallés Turmo
CEEIAragón
Publicado el 13 de enero de 2010
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