martes, 16 de febrero de 2010

Apps Stores

Una de las tendencias de las tecnologías de la información y las comuniciones en movilidad es el modo de acceso a la compra de servicios multimedia. Uno de los pioneros en este camino fue la tienda en Internet de Apple, iTunes Store, que permitía la venta de música legal online en el año 2003.

En un momento en que prevalecía el intercambio de música a través de Internet con la problemática para las productoras, apareció el dispostivo reproductor de música iPod y el portal de Internet iTunes para organizar la música.

En el año 2003 iTunes incorpora la tienda online iTunes Store que permite la compra de música legal por canción a un precio de 0.99 euros cada una. Y se añade la sección App Store para la venta de aplicaciones y productos multimedia.

Pero, su historia de éxito comienza en el año 2007 con el lanzamiento de los dispositivos iPod Touch e iPhone, que en diciembre de 2009 cuenta con 58 millones de usuarios, 34 millones de iPhones y 24 millones de iPods Touch.

Las cifras lo dicen todo: 3.000 millones de descargas de aplicaciones, más de 140.000 aplicaciones diferentes, 28.000 desarrolladores de aplicaciones y unas ventas mensuales de más de 250 millones de dólares.

En el mes de diciembre de 2009 se descargaron 280 millones de aplicaciones, de las cuales el 25% fueron de pago con un precio medio de 2,70 dólares y una media de facturación por usuario de 4,37 dólares.

Existen quejas de los desarrolladores en el proceso de homologación de las aplicaciones, muchas veces por la tardanza de su duración, pero la realidad es que Apple recibe más de 8.000 solicitudes mensuales para analizar.

Esta saturación del canal de Apple, ha hecho que se esté produciendo la apertura de mercados paralelos, como es el caso de YourAppsShop y de nuevas tiendas por parte de empresas de la competencia con nombres que acaban en Apps (Samsungapps, Vodafonesapps, Nokiapps,...).

A pesar de todas la quejas que puedan haber, es evidente que se trata de un nuevo modelo de negocio que ha puesto en valor un mercado que antes no existía y que, también, está obligando a nuevas estrategias de comercialización a otros productos que utilizaban otros canales.

Los desarrolladores reciben un 70% del importe de la venta y, a pesar de que comienza a darse algún problema de venta fraudulenta, obtienen ingresos posteriores con la compra de contenidos adicionales incluso con los compras iniciales no legalizadas.

De forma, que los Apps Stores desarrollan distintas funciones en la cadena de valor del proceso de compra. Así, en el proceso de búsqueda de información podemos hacer una búsqueda directa, por secciones y por valoraciones de los consumidores.

Este aspecto último, el de la reputación, es una de las herramientas principales que tenemos los consumidores para poder valorar el producto. Así, en la ficha de cada aplicación aparece una indicación de su puntuación, el número de personas que lo han valorado y el texto que han querido exponer.

Ya hemos comentado que el 75% de las descargas son gratuitas. Algunos desarrolladores utilizan esta estrategia de promoción con una aplicación recortada con el objetivo de poder utilizarla el cliente y posteriormente adquirir la versión completa de pago.

La cadena de valor finaliza con el mantenimiento de las aplicaciones mediante actualizaciones o la compra de contenidos adicionales posteriores. De forma que se permite mantener la evolución de los productos de una forma sencilla.

También, hemos comentado que la media de facturación por usuario era de 4,37 dólares mensuales, una cifra relativamente baja, pero que el sistema de facturación del iTunes Store permite que sea posible y rentable.

Algunos analistas piensan que este tipo de venta con una barrera de entrada muy pequeña es el que asegura el futuro de este canal de comercialización, sobre todo por la generación de adolescentes que vienen acostumbrados a pagar por la descarga de utilidades para su teléfonos móviles.

Un mercado, el de las Apps Store, que no sólo está abierto a un inmensidad de aplicaciones de software para las utilidades más insospechadas, además de los contenidos multimedia, sino que es un canal de adquisición de interfaces de autogestión e información en Internet.

Así, aquellos negocios que en Internet ya tienen una posición estratégica (como es el caso de la banca, los seguros, las telecomunicaciones y muchos otros servicios), necesitan que sus usuarios se descarguen aplicaciones de autogestión para sus dispositivos móviles.

E, igualmente, todos otros negocios de Internet que ofrecen información (noticias, multimedia,...) o interrelación (redes sociales,...), también necesitan que sus usuarios se descarguen y actualicen las aplicaciones de adaptación a sus dispositivos móviles.

Posiblemente, este canal del venta no ha hecho sino que empezar a desarrollarse y veremos como va expandiéndose con distintas segmentaciones en los próximos años para adaptarse a las nuevas tecnologías y a las necesidades de los usuarios.

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