martes, 2 de febrero de 2010

Comunicaordenadores

En los últimos años, hemos asistido al lanzamiento de nuevos ordenadores cada vez más pequeños muy enfocados a la movilidad y a su uso focalizado en Internet. Son los denominados Netbooks o Miniordenadores.

Los Netbooks surgían como un eslabón intermedio entre los Smartphone (teléfonos inteligentes) y los ordenadores portátiles, disponiendo de una pantalla más pequeña pero con un peso y tamaño mucho más manejables.

En el último año los Netbooks han tenido la seria competencia de la evolución extraordinaria de los Smartphones. De tal forma que para el año 2010 se esperan una ventas mundiales de 200 millones de Smartphones sobre 300 millones de ordenadores personales.

Así, el acceso a Internet está deviniendo cada vez más móvil. En el año 2010 se espera que frente a los 1.300 millones de ordenadores que tengan acceso a Internet, haya 1.000 millones de dispositivos móviles.

De aquí, la importancia de estar presente en el modelo de negocio de acceso a Internet a través de dispositivos móviles y las diferentes batallas que se están desarrollando tanto en el lanzamiento de dispositivos como en sus sistemas operativos. Veamos qué está ocurriendo en los casos de Google y Apple.

En el caso de Google, su modelo de negocio está ligado a la publicidad pagada. Su interés radica en que el mayor número de usuarios posible utlicen sus aplicaciones (gmail, maps,...) el mayor tiempo. De aquí, su iniciativa en lanzar nuevos dispositivos (como es el caso del teléfono Nexus One) para favorecer que estemos más tiempo conectados a Internet.

Por otra parte, Apple, se está constituyendo en una creador de hardware y software multimedia con diseños muy atractivos que le permite mantener una clientela fiel y un margen comercial mayor al de sus competidores.

Pero, ambos, tanto Google como Apple, sí están compitiendo en un nuevo nicho de negocio que es el de las aplicaciones de software específicas para dispositivos móviles, que es el que les posibilita la funcionalidad como ordenador personal.

Aunque, igualmente, pueden surgir rivalidad en el acceso al mercado de la publicidad, donde Apple está sondeando distintas alternativas para sacar mayor provecho. Desde instalar por defecto el buscador de Microsoft (Bing), comprar empresas expertas en el ámbito publicitario en telefonía móvil e, incluso, lanzar su propio motor de búsqueda.

En resumen, nos encontramos en un enfrentamiento-colaboración de todas las empresas con todas, que no hace sino facilitar la innovación acelerada de todos los eslabones de la cadena de valor entorno a Internet.

En todo este revoltijo, acaba de presentarse el iPad de Apple que puede revolucionar nuevamente la usabilidad de este tipo de dispositivos a camino entre los Smartphones y los Netbooks, con una apariencia al iPod Touch pero con 9,6 pulgadas.

Pero, las empresas como usuarias de estos dispositivos, ¿en qué deberían fijarse de cara a valorar la aplicabilidad de los Smartphones? En este caso no existe una respuesta absoluta, porque depende mucho del uso que se le quiera dar.

Por eso, en un primer momento, la decisión no debe establecerse en cuanto al sistema operativo que prevalezca y que permita la escalabilidad de las aplicaciones, que sí será importante dentro de un tiempo. Estamos hablando del Androide (linux), Microsoft u otros más específicos.

En estos primeros momentos de lanzamiento, la toma de decisiones va a radicar en la usabilidad del producto. Y aquí nos encontramos que este parámetro depende mucho de la utilización que le demos. No es lo mismo la utilización como un comunicador (teléfono, organizador y acceso a aplicaciones de Internet), que el estar continuamente trabajando sobre una aplicación específica, como sería el caso de un agente comercial.

En este caso, el de una utilización específica, va a ser muy importante la duración de la batería, así como la facilidad en la entrada de datos, la rapidez del procesamiento de la información, y el modo como se visualiza la información.

Así, el Smartbook va a ser interesante en aquellos casos en que se haga un uso intensivo del trabajo online sobre aplicaciones específicas que sobre una Smartophone no sería fácil hacerlo, y que con un Netbook sería menos manejable de transportar.

El Smartbook tiene claramente una vocación de trabajar sobre él, no únicamente de mantenerse comunicado e informado. Pero, para que esto sea así, todavía es necesario progresar en el diseño de software específico, como está sucediendo en el caso de los Smartphones.

Probablemente, el Smartbook va a tener un papel muy destacado como dispositivo pionero para ir abriendo este camino en el desarrollo de aplicaciones de software específicas para entornos de movilidad.



Daniel Vallés Turmo

CEEIAragón


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