Este año “Diseña Forum”, celebrado en Zaragoza el 23 y 24 de febrero, contó con dos figuras excepcionales en la apertura y clausura, Valerie Jacob, directora del grupo LPK Trends, y Deyan Sudjic, director del Museo de Diseño de Londres.
Igualmente fueron muy didácticas las explicaciones sobre el concepto “Design Thinking” y “Managing Design” que expusieron los ponentes en el marco de este evento organizado por el CADI, Centro Aragonés de Diseño Industrial, pertenenciente al Departamento de Industria, Comercio y Turismo.
La ponencia de Valerie Jacobs se titulaba “Predecir tendencias. Diseñar hoy para vender mañana”. Expuso 6 diferentes tendencias que van a influenciar en los próximos años y comentó el papel que deben tener los diseñadores en cada una de ellas.
La primera tendencia es que nos encontramos con un mundo complejo y ambiguo en el que no es fácil ver el futuro ni las consecuencias de nuestros actos, por lo que es muy dificil estar seguro del camino a recorrer.
Ante este contexto de incertidumbre, el diseño puede ayudar a construir la seguridad buscada por cada persona facilitando experiencias emocionales que apoyen la construcción individualizada de cada historia personal.
El uso de los recursos de forma alternativa es la segunda de las predicciones. Así, desde el acceso a los medios pagando por el uso o compartiéndolo con otros, al establecimiento de monedas de uso comunitario o digital para intercambiar productos o servicios.
El papel del diseño en esta ocasión es el de facilitar que las personas hagan lo que ellos quieren hacer, dialogando con ellos para conocer mejor tanto sus inquietudes como el ecosistema en el que se desenvuelven.
La tercera profecía versa sobre la necesidad que tendremos las personas de hacer nuestra propia cultura, incluido el diseño que nos rodea. Diseñaremos de forma colaborativa y accediendo a bancos de recursos de libre uso.
Los diseñadores, al contrario de verse marginados, deberán facilitar esta tendencia del autodiseño tanto animando a las personas a que lo hagan como facilitando metodologías y herramientas para su ejecución.
La búsqueda de lo verdaderamente auténtico está en el puesto cuarto. Asimilaremos la imperfección como lo que es verdadero. Como forma antagónica al mercado de objetos masivos y de calidad durante las últimas décadas.
La industria del diseño tenderá a realizar acabados falsamente no profesionales. Es la búsqueda de la perfección de la imperfección y el valor de lo no refinado, lo integral, lo que no ha sido meticulosamente acabado.
La penúltima tendencia es la influencia de los diseños provenientes de los descubrimientos de la biotecnología que supone la apertura a nuevas estructuras y escenarios provenientes del mundo microscópico y de la manipulación molecular.
Pero no sólo en lo que supone las nuevas realidades formales, sino en los nuevos campos de desarrollo en los que el diseño puede extenderse, desde la medicina regenerativa a la creación de nuevas formas creadas artificialmente.
Finalmente, el uso masivo de las nuevas tecnologías para la exploración de la realidad, está haciendo que se esté redefiniendo la forma misma como percibimos lo que nos rodea. Ya no contamos únicamente con los cinco sentidos, sino con instrumentos que nos ofrecen una realidad aumentada.
Una realidad aumentada de todos los sentidos tradicionales a través de sensores, simuladores e imágenes que nos amplifican la realidad y nos ofrece nuevas formas de interpretarla y manipularla en el día a día.
Si analizamos estas tendencias, vemos que muchas de ellas ya son maduras en algunos sectores e incipientes en otros. Pero, lo que nos cuesta ver es el resultado global de la interdependencia conjunta de todas ellas.
En otro sentido, queda todavía abierta la influencia de estos cambios sociológicos en la misma forma de funcionamiento de los mercados y de las empresas, porque dificilmente una empresa ajena a esta nueva cultura podrá desarrollar estos nuevos servicios y productos.
Ciertamente están apareciendo nuevas herramientas de gestión empresarial entorno al trabajo colaborativo que permiten estructurar los nuevos modelos de negocio, pero todavía queda por definir la cadena de valor resultante.
Tampoco debemos de olvidar que la creación de las nuevas empresas necesita que los emprendedores tengan clara una visión de su proyecto para poder disponer los recursos de su entorno en alineación con dichos objetivos.
Un estado de incertidumbre y ambigüedad del futuro predispone a la creación, más bien, de microempresas como medio de vida, que de proyectos empresariales capaces de vertebrar la sociedad que los acoge.
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