jueves, 15 de septiembre de 2011

Economía de Huesca


La provincia de Huesca cuenta con una población a finales del 2010 de 228.177 con una economía basada fundamentalmente en el sector servicios, con casí el 60%, generando un Valor Agregado Bruto en el año 2008 de más de 5 mil millones de euros, perdiendo peso la agricultura y la industria.
En el año 1887 la población de nuestra provincia era mayor que la actual, con 255.177 habitantes, disminuyendo la población durante todo el siglo XX, hasta comenzar a repuntar a finales del mismo con el incremento demográfico debido a la natalidad de la población emigrante.
En este artículo vamos a reflexionar sobre las infraestructuras planteadas en el siglo XX que han configurado nuestra economía actual y las palancas de innovación sobre las que se están sustentando la economía del futuro.
Los canales del riego han sido una de las infraestructura claves en nuestra provincia para configurar su desarrollo económico. El Canal de Aragón y Cataluña ya cuenta con más de 100 años y es el responsable de la pujanza de las comarcas orientales de La Litera y Bajo Cinca.
Los Canales del Cinca y el Sistema de Monegros comenzaron a consolidarse hace 40 años y han sido claves para para el desarrollo paulatino de las comarcas del Somontano de Barbastro, Cinca Medio y Los Monegros.
El regadío ha posibilitado una integración de los sectores primarios e industriales agroindustriales entorno a la ganadería y los frutales, llegando incluso a implicar al sector servicios con el Enoturismo en la Denominación de Origen del Somontano.
En el caso de Monzón, el Canal de Aragón y Cataluña ha posibilitado su industrialización. Así, en el año 1925 se crea una industria Azucarera y en el año 1946 comienza la actividad de Hidro Nitro Española que será el comienzo de la llegada posterior de empresas químicas.
El ferrocarril ha sido otra de las infraestructuras claves que han posibilitado el desarrollo industrial durante el siglo XX en la mayoría de las cabeceras comarcales, llegando a su mayor apogeo con la inauguración en 1928 del túnel transfronterizo de Canfranc.
En el último cuarto del siglo XX las infraestructuras ferroviarías van perdiendo competitividad respecto al transporte por carretera, salvo la excepción de la construcción del tren de Alta Velocidad que cruza toda la provincia pero únicamente para en Huesca y Tardienta.
La construcción de las autovías A-23 y A-22, que cruzan la provincia de norte a sur y de este a oeste, está posibilitando que la mejora de las comunicaciones por carretera amortiguen el déficit del mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias.
Estas comunicaciones posibilitan el crecimiento del sector servicios, sobre todo el del turismo que se dirige fundamentalmente hacia el Pirineo desde las comunidades autónomas de Cataluña, País Vasco, Valencia y Madrid. Igualmente se espera el desarrollo del sector logístico.
El desarrollo de estas infraestructuras ha sido necesario para crear nuestro actual tejido económico, pero son necesarias diferentes palancas de innovación en cada sector para posibilitar la consolidación y el crecimiento futuros.
El sector agrario y ganadero está inmerso en un continuo cambio tecnológico, promovido desde distintas esferas de influencia, desde la mejora de los sistemas de regadío hasta la aplicación de las nuevas tecnologías.
En el sector de la energía se llevan más de 10 años de implementación de las energías renovables. En Huesca se encuentra la “Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón” dedicada a la investigación y despliegue de las energías renovables.
En el sector industrial es la agroindustria la que conlleva una constante inversión en la creación de un mayor valor añadido a partir de la producción primaria. En este caso, la amenaza principal no es tecnológica sino de acceso y consolidación en el mercado.
Dentro del sector industrial nos encontramos con actividades entorno a la Tecnología Sanitaria y los Desarrollos Electrónicos donde despuntan algunas empresas fundamentadas en la innovación que sirven de referencia para la creación de otras nuevas actividades.
El sector de los servicios, como hemos comentado, es el más importante de nuestra economía. En sus distintas actividades ha habido acciones de iniciativa pública con el objetivo de potenciar la innovación de las empresas.
Este es el caso del Parque Tecnológico Walqa, que comenzó especializándose en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, para paulatinamente posibilitar nuevas actividades de servicios profesionales técnicos.
Otro ejemplo de acción han sido las Plataformas Logísticas de Huesca y Fraga para dar cabida a la actividad promovida por la construcción de las autovías. Asimismo, las infraestructuras turísticas creadas para potenciar el turismo.
El objetivo de estas palancas de innovación es la mejora de la competitividad, tanto en el mercado doméstico como en el internacional, y la capacitación para el lanzamiento de nuevos productos que permitan la adaptación al mercado.

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