Desde hace varios años, conceptos
económicos que únicamente se enseñaban en las escuelas de negocios han pasado a
formar parte de las conversaciones cotidianas debido a la coyuntura económica y
financiera.
Uno de estos conceptos es el del
valor de los activos. Acostumbrados a ver como ha subido el precio de las
viviendas durante 15 años seguidos y ver como se ha paralizado el mercado, estamos
asistiendo a un proceso inverso.
De igual manera, el valor del precio del dinero
también se ha incrementado por la prima del riesgo de morosidad y la falta de
liquidez de los activos inmobiliarios puestos como garantía.
En el caso de algunos productos
de consumo cotidiano, debido a la caída de la demanda, la distribución ha
tenido que realizar una bajada de precios de forma directa o a través de
promociones para no perder clientes.
Cuando un producto o servicio
están comercializándose en el mercado, los consumidores calculamos el valor en
comparación con los demás. Nos es más fácil tomar una decisión de compra por
comparación.
En la década de los 80 el
marketing había desarrollado los conceptos de calidad de la marca y sus valores
intangibles asociados que posibilitaban un incremento del precio y mayor
beneficio.
Sin embargo, en la primera década
del siglo XXI, se ha producido una corriente totalmente inversa basada en la
disminución de los precios con productos de marca blanca y servicios de bajo
precio.
En este estadio empresarial, el
valor viene dado por el resultado. Se pueden realizar bajadas en los precios
manteniendo el resultado porque se ha ganado productividad y reducción de
costes en el proceso de fabricación, gestión y comercialización.
Si el producto o servicio todavía
se encuentra en una fase previa de modelización o prototipado, el valor
empresarial es evaluado por la posibilidad de su aportación futura al resultado
de la compañía.
Si se trata de una empresa que
comienza de cero y no conoce el mercado, el riesgo de la valoración es mayor
debido tanto a los costes de lanzamiento en el mercado como a su grado de aceptación.
Es este uno de los motivos por el
que muchos proyectos emprendedores de base tecnológica son comprados por
empresas que ya están en el mercado dado que pueden valorar mejor su capacidad
de sacarle una rentabilidad.
Recientemente, ha sido muy
nombrado la compra de Instagram (un programa para gestionar las fotos en lo
teléfonos móviles) por Facebook en un momento previo a su salida a bolsa, donde
tenía que dar confianza sobre su rentabilidad futura.
En el caso que el estadio del
desarrollo del producto o servicio sea el de la ideación, nos encontramos con
una valoración muy subjetiva dado que es preciso un recorrido posterior hasta
su modelización y comercialización.
Anteriormente a la década de los
80 era muy habitual el poder vender fácilmente un modelo de utilidad o una patente
a una empresa para que la acabara de desarrollar y de lanzar al mercado.
Con el paso de las décadas, la
gestión de la propiedad industrial se ha convertido en un área de gestión
compleja y especializada tanto en el ámbito investigador como empresarial.
Igualmente, el desarrollo y
gestión de la innovación requiere de toma de decisiones muy rápidas dado que
los ciclos de permanencia de los productos en el mercado son cada vez menores.
Esta diferenciación de la
valoración de la innovación según sea el estadio empresarial en el que se
encuentra, requiere que distintos agentes la evalúen según sea el de ideación,
modelización o comercialización.
La fase de ideación requiere un
conocimiento del proceso de desarrollo de producto y de los agentes implicados en el entorno con
el objetivo de facilitar la rapidez de su evaluación y, si procede, la puesta
en marcha.
El estadio de modelación necesita
tanto de unos conocimientos de validación del plan de negocio como de la puesta
en marcha empresarial. Es la etapa que mejor gestionan los viveros de empresas.
Finalmente, la comercialización
requiere de expertos conocedores del mercado específico que se trata bien a
través de consultoría o por la contratación de personal capacitado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario