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domingo, 19 de enero de 2020

La Huesca poco poblada


Un amigo que venía a pasar unos días a una casa de turismo rural en Colungo me dijo si podía enseñarle alguna “ruta chula” de esa zona de Guara. Siendo invierno y con la niebla cubriendo Alquezar, había que ir hacia la parte norte.
Quedamos en un bar de la población a las 9:30, pero no habría hasta las 10. Así que los “urbanitas” nos quedamos sin el café al que estamos acostumbrados a tomar a esa hora prudente en una ciudad.
Subimos por la carretera estrecha y llena de curvas del puerto de San Caprasio en dirección a la ermita de San Isidro de Paúles de Sarsa. No nos encontramos ningún coche en todo el recorrido.
Aparcamos junto a la ermita y comenzamos a recorrer una ruta sencilla, pero que no está completamente señalizada, que une tres dolmenes de “Tierra Buxo” (Tierra del boj): Capilleta, Balanzas y Pueyoril.
Nos hizo buen tiempo y le gustó el paisaje, con un Pirineo nevado como telón de fondo en el norte y el Tozal de Asba en el sur. Tampoco vimos a ninguna persona en el recorrido.
Ya volviendo al coche por una tramo de carretera, un coche para. Sale una persona y me pregunta si soy el de “Caminos de Barbastro”. Me agradece por la guía de Guara de esta zona. Me dice que mañana hará una excursión por unos pueblos en torno al río Balced. Le comento a mi amigo que no estaba preparado.
Le pregunté si quería ver una granja de corderos. Llamé a un conocido y fuimos. Mientras el encargado hablaba con mi amigo, yo me puse a jugar con los perros deseosos de caricias.
Las ovejas estaban en un momento de parir los corderos. Es realmente bonito ver como nace un corderito, se va levantando para llegar a las brevas y tetar la leche de su madre en tan solo unos minutos. El instinto de la naturaleza.
Pero mi amigo vio también el lado, no tan bonito, del cuidado necesario que había que tener y la disposición día y noche para atender los partos y seguir los procedimientos adecuados para garantizar que salieran bien.
Teníamos sed y nos acercamos a Arcusa. Primero visitamos el Hotel Tierra Buxo que va a cumplir 2 años y ya tiene una puntuación en Booking de 9,9 sobre un máximo de 10.
Dos emprendedores con raíces en la población que se han formado en hostelería en otro país y han querido desarrollar su propio proyecto con un pequeño hotel muy cuidado de 5 habitaciones, un hermoso jardín y un paisaje inmejorable.
Vamos a ver si está abierto el local social. Tomamos unas cervezas y unas aceitunas. Cuando llegamos, vemos a la persona encargada jugando al parchís con otro vecino. No hay nadie más.
Cuando salimos vemos que otro vecino está cargando un jabalí, ya limpio, en un coche para llevarlo a analizar al veterinario. Habíamos oído disparos durante la excursión, pero muy lejanos.
Pensamos que con esos 15 kilos de carne ya tenía para comer bastante tiempo si lo congelaba. Se le veía contento. La posibilidad de la autosuficiencia alimenticia es una de las características de la Huesca poco poblada, como ha ocurrido tradicionalmente.
Descendemos de nuevo a Colungo, que todavía se encuentra bajo la niebla. El bar ya ha abierto y hay muchos coches que han parado para comer, aunque sea un poco tarde. Pero, no hemos encontrado ningún coche durante el recorrido.
Llego a Barbastro con la niebla todavía más prieta y lo primero que hago es entrar en una cafetería, pedir un café y leer la prensa del día. Un agradecido momento, que está mañana no ha sido posible hacer.
Si hiciéramos este recorrido en verano nos encontraríamos muchas más personas y coches. Realmente es una zona que está cogiendo cada vez más auge y se va repoblando poco a poco.
Hay un problema grande que es la vivienda para los trabajadores que vienen de fuera por el incremento de los precios por el turismo. Esto hace que tengan que desplazarse.
Me pregunto qué pensaría mi amigo después de la experiencia. Durante la ruta, decíamos en broma que parecía un reportaje de “Salvados” sobre la Huesca poco poblada. Pero, no estaba nada preparado. Por cierto, no digo despoblada, sino poco poblada.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado en Diario del Altoaragón el 19 de enero de 2020

sábado, 4 de enero de 2020

Quo vadis Huesca

Estos días navideños de niebla en la Hoya se ven muchos vecinos de Huesca huyendo de la niebla en Arguis, bien paseando, haciendo excursionismo o disfrutando con la bicicleta.
Parece que el norte haya sido la salida preferente histórica de los oscenses ya desde la antigüedad. De hecho la primera vía romana que se menciona en la guía Antonini es la Tarraco - Osca.
Huesca era una ciudad de gran importancia en la península. De hecho, en el siglo I antes de Cristo era la que más moneda acuñaba. Posiblemente, de aquí pudiera venir el interés de los romanos.
De Huesca salían tres vías, una a Zaragoza, otra a Pamplona y otra hacia el Pirineo. La que va al Pirineo pasa por Nueno (Noveno), que indica la distancia desde Huesca para luego atravesar el congosto de Arguis.
Este congosto es un extraordinario corte estratifico de las comunicaciones a lo largo de la historia: la vía romana, el puente medieval, la cabañera, la carretera de los años 20 y la nueva autovía.
En la cubeta de Arguis nace el río Isuela (de raíz íbera). Tras la sierra de Bonés, nace el río Flumen (de raíz latina). También, Arguis es un extraordinario corte estratifico del uso del agua a lo largo de los años.
En el año 1603 ya se quiso construir una mina (túnel), a la altura de la ermita de la Magdalena, para hacer una trasvase del Flumen al Isuela, pero fracasa el intento por la dureza del terreno.
Unos 50 años más tarde se hace otro proyecto, la acequia de Bonés (todavía en uso) que bordea la sierra por la cara norte para atravesarla cerca del Mesón Nuevo de Arguis.
En los mapas de los años 30 del siglo XX, se ve que hubo una central hidroeléctrica. Hoy podemos ver bajando por el camino natural a Arguis un hermoso salto de la acequia de Bonés.
En la Sierra de Guara ha habido un reciente trasvase a través de una mina entre los ríos Formiga y Calcón para llenar el embalse de este río. Pero, vemos que la idea viene de lejos.
La presa de Arguis de 1707 es la más antigua de Aragón. Se proyectó en el año 1680 y se comenzó a construir en el año 1704. Tuvo un recrecimiento posterior en el año 1929.
La presa más antigua de España es la de Tibi en Alicante del siglo XVI. En su momento fue la más importante de Europa y del mundo por su altura de más de 40 metros.
Hoy, la velocidad de la autovía hace que no haya tiempo para la historia y los paneles que lo nombran en Arguis, algunos están descoloridos por el sol. Pero, sin duda sería necesario hacer hincapié en el valor del turismo industrial que tiene esta zona.
Tanto para los visitantes como para los propios vecinos de de Huesca, para que no olviden el espíritu emprendedor milenario de sus antepasados. Porque la historia la tiene que aprender cada persona.
He estado trabajando en el ámbito del desarrollo en la ciudad de Huesca durante 25 años y espero poder volver a hacerlo. En este tiempo, la ciudad ha estado mirando más hacia el desarrollo exógeno (que venga de fuera) que el endógeno (que se produce desde dentro).
Sin embargo, la historia nos dice que la ciudad tiene un talento natural de sus habitantes que no ha dejado de desarrollarse a lo largo de los siglos. Y continua habiendo mucho talento.
Posiblemente, dentro de algunas décadas haya una travesía central del Pirineo que parta de la ciudad de Huesca. Una nueva infraestructura que se suma a las que nuestros antepasados realizaron para unir las dos partes de la cordillera.
Pero, lo más importante es “creérselo”. Es necesario hacer hincapié en la capacidad milenaria que ha tenido la ciudad para afrontar la historia a lo largo de muchos siglos de andadura.
Es necesario valorar el emprendimiento endógeno, porque es el que se queda y el que atrae al exógeno. No olvidemos que la materia prima principal del siglo XXI es el talento. Y éste a Huesca le sobra como se ha podido corroborar con los ejemplos indicados en este artículo.

Daniel VALLÉS TURMO
Publicado el 5 de enero de 2020 en Diario del Altoaragon

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Tener un sueño


Mi primer contacto con el despoblamiento fue en 1985 visitando el pueblo de mi padre, Sarsa de Surta, para hacer un estudio de toponimia. El año siguiente hice un estudio, también de toponimia, de otra zona con muchos pueblos despoblados, La Solana de Fiscal.
Este nuevo proyecto me hizo visitar algunos pueblos de colonización donde habían bajado a vivir muchos de sus habitantes en la comarca de Los Monegros. Casualmente, este año coincidí con alguno de ellos en la entrega de los Premios Félix Azara.
En los últimos años he podido conocer la problemática de forma más profunda realizando las guías de las sierras de Sis, Carrodilla y Guara, que me ha permitido ver el fenómeno con más detenimiento al recorrer el terreno paso a paso en distintas zonas de la provincia de Huesca.
No me gusta entrar en los pueblos abandonados, pero sí comprender su historia y la economía que les ha permitido sobrevivir durante siglos en relación con su en torno comarcal.

Es fácil encontrar en Internet teorías de los motivos por lo que ocurrió esta despoblación y proyectos pilotos para volver a repoblar la zona rural. Pero, no logro encontrar un discurso lo suficientemente riguroso en la actualidad, ni me voy a atrever a exponer algunas conclusiones personales a las que todavía les falta madurar.
Aunque creo que, gran parte de la solución está en “los sueños” y proyectos de las personas que viven actualmente allí. Al igual que uno se compra un barco tras haber desarrollado el espíritu de sentirse libre, lo mismo se puede aplicar al tema que estoy analizando.

Este domingo estaba esperando a misa en un pueblo pequeño. He entrado en conversación con una persona anciana que me ha enseñado en el cementerio donde estaba toda su familia.
También, me ha contado toda su historia de emigrante por toda Europa. Finalmente, me ha dicho que se había vendido la casa para bajarse a un apartamento en la capital de la comarca donde se sentía más cómodo.
Luego, ha comenzado a contarme numerosas casas que ya se habían cerrado en los pueblos de los alrededores, que tal vez se abran como segunda vivienda si alguien las compra.
Este es un fenómeno que lo he vivido en mis exploraciones. Pueblos fantasmas durante la semana que recuperan la vida únicamente durante el fin de semana y las vacaciones.
Tenía muchas ganas de hablar. Hubiéramos podido estar horas. Pero yo estaba allí por otro motivo y me tuve que despedir, sobre todo, animándole a que siguiera viviendo con ilusión fuera donde fuera.

El día anterior estuve en Serraduy en un bautizo. Al final de la ceremonia, se hizo una foto en las escaleras de la ermita de San Lorenzo a los siete niños que estaban viviendo en el pueblo, que sumando al bautizado se incrementan a ocho niños.
Me sorprendió el número de niños. El párroco confirmó que era uno de los pueblos donde más bautizos había hecho. Me quedo con la cara de ilusión de esos niños de distintas edades, pero con una cosa en común, una vida para hacer realidad sus sueños y sus proyectos.
En la vuelta a casa quedó esa imagen grabada en mi memoria. No me puse a analizar en los motivos. Pero el caso era que parejas jóvenes habían encontrado una forma de vivir y dar vida.
No es fácil saber si primero es el sueño o el proyecto, al igual que el huevo o la gallina. El caso es que ambos son necesarios, el querer y el poder. Pero, antes que eso, la capacidad para poder decidir con libertad.
Muchos emprendedores me han dicho que si hubieran sabido los problemas que se iban a encontrar no hubieran empezado. No hay que tomarse este pensamiento al pie de la letra. Es una forma de estar satisfecho de haber sabido afrontar los contratiempos.
Lo mismo se puede aplicar al tema que estamos tratando. No hay que centrarse tanto en las analíticas, sino en hacer “apetecible” la vida en el entorno rural para que las personas jóvenes decidan quedarse o ir al mismo. Porque los problemas igual van a estar tanto en el mundo urbano como en el rural.

Daniel VALLÉS TURMO

jueves, 29 de noviembre de 2018

Una comunidad solidaria


Una comunidad solidaria

Se nos está yendo una generación”- escuché en el tanatorio de Ainsa. Apenas unos minutos antes, pasando el puente del río Cinca en Ainsa, recuerdo cuando los hermanos de mi madre llevaban la tocina desde Labuerda a Casa Franco de Banastón para presentarla al marrano. Unos 8 kilómetros de distancia.
Mi madre me decía que siempre hubo una buena relación con esa familia. Posiblemente de los viajes que hacía mi abuelo Antonio a Casa Cambra de Tierrantona para buscar suministros para el sanatorio de Pineta.


Lo pongo a modo de ejemplo de las relaciones solidarias y de sinergias que se establecían en los pueblos de montaña para posibilitar la supervivencia. Seguramente, sea ésta la gran fortaleza de los pueblos de montañas, ser comunidades solidarias.
Casualmente, en la recién restaurada iglesia de Arcusa, el párroco ha pintado el símbolo de Cáritas en la parte de coro, como uno de los elementos más representativos de la labor de la iglesia en la actualidad, una comunidad solidaria. Iglesia significa asamblea, comunidad.
Ciertamente se está yendo la generación que vivió esa solidaridad necesaria para sobrevivir. Este año ya he acudido a varios funerales en pequeños pueblos de Sobrarbe y Ribagorza.
Vienen de toda la comarca. Se deja todo para asistir y pasar una larga velada junto a los familiares. Como dice Sabina en su canción, en las ciudades “la muerte pasa en ambulancias blancas.” y apenas sólo asiste la familia a las ceremonias breves que se realizan.

Cuando, actualmente, hablamos de despoblación nos centramos en las debilidades de la falta de servicios y empleo en la zona rural, pero no se citan las fortalezas. Siempre he aconsejado no centrarse en las debilidades, porque nuestra mente está preparada para “huir de lo negativo” y no ayuda a establecer acciones correctoras. Todo lo contrario que las fortalezas.
Si hay una organización que conoce el mundo rural es la iglesia. El pasado 26 de enero el obispo de Barbastro participó en un Desayuno de Empresarias para hablar de su labor como gestor.
Los datos que mostró eran muy negativos. Sacerdotes envejecidos y muchos pueblos pequeños a los que dar servicio. La falta de sacerdotes (67 en activo) se está cubriendo con acuerdos de cesión temporal por parte de otras diócesis y una mayor implicación de los seglares como animadores (67 personas), posibilitando que las comunidades se junten para rezar. Ya se iguala el número de sacerdotes con el de animadores.
También se están uniendo las fuerzas. Así, en Barbastro se ha creado un proyecto piloto de unidad pastoral de las tres parroquias, creando la Parroquia de Barbastro. Aplanamiento de las estructuras que se va a ir desplegando.

Desde la tierra baja se ha plasmado otra idea del “montañés”, porque se fijaba unidimensionalmente en el aspecto de tener que mantenerse con lo poco, en vez de su lado solidario, que ha sido mucho.
Todavía hay una deuda con los pueblos de montaña que tuvieron que deshabitarse por aplicación de medidas “excesivas” medio ambientales, que el paso del tiempo y el avance tecnológico no les ha dado la razón.
Lo peor en una comunidad es el destierro y la excomunión. Fuera de la comunidad no hay vida. Miles de familias, entre las que me encuentro yo, tuvieron que rehacer sus raíces en otras poblaciones. Gracias a las mejoras en las vías de comunicación hemos podido mantener la raíces. Esto también es una fortaleza, “el regreso de los que se fueron”, que cantaba Labordeta.
Muchas de las casas de los pueblos que se han arreglado lo han hecho descendientes que tuvieron que irse. Una generación que ya se está envejeciendo muy rápidamente.
El futuro de nuestros pueblos de montaña lo hemos de buscar en sus fortalezas, entre ellas el tratarse de comunidades solidarias durante cientos de años, una competencia aprendida que hay que actualizar.
Hacer realidad dentro de los modelos de negocio de la economía colaborativa que las nuevas tecnologías posibilitan que se puedan establecer en ámbitos rurales. Un ejemplo hecho realidad sería el de “Zona Cero” en el ámbito de la bicicleta de montaña.

Daniel VALLÉS TURMO
Artículo publicado en Diario de Altaragón el 28 de noviembre de 2018

martes, 29 de mayo de 2018

El futuro de(l) Huesca


El futuro de(l) Huesca

La tarde del 21 de mayo la ciudad de Huesca desprendía una tensión y una confianza en un partido de fútbol que se iba a celebrar a casi mil kilómetros de distancia.
Se veía a personas que llevaban camisetas o bufandas del club, que se iban incrementando conforme llegaba la hora. Los escaparates de las tiendas hacían alusiones de ánimo con frases como “Vamos”.
Finalmente se cumplieron los pronósticos y esa noche el equipo de Huesca aseguraba el ascenso a la primera división. Mucha alegría en la población pensando en lo positivo que iba a ser para la ciudad y su provincia.
Se hablaba de la repercusión en la publicidad en los medios de comunicación nacionales e internacionales, así como las personas de fuera que vendrían a ver los partidos.
La Asociación de Comerciantes animaba a que se mantuvieran abiertos los comercios del centro los domingos que hubiera partido, aproximadamente cada dos meses. Algunos establecimientos empezaron las reformas para estar preparados.

Mientras, el entrenador aseguraba que ya no iba a estar la próxima temporada, pero que habría aprendido mucho del tiempo pasado en el club y en la propia ciudad de Huesca.
Este entrenador se iba con sus dos asistentes. Escuchaba en la radio que era la primera vez que al Huesca llegaba este tipo de organización colegiada, pero se ha visto que ha funcionado.
En el éxito del equipo de fútbol del Huesca han confluido talento y gestión del talento en las distintas áreas. Desde el fichaje de jugadores, el entrenamiento, la gestión económica, la comunicación y el apoyo de los socios.
Los medios de comunicación han incidido en la gestión económica, siendo uno de los cinco equipos de la segunda división con el presupuesto menor, y en la evitación sistemática del endeudamiento.
Los mismos factores que influyen en todo proyecto empresarial, donde cada vez es más importante la atracción y la gestión del talento como catalizadores de los demás factores.

Una ciudad es un conjunto de grupos con distintos intereses y afinidades que es necesario acompasar. Como organización puede influenciar directamente sobre la gestión de su personal y las inversiones.
Puede parecer poco, pero es mucho, porque facilita la vertebración del resto de los proyectos que confluyen en la ciudad e influye directamente en la atracción y la retención del talento.
En los años 80 del siglo XX se pusieron de modo los Planes Estratégicos de las ciudades basados en la creación de infraestructuras clave que facilitaran la transformación.
Paradigmático en España fue Bilbao con la transformación de un área industrial decadente a partir del museo Guggenheim. Otras ciudades apostaron por la creación de infraestructuras en torno a un evento de transcendencia internacional.
Sevilla con la Expo 92, Barcelona con los Juegos Olímpicos, la misma Zaragoza con Expo Agua, Valencia con el campeonato del mundo de vela y otras ciudades como capitales culturales.
La crisis económica del 2007 y la menor llegada de subvenciones europeas para infraestructuras han hecho que ese modelo haya dejado de ser posible por la falta de financiación.
Esto ha llevado a la potenciación de eventos de menor nivel, pero que influyen directamente en el tejido empresarial. Pueden ser de tipo cultural, asociativo, deportivo, congresual o de otro tipo.

En un tiempo de “modernidad líquida” e interacción global nunca ha sido tan importante la gestión de lo micro sobre lo macro, donde la capacidad adaptativa del talento marca la diferencia.
Esperemos que el lema del Huesca “siempre fieles, sin reblar” ayude a que el equipo pueda mantener la categoría la próxima temporada optimizando al máximo sus posibilidades.
Esperemos, también, que este espíritu de equipo se contagie en el entramado social y empresarial no únicamente de la ciudad, sino también de la provincia, logrando los resultados mejores posibles.



Daniel VALLÉS TURMO

miércoles, 14 de marzo de 2018

Colonos

Colonos

Ha sido un acierto que el galardón de los XX premios Félix de Azara se concediera a los 15 pueblos de colonización de la provincia de Huesca. Un reconocimiento justo y necesario para recordar nuestra historia.
Me sorprendió que “los colonos” vieran como un gran problema la despoblación y la falta de gente joven. De manera que el problema del “poblamiento” es común a toda la provincia.
Tuve la necesidad de explorar un poco cómo había sido ese proceso de colonización. 

La existencia de un pueblo que se había abandonado llamado Puilatos (ver ruta Puilatos en el blog Caminos de Barbastro) fue el desencadenante. Esta población se desalojó en el año 1977 por estar asentada sobre una zona que producía agrietamiento en los edificios. Formaba parte del sector de colonización del Canal de la Violada.

Puilatos antes de ser abandonado en 1977
El proceso de colonización, que fue un proyecto nacional que creó 300 poblaciones en toda España, empezó por este lugar porque era donde estaba más adelantadas las obras del proyecto de Riegos del Altoaragón.
Así, el objetivo de esta colonización era lograr valor añadido de las obras de riego que se habían comenzado a realizar y estaban planificadas para las próximas décadas.
El primer pueblo colonizado fue Ontinar del Salz en 1945 y el segundo El Temple en 1946. Ambos territorios podían ser regado por el Canal de La Violada que se iniciaba en el Embalse de Tormos.
El embalse de Tormos inició sus obras en el año 1915. Era el punto de partida del Canal de Monegros. La primera fase de las obras se realizó hasta 1934 y el recrecimiento actual en 1963.

Para la construcción de esta infraestructura se creo la Colonia de Tormos (ver ruta Tormos en el blog Caminos de Barbastro) que llegó a tener varios barrios conforme se necesitaba más mano de obra. En la actualidad vale la pena visitarlo para conocer los barrios de la Iglesia y de La Cultural.
Esta colonia se despobló casi totalmente cuando se acabaron las obras. Muchos de los trabajadores fueron a otras localizaciones donde se necesitaba mano de obra para la construcción de infraestructuras.

Castillo de Tormos. Derruido para la construcción del embalse

Esta realidad fue muy común en las primeras décadas del siglo XX en nuestra provincia. Las obras del Canfranc, las del Canal de Aragón y Cataluña, el embalse de La Peña, las minas de Parzán y los saltos hidroeléctricos de Seira y Lafortunada, entre otros.
En todos estos lugares se crearon barracones, poblados, campamentos o colonias para alojar a los trabajadores y sus familiar mientras duraban las obras. Luego, la mayoría se iban por la falta de trabajo.
La guerra civil fue un parón en este proceso hasta la década de los años 60 que trajeron los planes de desarrollo con la construcción de embalses, canales de riego y polígonos industriales.

En una primera fase, se inició el mismo proceso de poblamiento provisional, pero luego tuvo lugar un asentamiento de la población sobre todo en las ciudades de Barbastro, Huesca, Sabiñanigo y Monzón.
Desde entonces han sucedido cambios importantes en la facilidad del transporte, las comunicaciones y la globalización que han trastocado el proceso tradicional de asentamiento de la población.
De manera que ya es más difícil copiar planes de desarrollo que funcionen entorno a la creación de infraestructuras, sino que la creación de riqueza y el posterior asentamiento de la población depende de administraciones y empresarios que son capaces de adaptarse a la nueva situación.
Actualmente es más fácil trabajar a mayor distancia de donde se vive, ya sea desplazándose o por teletrabajo. De manera que las zonas de influencia económica son de mayor dimensión.
Son los inmigrantes los que más rápido se han adaptado a esta situación. Así, es normal que una persona que esté haciendo tareas agrícolas en Almería tenga la  disposición y la capacidad de estar al día siguiente en el Somontano.

Pero hay cosas que no han cambiado de aquellos colonos. La primera, el coraje para comenzar de nuevo; la segunda, la constancia para haber sido capaces de mantener vivos los pueblos; y la tercera, la ilusión que transmiten a las nuevas generaciones.

Artículo publicado en el Diario del Altoaragón el 14 de marzo de 2018

Daniel VALLÉS TURMO

miércoles, 29 de junio de 2016

Memoria de las ciudades

Me gusta la iniciativa que se ha realizado en las calles de Huesca con placas donde se muestra una foto antigua del entorno y se narra su historia. Es una manera sencilla, pero eficaz de recordar la historia.
La propia dinámica de la vida humana nos lleva a mirar hacia adelante, pero sería un error no contar con los aprendizajes de nuestros antepasados, de quienes genética y mentalmente estamos más cerca de lo que pensamos.
El tener a la vista unos letreros en cada calle, nos puede animar a leerlos y paulatinamente ir recordando nuestro pasado de una manera informal en el quehacer cotidiano.

Las ciudades tienen memoria, tanto de su idiosincrasia como de su arquitectura. La primera es más difícil de percibir, mientras que la segunda es más evidente. En casi todos los planos turísticos se describe el crecimiento histórico de la ciudad.
A modo de capas del cerebro las ciudades han ido creciendo adaptándose a las vicisitudes de la historia. Suele haber un núcleo fortaleza que fue el origen, a partir de cual se han ido expandiendo.
Ciudades como Huesca tienen una estructura romana superpuesta con otra árabe posterior a la que se han ido añadiendo los crecimientos de la edades media, moderna y contemporánea.

La idiosincrasia, lo que llamamos memoria colectiva, no es tan evidente, pero es posible reconstruir también su memoria, porque incide claramente en el comportamiento social de una ciudad.
Barbastro se reconquista definitivamente por Pedro I en el año 1100 tras casi 300 años de asentamiento de lo árabes creando un enclave político y militar en la frontera con los francos.
Su reconquista tuvo un valor simbólico desde su primera cruzada en 1064 cuando se arrebató temporalmente. Esto supuso que los pobladores obtuvieran unos privilegios sociales y económicos que le permitieron su desarrollo.
Además de mantener los derechos que ya se tenían de la etapa musulmana, obtuvieron una libertad de movimiento económico y las garantías para desarrollar las reuniones de mercaderes.
Este mercado se realizaba en la Plaza de la Candelaria en el actual barrio del Entremuro teniendo un impacto local, dada las diferencias de medidas y monedas que había.

Es en el siglo XIV cuando este mercado se va a una zona más amplia. Se construye la actual Plaza del Mercado que está porticada. En este siglo se produce una normalización de monedas y medidas que permite atraer a mercaderes más lejanos.
Pedro IV permite un mercado de 15 días en Agosto, que se une al ciclo de ferias de Huesca en Junio y Monzón en Setiembre, posibilitando una estructura comercial que atraía a comerciantes más lejanos.
A comienzos del siglo XVI Barbastro consigue otra feria en el mes de febrero, la que se llama de La Candelera, de forma que se refuerza su papel de ciudad comercial en su entorno.

Barbastro ha mantenido este espíritu comercial hasta la actualidad. Todavía en su plaza pueden los hortelanos vender su productos como se ha hecho a lo largo de los siglos.
Cada vez quedan menos hortelanos que lo hagan, pero vale la pena acercase un sábado para verlo. Lo que ha vuelto a estar de moda, el intercambio entre particulares, en Barbastro ha sido una costumbre centenaria.

Recuerdo de niño acompañar a mi padre muy pronto a comprar al mercado. Primero iba a mirar por todos los puestos y luego iba a comprar el producto que buscaba regateando.
Cuando compraba, me traía la bolsa y yo la guardaba, mientras él volvía a buscar otro producto. Era un proceso que duraba casi una hora. Entonces, me parecía un tiempo muy largo.
Al fallecer mi padre, pero viviendo mi madre, iba yo a comprar solo. Yo no regateaba, pero si miraba los precios en cada parada. Luego, al llegar a casa, le contaba a mi madre “cómo estaba la plaza”.
Cuando mi padre compraba, no había precios fijados en las mercancías de los puestos. Cuando yo compraba, me tomaba un café en el momento que escuchaba como los hortelanos establecían los precios de referencia.

Daniel VALLÉS TURMO

lunes, 9 de marzo de 2015

APLICACIÓN MÓVIL BANCO DE ALIMENTOS DE HUESCA


Origen de la iniciativa

La actividad de un Banco de Alimentos consiste en la gestión de los alimentos captados en empresas del sector de alimentación, grandes superficies, colectas y Fondo Español de Garantía Agraria para su posterior reparto a entidades benéficas.

Tras la experiencia como coordinador de 90 voluntarios en Fraga en la Gran Recogida de Alimentos del 27 y 28 de noviembre de 2014, vi la necesidad del uso de las nuevas tecnologías como facilitador de gestión.


Mi trabajo en una incubadora de empresas en Huesca, CEEIAragón, me posibilitó que la empresa Tiltac, me propusiera realizar una aplicación móvil. Así, que nos pusimos a diseñarla junto al Banco de Alimentos de Huesca.

Funciones de la aplicación
Esta aplicación móvil del Banco de Alimentos facilita pretende facilitar la solidaridad de los voluntarios y de los donantes en tres procesos de la recogida de alimentos.

1) Facilita el registro de los voluntarios desde sus teléfonos móviles y  el recomendar la participación a conocidos a través de las redes sociales. Esta función es muy importante en el caso de la Gran Recogida donde es necesario captar un gran número de personas para dos días.



2)Facilita la organización de la recogida eligiendo cada voluntario su disponibilidad horario y lugar de preferencia. Se pueden reportar incidencias y hacer modificaciones, conociendo el coordinador de área la situación.




3) Facilita la clasificación de los alimentos en el punto de recogida escaneando la etiqueta de los productos. Esta función permite una mayor rapidez y exactitud de la comunicación de los productos recogidos, además de dar una mayor percepción de control al donante.



Proceso de implantación

1) Se va a realizar una prueba funcional de la aplicación en una recogida en un supermercado de Huesca en mayo de 2015.

2) En el mes de octubre se realizará una campaña de captación de voluntarios para la gran recogida de noviembre de 2015.

3) En el mes de noviembre de 2015 se procederá a su utilización en la Gran Recogida, con una etapa previa de formación.

Este proyecto está liderado por el Banco de Alimentos de Huesca y pretende extenderse a todos los Bancos de Alimentos de España que deseen utilizar la aplicación y la plataforma web.

Más información sobre el proyecto:
Daniel Vallés

Vídeo del funcionamiento de la aplicación:



lunes, 28 de noviembre de 2011

100 años emprendiendo: 1977-2011


La transición a la democracia española conllevó un nuevo ánimo social, pero en el aspecto económico le tocó lidiar con una grave coyuntura económica derivada de la crisis del petróleo de 1973.
Pero no se trataba únicamente de un problema del incremento de los costes de los combustibles, sino también de estructura económica, afloramiento del desempleo y subida continua de los precios.
La década de los 80 y parte de los 90 son años de grandes cambios económicos y fiscales que supusieron grandes reconversiones industriales. Para parar la inflación se moderó el crecimiento salarial y se incrementaron los tipos de interés bancarios.
Este panorama no era nada favorable para la acometida de nuevos negocios. Sin embargo, estas reformas permitieron la entrada en la Comunidad Económica Europea en 1986 y la entrada en la Unión Europea en 1992.
Desde el año 1991 comienzan a establecerse las políticas de apoyo al desarrollo territorial con la creación de los programas Leader de desarrollo rural en las comarcas y en el ámbito autonómico, el establecimiento del Instituto Aragonés de Fomento.
Estas dos herramientas han supuesto la puesta en práctica de herramientas de apoyo a la creación y al desarrollo de empresas durante 20 años en colaboración con organizaciones sociales y gobiernos locales.
Por otro lado, nos hemos encontrado con los fondos estructurales de la Unión Europea que han posibilitado una mejora de las infraestructuras de comunicaciones, ciudades y polígonos industriales.
El resultado de este apoyo financiero ha supuesto un gran desarrollo turístico en las comarcas de montaña y un empujón a la agroindustria en los somontanos y la tierra baja de la provincia de Huesca.
La ley de liberación del suelo del año 1998 posibilita un desarrollo urbanístico en las poblaciones del Pirineo, especialmente las más cercanas a las estaciones de esquí, conllevando el desarrollo del sector de la construcción.
Este desarrollo urbanístico supone una mayor afluencia de visitantes, así como la creación de nuevos establecimientos de hostelería, tanto de restauración como de alojamiento.
La iniciativa pública favorece este desarrollo del sector turístico con la creación de centros de interpretación, hospederías, centrales de reservas, así como la inversión y promoción en el turismo de nieve.
Son años de bonanza económica en los valles del Pirineo que posibilita la reforma de los negocios y la casi generalización de los estudios universitarios para los hijos que los desean. Parece un presagio de la era del conocimiento que se avecina.
Desde una tienda del valle de Benasque, en el año 1995 la empresa Barrabés de material de montaña comienza a vender por Internet, siendo uno de los pioneros del comercio electrónico en España.
Cinco años más tarde, su experiencia en el ámbito del comercio electrónico es aprovechada por el Gobierno de Aragón para crear en el año 2000 el Centro de Excelencia en Internet Walqa en Huesca con el objetivo de promocionar el uso de estas nuevas tecnologías a las empresas de Aragón.
La primera década del siglo XXI finaliza con la utilización habitual de Internet tanto por los usuarios como por los empresarios, siendo una herramienta imprescindible para la promoción turística.
Internet y la telefonía móvil avanzan hacia una mayor participación de los usuarios suponiendo la hegemonía de las redes sociales en las que se hacen necesarias nuevas herramientas de gestión y marketing.
Carlos Barrabés se adelanta, de nuevo, desde el Valle de Benasque, a facilitar esta transición a las empresas del territorio. En el año 2009 crea la Escuela de Negocios de los Pirineos (ESNEPI).
Su objetivo principal es poner en marcha un nuevo modelo para el
mundo rural basado en el conocimiento facilitando formación a los empresarios del Pirineo para desarrollar más valor en el territorio.
Se trata de una iniciativa esperanzadora en unos momentos de coyuntura de una crisis económica y social que lleva ya tres años instalada. Una iniciativa que anima a descubrir nuevos paradigmas.
Nuevos paradigmas, nuevos modelos de negocio y nuevas empresas que tendrán que implementar y desarrollar una nueva generación capaz de desenvolverse en un entorno globalizado.

lunes, 21 de noviembre de 2011

100 años emprendiendo: 1940-1976


El escenario económico de la posguerra es desolador en la provincia de Huesca. Se han colectivizado las mercancías y parte de los medios de producción, además la moneda republicana no tiene valor. Se comienza de cero.
María coge el autobús a Barbastro para comprar género para la tienda y la venta ambulante. Pasa la noche en Casa Pico donde va dejando la mercancía. Los comercios vuelven a estar suministrados gracias al apoyo de los proveedores.
La reconstrucción de infraestructuras destruidas durante la guerra posibilita los primeros jornales. Antonio y el hijo segundo trabajan durante dos años en la reconstrucción de la central eléctrica de Lafortunada.
Son años de escasez y de autoabastecimiento a partir del cultivo de la huerta y la cría de animales a partir de lo cosechado. La gran riada del Cinca del verano de 1942 se lleva toda la huerta. Los hermanos tienen que salir a servir por la comida.
A Zaragoza van el segundo hermano, que se enrola en el ejército, y la hija mayor, que sirve en casa de los empresarios de una fábrica textil que tras la guerra se trasladó de Graus a Zaragoza.
María enferma rápidamente y muere en el año 1946, pero la segunda generación ya comienza a tomar el relevo. El primogénito ya ha aprendido el oficio de comerciante y el segundo hermano ya ha vuelto del servicio militar.
La primera lección comercial la tuvo comprando a las mujeres pieles de conejo a cambio de un ovillo La Dalia para bordar. El valor en la tienda era de una peseta, pero él ganaba 15 céntimos más con el descuento que tenía.
Los hermanos mayores deciden emprender el negocio de una panadería para apoyar los ingresos de la barbería, la tienda y la venta ambulante. Los hermanos pequeños también se involucran en el proyecto.
El segundo hermano deja la casa en 1947 para casarse en un pueblo de la comarca cercana de Ribagorza donde la familia de su mujer regenta una posada fundada por su padre en el año 1915.
En 1949 compra un camión de segunda mano, proveniente del ejército, con el que comienza a dedicarse al transporte en la comarca durante casi cuarenta años hasta su jubilación.
Durante estos años participa en el desarrollo de sus vecinos transportando pasajeros, carbón, leche, ganado y todo cuanto pudiera cargarse en el camión. Le gusta el oficio y no le falta faena.
Los comienzos no fueron fáciles. La primera vez que fue a comprar un Austin Rover nuevo tuvo miedo de su precio, 300 mil pesetas al no saber si podría pagarlo. Por ello decidió comprar el Dodge viejo de 80 mil pesetas, que resultó más caro por las averías.
En la década de los 50 los hijos de María y Antonio van dejando la casa para trasladarse a las zonas industriales, principalmente Barcelona, al igual que lo hicieron miles de altoaragoneses.
Muchas casas de los pueblos quedan cerradas y decenas de pueblos totalmente abandonados provocando el despoblamiento generalizado de las comarcas del Pirineo de Huesca.
En los 60 comienzan los planes de desarrollo que permiten vitalizar la economía con incipientes polígonos industriales, créditos al turismo y la construcción de infraestructuras hidráulicas.
La década de 1970 va recogiendo los frutos de los planes de desarrollo económico permitiendo la consolidación de los negocios emprendidos por la segunda generación, así como el comienzo de nuevos, como es la hostelería.
Antonio muere el año 1976, coincidiendo con el comienzo de la democracia. Sus hijos ya han consolidado sus proyectos empresariales y pronto tendrán el apoyo de la tercera generación.
Los que emigraron a las zonas industriales progresan económicamente comprando coches utilitarios a finales de los 60, permitiendo el desplazamiento en las vacaciones a sus pueblos de origen.
Así, en los veranos, los pueblos vuelven a poblarse con estas familias, dando trabajo a los hostales y a los comercios. Es el embrión del desarrollo turístico que tendrá lugar en el último cuarto del siglo XX.

100 años emprendiendo: 1911-1939


Hasta hace 100 años nuestros valles del Pirineo vivieron en una economía de subsistencia con intercambio de los productos con la tierra llana y con los valles franceses del norte.
En la segunda década del siglo XX comienzan grandes obras de infraestructura hidroeléctricas, mineras, industriales y ferrocarriles que supusieron el fin de un aislamiento centenario y el comienzo de nuevas oportunidades para emprender.
Suponen grandes inversiones públicas y de empresas privadas de Barcelona, Bilbao y París que dieron trabajo a miles de trabajadores posibilitando la inyección de dinero en la zona y, también, el comienzo de la emigración a las áreas industriales.
En el año 1911 el servicio de la valija de correos entre Barbastro y Benasque lo ejercían los hermanos López de Graus. Este servicio se hacía mediante caballerías, suponiendo unas 14 horas. Por ello se descansaba y hacía cambios de caballos en distintos lugares.
Un hermano regentaba la Posada Ducay de Graus donde se hacía el cambio de caballos para continuar hacia Campo. A las afueras de esta población se encontraba el Mesón de Argoné a cargo de otro hermano para facilitar la continuación hacia Benasque.
A ocho kilómetros, en la población de Seira se construye entre 1914 y 1918 la primera gran central hidroeléctrica de España. Es con el comienzo de estas obras que María, nacida en el cercano pueblo de Merli, trabaja en el mesón.
Fue aquí donde conoció a Antonio, de El Món de Perarrua, en sus viajes a trabajar en el valle de Benasque o al otro lado del Pirineo los inviernos, donde aprendió el oficio de barbero cortando el pelo a sus compañeros.
Antonio y María se casan en 1917. Van a trabajar las minas de plata de Parzán, alquilando una habitación en Bielsa donde los meses de invierno, que la mina estaba cerrada, él ejerce de barbero y ella se dedica a coser y vender.
En 1919 encuentran trabajo en el comienzo de la central eléctrica de Lafortunada que se termina en el año 1923. Muchos obreros se van, pero ellos deciden instalarse en un pueblo cercano a la espera del comienzo de las obras del sistema del río Ara.
Las obras no se realizan, pero el nacimiento del primer hijo hace que se asienten definitivamente. Tras el segundo hijo, acaban comprando una casa donde establecen la barbería y el comercio.
El comercio no sólo lo realizan en el establecimiento, sino que van a los pueblos del Sobrarbe. En muchos casos se realiza un trueque de productos, para luego venderlos por dinero en otro lugar.
Al principio utilizan un carro tirado por un caballo para los traslados hasta que el año 1930 compran un coche Ford. Es un momento donde conviven los carros y los primeros coches.
Sobrarbe está repleto de población. Los pueblos están llenos. Es habitual que las familias tengan siete hijos. Además, la mejora de la sanidad, ha disminuido la mortandad infantil. Comienza la emigración a las grandes ciudades.
A su vez, los colegios se llenan de alumnos. En los años 20 comienza la escolarización generalizada construyendo las escuelas en casi todos los pueblos. Es la primera generación que no será analfabeta.
En los años 30 no sólo está reactivada la población, sino que comienza a despegar el sector de servicios gracias a la mejora de las comunicaciones. Aunque se trate de productos de primera necesidad.
La Guerra Civil Española entre 1936 y 1939 congela el brote de desarrollo, volviendo al trueque. Muchas familias de los pueblos del Pirineo marchan a Francia, otras se quedan.
Antonio y María estuvieron a punto de emigrar, pero el parto de un familiar les hace quedarse. En el pueblo no se quemaron las casas, únicamente se destruyó el puente de la carretera.
El paso de los dos bandos no supuso ninguna venganza en el pueblo, al contrario que había sucedido en otros de comarcas cercanas, posibilitando que la vuelta a la normalidad fuera rápida.
Por la barbería de Antonio pasaron soldados de ambos bandos, ayudando a continuar con el negocio. Esperaban momentos difíciles, pero el carácter y austeridad de los montañeses ya estaban acostumbrados.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Innovación sector servicios

El sector de servicios es el más importante en la provincia de Huesca, suponiendo entorno al 60 por ciento tanto del valor añadido de la economía como de la generación de empleo respecto al total de los sectores.
Por ello es muy importante el papel de la innovación en sus diferentes actividades. Podemos destacar un doble ámbito de influencia, por una parte la mejora de los procesos de la empresa y, por otra parte, la mejora y generación de nuevos servicios.
La mejora de los procesos supone la incorporación en todas las actividades comprendidas en el sector servicios de las nuevas tecnologías que van apareciendo, fundamentalmente las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
La mejora y generación de nuevos servicios conlleva la creación de valor ofertando novedades atrayentes para los clientes actuales o desarrollando otros formatos que puedan significar la captación de nuevos.
Estas nuevas creaciones fundamentalmente surgirán de los motores de desarrollo que suponen la naturaleza de nuestro entorno, nuestro posicionamiento geográfico estratégico, así como de la creación de conocimiento.
La naturaleza de nuestro entorno, tanto en el Pirineo, los Somontanos como en los Monegros, es una de las mayores atracciones de los turistas que nos visitan y que suponen un revulsivo para otras actividades del sector servicios, sobre todo el comercio.
En los últimos años ya se ha realizado una segmentación del mercado turístico para generar mayor valor. Además de los tradicionales relacionados con los deportes de montaña, se han incorporado otros nuevos como es el caso del Enoturismo.
Pero, este camino en el desarrollo de mayor valor añadido debe seguir continuando apoyándose en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, y en las transformaciones sociales que se van gestando.
Internet ya lleva más de 10 años transformando la forma de comunicarse con los clientes, y los cambios sociales entorno a la globalización, el envejecimiento de la población y el cambio de la estructura familiar suponen cambios en la manera de hacer turismo.
La creación de valor sobre estos nuevos cambios irá deviniendo paulatinamente de la mano del tejido empresarial que va sondeando las distintas posibilidades hasta que se va formateando en nuevos productos.
El posicionamiento estratégico de la provincia de Huesca rodeado de las comunidades autónomas españolas con mayor desarrollo económico y apoyándose en la atracción de Zaragoza, seguirá siendo un motor de desarrollo.
La pronta finalización de los ejes de autovías transversales de norte a sur y de este a oeste, deviene una infraestructura sobre la que se crearán actividades empresariales que aprovechen su potencial de generación de valor.
Ya se ha dispuesto amplios polígonos logísticos en Huesca, Monzón y Fraga que puedan albergar nuevas empresas externas o ya existentes que mejoren competitivamente tanto sus instalaciones como su ubicación.
La creación de valor logístico deviene principalemente en la industria, el comercio y el transporte, pero también puede atraer a otras actividades del sector servicios que tengan relación con alguna de las anteriores.
Uno de estos sectores de servicios es el de las actividades de investigación y desarrollo, así como el de los servicios profesionales técnicos que se apoyan en el reconocimiento de Zaragoza respecto a las comunidades autónomas cercanas.
Así, enlazamos con el tercer motor de desarrollo que es la creación de conocimiento. Este es el caso del Parque Tecnológico Walqa que tiene su origen hace una decena de años en la creación de un Centro de Excelencia en Internet.
Un centro que nació con la función de divulgar e implantar las posibilidades de Internet en el tejido empresarial de Aragón y que dió lugar a la implantación de un Parque Tecnológico para desarrollar las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Con el paso de los años, en el Parque Tecnológico se han ido incorporando centros tecnológicos y empresas de otros sectores relacionados con las nuevas tecnologías en biotecnología, energías renovables, ingeniería y la creación de contenidos multimedia.
Esta creación de nuevos organismos y empresas está posibilitando paulatinamente un reconocimiento en la sociedad de su capacidad de generar desarrollo endógeno, favoreciendo la creación de nuevas actividades emprendedoras.
Esta espiral de empoderamiento emprendedor puede fructificar la generación de valor basada en la mayor formación de las nuevas generaciones y en la complementariedad con la actividad empresarial de Zaragoza.