Da gusto recorrer el carril bici recientemente inaugurado junto el pantano de Barasona desde su presa hasta Graus de casi 7 kilómetros de distancia. El carril es ancho y bien señalizado, además de estar muy bien protegido del tráfico para dejar a los niños correr tranquilamente.
Su éxito de uso está garantizado tanto por los habitantes de Graus como por los turistas de los campings junto al pantano. El fin de semana es un ir y venir de bicicletas de gente joven, familias y personas mayores. Es un buen equipamiento para potenciar el deporte y el turismo.
Una persona mayor, que circula por el carril bici, lleva una bicicleta eléctrica que permite el pedaleo asistido cuando se requiere. La veo que va relajada y satisfecha. Sin duda es una opción para hacer ejercicio progresivamente.
También este tipo de bicicletas puede ser muy satisfactorio para hacer rutas turísticas de media distancia de unos 35 kilómetros tanto para personas que no están en forma, que tienen problemas de articulaciones o que quieren hacer un ejercicio moderado.
Recorridos de rutas temáticas que tenemos en todas nuestras comarcas entorno a monumentos, espacios naturales o agroturismo que recorriéndolos en bicicletas en lugar de en coche nos permite disfrutar más y poder pararnos donde queramos.
Cuando vamos en coche, a veces, no apetece parar continuamente o no es sencillo aparcar en ese sitio donde el paisaje nos agrada. Además, el continuo entrar y salir del coche no nos deja impregnarnos de la atmósfera que nos rodea.
Hacer la misma ruta con el coche o con una bicicleta asistida son dos experiencias totalmente diferentes. Con la bicicleta vamos observando el paisaje, escuchando los sonidos de la naturaleza y conversando con los compañeros.
Podemos pararnos en cualquier sitio sin problemas y cuando llegamos a los puntos de interés de la ruta, podemos movernos alrededor del mismo sin tener que hacer esfuerzo para acercarnos a todos los rincones indicados que, cuando vamos andando, no solemos acceder por estar cansados.
Algunos ejemplos de rutas de nuestras comarcas que se adaptan a este tipo de visita son el agroturismo o las rutas del agua del Somontano y el Cinca Medio. Dentro del agroturismo, el enoturismo es especialmente interesante.
El enoturismo engloba no sólo la visita a las bodegas, sino también el paisaje de los viñedos. Una ruta en bicicleta que aborde dos bodegas y el recorrido junto a los campos nos posibilita el integranos completamente en la experiencia.
Igualmente pueden ser experiencias muy gratificantes los recorridos de las rutas del agua. Así, en el Somontano de Barbastro tenemos la que une distintos pozos-fuente en las localidades de Laluenga, Lagunarrota y otros pueblos de su entorno.
La naturaleza de este Somontano junto a los canales del regadío es muy rica en aves y las carreteras no están muy transitadas. Continuamente nos encontramos con aspectos que nos llaman la atención yendo de una población a otra.
En un momento en el que el turismo también se resiente, es necesario realizar innovaciones que den valor a las actividades ofertadas a un precio asequible. La oferta de estas rutas de cicloturismo asistido sería un ejemplo de este tipo de innovación.
En este caso nos encontramos con unas rutas turísticas que están ya ofertadas a las que añadimos un elemento de valor adicional que posibilita un producto distinto. Así, facilitamos una forma distinta y cómoda de acceso.
Se trata de una innovación que bien pueden asumir las empresas de turismo activo ya existentes o pueden comenzar nuevos emprendedores. La inversión de cada bicicleta entre 1.000 y 2.000 euros no es una barrera de entrada importante.
Como ocurre en la mayoría de los servicios turísticos, la ventaja competitiva va a estar en las personas que guíen la rutas sabiendo confeccionar un producto atractivo y transmitirlo a los clientes. Ya sea una ruta de naturaleza, de agroturismo o monumental.
Respecto al segmento de mercado, la utilización de la bicicleta asistida nos permite ampliar y mezclar clientes distintos. Así, ampliamos la edad de aquellas personas que ya no se ven capaces de hacer deportes de aventura.
Pero, también logramos que más personas se intereren por el turismo cultural al entremezclarlo con una actividad de ejercicio en la naturaleza. De manera que logramos abarcar un mercado más amplio para lograr la viabilidad del negocio.
Una actividad que se relaciona con otros servicios de hostelería, museos e industria agroalimentaria posibilitando su retroalimentación positiva. Una forma distinta de acceder a elementos de interés ya existentes.
El cicloturismo cultural asistido sería un ejemplo de innovación sencilla y con una inversión asequible que nos puede hacer pensar que no siempre la creación de valor, sobre todo en el sector servicios, requiere de grandes medios.
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