Los canales de distribución a
través de lo cuales nos relacionamos con los clientes están cambiando tanto con
las costumbres de los consumidores, como con las posibilidades de las nuevas
tecnologías de la información y las comunicaciones.
Este hecho no sólo está afectando
al canal de comunicación y de compra, sino en los propios procesos de logística
afectados en la cadena de valor de entrega del producto o del servicio.
Una de las empresas que más ha
innovado en estos aspectos logísticos de distribución es Tesco. Vamos a
analizar dos de sus innovaciones más interesantes, las tiendas virtuales en los
andenes del metro y los “Dark Stores”.
Las tiendas virtuales en los
andenes del metro fueron lanzadas en el año 2011 en Corea del Sur con el
objetivo de animar a los viajeros a comprar a través del móvil mientras estaban
esperando.
Para ello se ha creado unos
carteles luminosos simulando las estanterías de las tiendas físicas pudiendo
adquirir los productos escaneando el código QR mediante una aplicación en el
teléfono.
Las órdenes realizadas pueden
prepararse en apenas unas horas, pudiendo en algunos casos llegar a recoger el
pedido cuando los viajeros han llegado a sus destinos desde el trabajo.
Esta ingeniosa innovación se
fundamenta en la capacidad que están permitiendo los nuevos teléfonos de poder
comprar a través de ellos de una forma muy sencilla, siendo en pocos años los
dispositivos más utilizados.
La segunda innovación (los “dark
stores”, tiendas oscuras) se fundamenta en la necesidad de cambiar la logística
para afrontar la cada vez mayor demanda de pedidos a través de Internet.
Inicialmente, los pedidos de
Internet se hacían desde las propias tiendas tradicionales, preparando las
cajas y procediendo después a su distribución a los domicilios de los clientes.
En la actualidad, los “dark
stores” es la opción que se está introduciendo en aquellas áreas donde se está
produciendo un mayor uso de la compra a través de Internet con el objetivo de
mejorar su eficiencia y potenciar el canal.
Se trata de tiendas con
estanterías de productos similares a las de una tienda tradicional de Tesco,
pero en las que únicamente están comprando los empleados para ir preparando los
pedidos.
Estos pedidos pasan a una zona
automatizada de almacenamiento donde se clasifican las órdenes para luego
organizar la distribución a los domicilios de la forma más eficiente posible.
Estos cambios de uso de los
canales de hacer pedidos y de la preparación de los mismos permiten una mejor
adaptación a la conducta del consumidor cada vez más flexible en la forma de
comprar.
La combinación de ambas
innovaciones (el uso del teléfono móvil y los “dark stores”) está posibilitando
cambios en la forma de ofrecer los productos y las ofertas personalizadas a los
clientes.
Pero, igualmente requiere una
adaptación de los proveedores de los supermercados a las nuevas formas de
entrega de sus productos, tanto en la cantidad, la localización, como los
formatos.
Estas innovaciones de estas
grandes empresas multinacionales pueden impresionar y hacer pensar que
difícilmente pueden utilizarse por las empresas habituales de nuestro entorno.
Sin embargo, las tecnologías que
se están utilizando (al menos las aplicaciones de los teléfonos móviles) están
al alcance de todos tanto por la facilidad de su uso, como la de su precio.
La segunda parte, la de la preparación
de los pedidos en los “dark stores” es más dificultosa, pero nos sirve como
ejemplo de la necesidad de cambiar los procesos internos para afrontar el
crecimiento del comercio electrónico.
Los ejemplos analizados muestran
cómo se están transformando los modelos de negocio conforme van evolucionando
las formas de comprar con el uso de las nuevas tecnologías de la información y
las comunicaciones.
La mayoría de los modelos de
negocio tiene que pensar en la necesidad de adaptar los canales de logística a
un escenario de hibridación entre el comercio electrónico y el tradicional.
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