El pasado 20 de setiembre tuvo lugar en España el lanzamiento de la segunda entrega de “La Trilogía del Siglo” titulado “El invierno del Mundo” del reconocido escritor Ken Follet.
La versión en español tiene el
precio de 24 euros y la podemos encontrar en el formato de papel pudiéndolo
comprar en las librerías tradicionales o a través de Internet, en este caso con
los gastos de envío incluidos en el precio.
También lo podemos encontrar en
versión electrónica para Tablet y Libro electrónico por unos 16 euros. Supone
una reducción en el precio del 33%. En el caso del idioma inglés, está
reducción alcanza el 50%.
Visto desde fuera, parecería que
el libro de papel tiene que tender a desaparecer porque su precio es mayor. Sin
embargo, no estamos comparando el mismo tipo de producto, sino modelos de
negocio distintos.
El mercado del libro en España
está regulado tanto en su precio, como en los descuentos permitidos. La venta
por comercio electrónico suele incluir en el precio de venta la distribución
del libro por correo ordinario.
El mercado del libro electrónico
se trata de un modelo de negocio distinto. Primero, porque es necesario que el
usuario disponga de un dispositivo de lectura que tiene un precio entre 100 y
300 euros.
Segundo, porque es necesario que
desde ese dispositivo podamos acceder a un distribuidor de contenidos que
disponga de una oferta amplia de libros y sea de confianza para la transacción.
Tercero, porque cambia los
hábitos de lectura que se tenían con el libro y posibilita un sistema
relacional distinto en toda su cadena de valor. Así, que podríamos hablar mejor
de lectura virtual en vez de libro electrónico.
El requerimiento de un
dispositivo de lectura está posibilitando que se generen ecosistemas cerrados
según sea la elección que hayamos considerado. Entre los más destacados nos
encontramos Amazon y Apple.
Amazon comenzó siendo un comercio
electrónico de libros y ha derivado en un comercio electrónico generalista y en
una plataforma de lectura virtual a través de su dispositivo Kindle.
Apple comenzó con la venta de
música a través de iTunes para el iPod y ha derivado en un comercio electrónico
de contenidos multimedia fundamentalmente para su dispositivo iPad.
Ambas plataformas crean una
relación con el cliente diferente según sea su segmentación buscando la
fidelización. También es distinta la forma de obtener los ingresos
El crecimiento de este nuevo
modelo de negocio viene del éxito en determinados segmentos de mercado a los
que se está aportando valor. Veamos dos segmentos, el de los “commuters” y el
infantil.
Los “commuters” (quienes hacen
largos traslados al trabajo en medios de transporte público) es uno de los
nichos de mercado tanto del Kindle como del iPad porque permite un
entrenamiento durante el trayecto.
Los niños (que habitualmente
tienen que desplazarse a casa de los abuelos o durante el fin de semana) es
otro nicho de mercado porque permite disponer de todos los libros de forma
fácil y sin ocupar espacio.
En ambos casos, el Kindle es el
más utilizado por su precio inferior, menor peso y tamaño y por la gran
duración de las baterías que hace que no tengamos que preocuparnos en
cargarlas. Su valor añadido es la usabilidad.
El iPad no cuenta con los
anteriores parámetros de usabilidad, pero permite muchísimas más funciones que
el Kindle en aplicaciones multimedia, comunicaciones y acceso a Internet.
Ambas plataformas son entornos
cerrados (a diferencia de las Tablet con Android) que posibilitan una relación
cercana y segura con el cliente utilizando sus canales propios. Apple, el
iTunes y Amazón, la Kindle Store.
Esta relación de fidelización
permite una adaptación de la fuente de ingresos basándose en la segmentación de
los clientes, pudiendo adaptarse mejor a sus necesidades. No es lo mismo un
usuario ocasional que uno extensivo.
En el caso de Amazón, al buscar
una fidelización del usuario, vende el Kindle a un precio muy competitivo para
que no sea una barrera de entrada al nuevo modelo de negocio de la lectura
virtual.
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