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lunes, 28 de noviembre de 2011

100 años emprendiendo: 1977-2011


La transición a la democracia española conllevó un nuevo ánimo social, pero en el aspecto económico le tocó lidiar con una grave coyuntura económica derivada de la crisis del petróleo de 1973.
Pero no se trataba únicamente de un problema del incremento de los costes de los combustibles, sino también de estructura económica, afloramiento del desempleo y subida continua de los precios.
La década de los 80 y parte de los 90 son años de grandes cambios económicos y fiscales que supusieron grandes reconversiones industriales. Para parar la inflación se moderó el crecimiento salarial y se incrementaron los tipos de interés bancarios.
Este panorama no era nada favorable para la acometida de nuevos negocios. Sin embargo, estas reformas permitieron la entrada en la Comunidad Económica Europea en 1986 y la entrada en la Unión Europea en 1992.
Desde el año 1991 comienzan a establecerse las políticas de apoyo al desarrollo territorial con la creación de los programas Leader de desarrollo rural en las comarcas y en el ámbito autonómico, el establecimiento del Instituto Aragonés de Fomento.
Estas dos herramientas han supuesto la puesta en práctica de herramientas de apoyo a la creación y al desarrollo de empresas durante 20 años en colaboración con organizaciones sociales y gobiernos locales.
Por otro lado, nos hemos encontrado con los fondos estructurales de la Unión Europea que han posibilitado una mejora de las infraestructuras de comunicaciones, ciudades y polígonos industriales.
El resultado de este apoyo financiero ha supuesto un gran desarrollo turístico en las comarcas de montaña y un empujón a la agroindustria en los somontanos y la tierra baja de la provincia de Huesca.
La ley de liberación del suelo del año 1998 posibilita un desarrollo urbanístico en las poblaciones del Pirineo, especialmente las más cercanas a las estaciones de esquí, conllevando el desarrollo del sector de la construcción.
Este desarrollo urbanístico supone una mayor afluencia de visitantes, así como la creación de nuevos establecimientos de hostelería, tanto de restauración como de alojamiento.
La iniciativa pública favorece este desarrollo del sector turístico con la creación de centros de interpretación, hospederías, centrales de reservas, así como la inversión y promoción en el turismo de nieve.
Son años de bonanza económica en los valles del Pirineo que posibilita la reforma de los negocios y la casi generalización de los estudios universitarios para los hijos que los desean. Parece un presagio de la era del conocimiento que se avecina.
Desde una tienda del valle de Benasque, en el año 1995 la empresa Barrabés de material de montaña comienza a vender por Internet, siendo uno de los pioneros del comercio electrónico en España.
Cinco años más tarde, su experiencia en el ámbito del comercio electrónico es aprovechada por el Gobierno de Aragón para crear en el año 2000 el Centro de Excelencia en Internet Walqa en Huesca con el objetivo de promocionar el uso de estas nuevas tecnologías a las empresas de Aragón.
La primera década del siglo XXI finaliza con la utilización habitual de Internet tanto por los usuarios como por los empresarios, siendo una herramienta imprescindible para la promoción turística.
Internet y la telefonía móvil avanzan hacia una mayor participación de los usuarios suponiendo la hegemonía de las redes sociales en las que se hacen necesarias nuevas herramientas de gestión y marketing.
Carlos Barrabés se adelanta, de nuevo, desde el Valle de Benasque, a facilitar esta transición a las empresas del territorio. En el año 2009 crea la Escuela de Negocios de los Pirineos (ESNEPI).
Su objetivo principal es poner en marcha un nuevo modelo para el
mundo rural basado en el conocimiento facilitando formación a los empresarios del Pirineo para desarrollar más valor en el territorio.
Se trata de una iniciativa esperanzadora en unos momentos de coyuntura de una crisis económica y social que lleva ya tres años instalada. Una iniciativa que anima a descubrir nuevos paradigmas.
Nuevos paradigmas, nuevos modelos de negocio y nuevas empresas que tendrán que implementar y desarrollar una nueva generación capaz de desenvolverse en un entorno globalizado.

lunes, 21 de noviembre de 2011

100 años emprendiendo: 1940-1976


El escenario económico de la posguerra es desolador en la provincia de Huesca. Se han colectivizado las mercancías y parte de los medios de producción, además la moneda republicana no tiene valor. Se comienza de cero.
María coge el autobús a Barbastro para comprar género para la tienda y la venta ambulante. Pasa la noche en Casa Pico donde va dejando la mercancía. Los comercios vuelven a estar suministrados gracias al apoyo de los proveedores.
La reconstrucción de infraestructuras destruidas durante la guerra posibilita los primeros jornales. Antonio y el hijo segundo trabajan durante dos años en la reconstrucción de la central eléctrica de Lafortunada.
Son años de escasez y de autoabastecimiento a partir del cultivo de la huerta y la cría de animales a partir de lo cosechado. La gran riada del Cinca del verano de 1942 se lleva toda la huerta. Los hermanos tienen que salir a servir por la comida.
A Zaragoza van el segundo hermano, que se enrola en el ejército, y la hija mayor, que sirve en casa de los empresarios de una fábrica textil que tras la guerra se trasladó de Graus a Zaragoza.
María enferma rápidamente y muere en el año 1946, pero la segunda generación ya comienza a tomar el relevo. El primogénito ya ha aprendido el oficio de comerciante y el segundo hermano ya ha vuelto del servicio militar.
La primera lección comercial la tuvo comprando a las mujeres pieles de conejo a cambio de un ovillo La Dalia para bordar. El valor en la tienda era de una peseta, pero él ganaba 15 céntimos más con el descuento que tenía.
Los hermanos mayores deciden emprender el negocio de una panadería para apoyar los ingresos de la barbería, la tienda y la venta ambulante. Los hermanos pequeños también se involucran en el proyecto.
El segundo hermano deja la casa en 1947 para casarse en un pueblo de la comarca cercana de Ribagorza donde la familia de su mujer regenta una posada fundada por su padre en el año 1915.
En 1949 compra un camión de segunda mano, proveniente del ejército, con el que comienza a dedicarse al transporte en la comarca durante casi cuarenta años hasta su jubilación.
Durante estos años participa en el desarrollo de sus vecinos transportando pasajeros, carbón, leche, ganado y todo cuanto pudiera cargarse en el camión. Le gusta el oficio y no le falta faena.
Los comienzos no fueron fáciles. La primera vez que fue a comprar un Austin Rover nuevo tuvo miedo de su precio, 300 mil pesetas al no saber si podría pagarlo. Por ello decidió comprar el Dodge viejo de 80 mil pesetas, que resultó más caro por las averías.
En la década de los 50 los hijos de María y Antonio van dejando la casa para trasladarse a las zonas industriales, principalmente Barcelona, al igual que lo hicieron miles de altoaragoneses.
Muchas casas de los pueblos quedan cerradas y decenas de pueblos totalmente abandonados provocando el despoblamiento generalizado de las comarcas del Pirineo de Huesca.
En los 60 comienzan los planes de desarrollo que permiten vitalizar la economía con incipientes polígonos industriales, créditos al turismo y la construcción de infraestructuras hidráulicas.
La década de 1970 va recogiendo los frutos de los planes de desarrollo económico permitiendo la consolidación de los negocios emprendidos por la segunda generación, así como el comienzo de nuevos, como es la hostelería.
Antonio muere el año 1976, coincidiendo con el comienzo de la democracia. Sus hijos ya han consolidado sus proyectos empresariales y pronto tendrán el apoyo de la tercera generación.
Los que emigraron a las zonas industriales progresan económicamente comprando coches utilitarios a finales de los 60, permitiendo el desplazamiento en las vacaciones a sus pueblos de origen.
Así, en los veranos, los pueblos vuelven a poblarse con estas familias, dando trabajo a los hostales y a los comercios. Es el embrión del desarrollo turístico que tendrá lugar en el último cuarto del siglo XX.

100 años emprendiendo: 1911-1939


Hasta hace 100 años nuestros valles del Pirineo vivieron en una economía de subsistencia con intercambio de los productos con la tierra llana y con los valles franceses del norte.
En la segunda década del siglo XX comienzan grandes obras de infraestructura hidroeléctricas, mineras, industriales y ferrocarriles que supusieron el fin de un aislamiento centenario y el comienzo de nuevas oportunidades para emprender.
Suponen grandes inversiones públicas y de empresas privadas de Barcelona, Bilbao y París que dieron trabajo a miles de trabajadores posibilitando la inyección de dinero en la zona y, también, el comienzo de la emigración a las áreas industriales.
En el año 1911 el servicio de la valija de correos entre Barbastro y Benasque lo ejercían los hermanos López de Graus. Este servicio se hacía mediante caballerías, suponiendo unas 14 horas. Por ello se descansaba y hacía cambios de caballos en distintos lugares.
Un hermano regentaba la Posada Ducay de Graus donde se hacía el cambio de caballos para continuar hacia Campo. A las afueras de esta población se encontraba el Mesón de Argoné a cargo de otro hermano para facilitar la continuación hacia Benasque.
A ocho kilómetros, en la población de Seira se construye entre 1914 y 1918 la primera gran central hidroeléctrica de España. Es con el comienzo de estas obras que María, nacida en el cercano pueblo de Merli, trabaja en el mesón.
Fue aquí donde conoció a Antonio, de El Món de Perarrua, en sus viajes a trabajar en el valle de Benasque o al otro lado del Pirineo los inviernos, donde aprendió el oficio de barbero cortando el pelo a sus compañeros.
Antonio y María se casan en 1917. Van a trabajar las minas de plata de Parzán, alquilando una habitación en Bielsa donde los meses de invierno, que la mina estaba cerrada, él ejerce de barbero y ella se dedica a coser y vender.
En 1919 encuentran trabajo en el comienzo de la central eléctrica de Lafortunada que se termina en el año 1923. Muchos obreros se van, pero ellos deciden instalarse en un pueblo cercano a la espera del comienzo de las obras del sistema del río Ara.
Las obras no se realizan, pero el nacimiento del primer hijo hace que se asienten definitivamente. Tras el segundo hijo, acaban comprando una casa donde establecen la barbería y el comercio.
El comercio no sólo lo realizan en el establecimiento, sino que van a los pueblos del Sobrarbe. En muchos casos se realiza un trueque de productos, para luego venderlos por dinero en otro lugar.
Al principio utilizan un carro tirado por un caballo para los traslados hasta que el año 1930 compran un coche Ford. Es un momento donde conviven los carros y los primeros coches.
Sobrarbe está repleto de población. Los pueblos están llenos. Es habitual que las familias tengan siete hijos. Además, la mejora de la sanidad, ha disminuido la mortandad infantil. Comienza la emigración a las grandes ciudades.
A su vez, los colegios se llenan de alumnos. En los años 20 comienza la escolarización generalizada construyendo las escuelas en casi todos los pueblos. Es la primera generación que no será analfabeta.
En los años 30 no sólo está reactivada la población, sino que comienza a despegar el sector de servicios gracias a la mejora de las comunicaciones. Aunque se trate de productos de primera necesidad.
La Guerra Civil Española entre 1936 y 1939 congela el brote de desarrollo, volviendo al trueque. Muchas familias de los pueblos del Pirineo marchan a Francia, otras se quedan.
Antonio y María estuvieron a punto de emigrar, pero el parto de un familiar les hace quedarse. En el pueblo no se quemaron las casas, únicamente se destruyó el puente de la carretera.
El paso de los dos bandos no supuso ninguna venganza en el pueblo, al contrario que había sucedido en otros de comarcas cercanas, posibilitando que la vuelta a la normalidad fuera rápida.
Por la barbería de Antonio pasaron soldados de ambos bandos, ayudando a continuar con el negocio. Esperaban momentos difíciles, pero el carácter y austeridad de los montañeses ya estaban acostumbrados.

martes, 4 de enero de 2011

Continuar creando valor

A tan sólo unos meses del centenario del fallecimiento de Joaquín Costa, es dificil no pensar en su “escuela y despensa” al analizar cómo los habitantes de esta provincia de Huesca hemos ido generando valor en nuestra economía en los últimos 25 años.
Gracias a su impulso disponemos uno de los activos que más han ayudado a generar valor, el Canal de Aragón y Cataluña que fue inaugurado en 1906. Estos 100 años de existencia de esta infraestructura han modelado una dinámica economía en el sector sudeste de nuestra provincia.
Creando una red de creación de riqueza entorno al regadío que ha ido desarrollando “despensa” tanto en el sector frutícola como en el ganadero vacuno, sabiendo crear empresas y cooperativas capaces de adaptarse a las nuevas necesidades del mercado agroalimentario.
Está riqueza del agua llegó a los Somontanos y a los Monegros a partir de 1960 con la contrucción del Canal del Cinca. Uno de los frutos emblemáticos de este desarrollo agroalimentario es el de las Bodegas del Somontano con una gran expansión a partir de la década de 1990.
Los polos industriales tradicionales de nuestra provincia han sido uno de los más perjudicados a lo largo de estos últimos años. Tanto los más longevos, Sabiñanigo y Monzón, que surgieron a partir de las centrales eléctricas, como Barbastro y Huesca, que surgen de planes de desarrollo industrial.
Los cambios de los mercados y las deslocalizaciones han hecho que gran parte de este sector industrial, sobre todo en los sectores agroalimentario, químico y metalúrgico, se haya reducido de una forma dramática a partir de los año 90.
Sin embargo el sector servicios ha ido tomando fuerza, sobre todo entorno al turismo en la parte norte de nuestra provincia, superando las 50.000 plazas y una relevancia en nuestra economía superior al 15 por ciento. El desarrollo en este sector hotelero ha venido acompañado por importantes inversiones en la creación de infraestructuras culturales y de deportes de montaña, que ha posibilitado la creación de nuevas empresas que ofrecen una mayor oferta de servicios.
Acompañado al auge de este sector del ocio, ha venido el “boom” de la contrucción durante 15 años seguidos a partir de 1993, que han supuesto la construcción de miles de segundas residencias en la mayoría de los pueblos de montaña, al igual que el desarrollo urbanístico en el resto de la provincia.
En este mismo periodo de expansión económica, que ha supuesto un crecimiento de la población por la llegada de emigrantes, el comercio ha tenido grandes cambios entorno al desarrollo de las grandes superficies comerciales y la aparición de nuevos conceptos de distribución.
En la última década se ha producido el desarrollo de nuevas infraestructuras de telecomunicaciones (Internet y telefonía móvil) y comunicaciones (autovías, tren de alta velocidad y aeropuertos) que están haciendo que se modifiquen los modelos de negocios de todos lo sectores.
Respecto al desarrollo empresarial, el Gobierno de Aragón, ha ido creando diferentes infraestructuras y servicios de apoyo que posibilitan la creación de nuevas empresas entorno a las nuevas tecnologías, como es el caso del Parque Tecnológico Walqa y las plataformas logísticas. Al igual, ayuntamientos y las comarcas también han incentivado otras políticas de desarrrollo empresarial.
En medio de la incertidumbre de esta crisis económica tenemos razones para confiar en una nueva generación de emprendedores con mejor “escuela” capaces de buscar nuevos modelos de negocio para continuar creando valor.