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domingo, 23 de junio de 2019

Realismo o idealismo


Realismo o idealismo

El realismo ha muerto” leía en un artículo en El País del pasado domingo 9 de junio. Yo, todavía iría más adelante, “el hombre racional ha muerto”. Ha fallecido por la manipulación de la información.
De eso iba el artículo, de esta manipulación de la información que hace que sea muy difícil ya discernir entre lo verdadero
 y lo falso y, sobre todo, de la intencionalidad de dicha manipulación.
Voy a poner un ejemplo que nos influye mucho en una provincia rural como la que vivimos. Se trata de la “demonización” de los vehículos Diésel, cuando la mayor parte del parque es de este tipo porque es necesario el uso de todo terrenos y furgonetas por las circunstancias orográficas y meteorológicas.

Además, se trata de un parque muy envejecido. Sólo hace falta ir por las carreteras rurales. Tampoco, se tiene intención de cambio porque los coches sufren mucho por el tipo de carreteras y pistas, y los motores Diésel son muy robustos.
Igualmente de envejecida es la población, que no se va a cambiar de coche, y va a seguir con los que ya tienen. Además la experiencia les dice que les ha ido bien su uso.
El motor Diésel se culpabiliza, sobre todo, por las partículas de óxido de nitrógeno en las grandes ciudades. Apenas se habla que los nuevos motores diésel llevan la tecnología RCA (Reducción Catalítica Selectiva) a través del “AddBlue” (marca comercial), que permite una reducción significativa.
Hablo desde la experiencia. Tras el accidente de circulación que tuve hace dos años, me compré un coche Diésel con esa tecnología RCA. A pesar de utilizarlo mucho por carretera de montaña y pista, el consumo histórico es de 3,4 litros por cada 100 kilómetros.

Además, estas semana se comentaba en los medios que, en las ciudades portuarias donde atracan cruceros, el tipo de carburante que utilizan estos barcos multiplicaba por 6 la emisión de las partículas de óxido de nitrógeno respecto al que lo hacían los automóviles. En parte, porque los motores siguen estando encendidos mientras están atracados en las ciudades. Hasta ahora no había oído esta realidad.
Mientras, la empresas eléctricas y algunas marcas de coches (que, por cierto, tienen las patentes de las pilas) no hacen si no hablar de la bondad de los coches eléctricos. Esto es realismo o idealismo.

Esta información cala en los discursos de los partidos políticos. Y ya se está hablando de un incremento significativo del precio del carburante diésel. Deberían saber estos partidos, que con ello penalizan a la “España rural”. Si quieren, que lo suban en las grandes ciudades, pero no se puede generalizar. Además, la noticia de los cruceros es demoledora para contrastar las estadísticas que se muestran.
Por otro lado, se habla muy poco de los elementos nocivos que la “España rural” sufre debido a los productos utilizados en la agricultura y la ganadería intensivas, que también suponen enfermedades, no tanto porque no sean legales dichas sustancias, sino por el estar expuestos de forma continuada a las mismas. Por cierto, tampoco se habla de las estadísticas del cáncer en la “España rural”.
Respecto que “el hombre racional ha muerto”, vemos que los anuncios de coches tienden a “idealizar” los “SUV” o “Crossover”, híbridos entre berlinas y todo terrenos.
Estos coches son muy bonitos, pero pesan más y gastan más combustible si realmente se quieren utilizar para ir por pistas de tierra como se enseña en los anuncios de la televisión. Como mínimo es una contradicción. Los anuncios “idealizan una forma de vida”, más que vender una tecnología.

Ya sé que el tema que estoy tratando es muy complejo, pero es necesario hablarlo. Es un ejemplo de un aspecto más que no ayuda a la repoblación de nuestros pueblos.
A veces, las soluciones no están en grandes proyectos “ideales”, sino en ir considerando los aspectos cotidianos que ayudan y los que perjudican en nuestro círculo de influencia.

Los constructos como “cambio climático” no pueden ser factores determinantes en la planificación a corto y medio plazo en nuestro entorno cercano. No se pueden utilizar como “cajón de sastre” para todo.
Es necesario, desagregar esos conceptos de idealización para poder trabajar con aspectos sobre los que sí podemos incidir sin hacernos daño a nosotros mismos sin saberlo.

Daniel VALLÉS TURMO
Artículo publicado en Diario del Altoaragón el 23 de junio de 2019

Somontanos de Guara


Somontanos de Guara

Hay un dinamismo de actividad deportiva turística que cada vez más se está generando desde el propio territorio. El pasado fin de semana tuvimos dos ejemplos claros de esta tendencia.
Las poblaciones que forman el ayuntamiento de Casbas de Huesca, reivindican la marca “Guara Central”. Paulatinamente van haciendo rutas para dar a conocer este territorio.

El pasado 1 de junio tuvo lugar la última actividad con “la vuelta al embalse de Calcón” y una comida posterior de hermandad. Sin duda esta parte de Guara tiene unos espacios dignos de visitar.
Tradicionalmente, esta parte central de Guara únicamente tenían dos pasos que lo traspasaban por los francos, el que venía de Nocito por el collado de Petreñales (entre Fragineto y el Tozal de Guara) y el que venía de Bara a los pies del Cabezón de Guara con dirección a Santa Cilia de Panzano.
El primer paso desde Nocito todavía se puede hacer, pero el segundo, desde Bara, no es posible por la valla del coto de Bastarás que corta el camino. Se ha creado la alternativa del camino de Used por el collado de Ballemona a los pies del Tozal de Cubilás, pero a una mayor altura y distancia.

Es la Asociación Valle de la Gloria la que está tomando las riendas de su motivación para dar a conocer este entorno a los propios vecinos y a las personas que puedan considerar como destino turístico este Somontano a los pies de la Sierra de Guara.
La otra actividad tuvo lugar en el Somontano de Barbastro con la organización de la II Marcha Regional de “Nordic Walking” entre Salas Bajas y Colungo el domingo día 2. El día anterior tuvo lugar una actividad de divulgación y unas jornadas técnicas.
El objetivo es ambicioso, poner al Somontano como lugar de destino para la práctica de esta modalidad deportiva que cada vez cuenta con más adeptos por sus beneficios para la salud.
Ya se organizó hace unos años la I Marcha Regional. Con la creación de la sección gestionada por Dolores Fábregas en Montañeros de Aragón de Barbastro, se está dando un nuevo empujón.
Ya se parte de un grupo de personas que se había consolidado como practicantes en los años anteriores y ahora toca una doble acción: la ampliación de la sección y la petición que se marquen caminos para su práctica.
Hay que desear suerte a estas dos iniciativas nuevas que se suman a otras que ya se están realizando en el territorio. Claramente es un sumar, si no un multiplicar por la parte de innovación que conllevan.

La repoblación de estos pueblos de los Somontanos vendrá de la capacidad de crear una corriente de turismo sostenible y desestacionalizado para posibilitar la viabilidad de los negocios, así como la creación de entorno social que sea atractivo para los nuevos habitantes.
Poco a poco se ha ido ampliando las motivaciones para visitar los Somontanos de Guara. Primero, fue el barranquismo, pero paulatinamente se ha ido expandiendo el Parque Cultural, una red de senderos, la escalada, la ornitología, el enoturismo y la práctica de la bicicleta de carretera y montaña, entre otros.
Igualmente, se ha pasado de depender de emprendedores que han venido de fuera al desarrollo de un motor económico endógeno que posibilita la continuidad en el tiempo.

También se ha creado una red de organismos que se compatibilizan, pero igualmente crean una tensión para la mejora, con el objetivo de ayudar a las iniciativas privadas.
Así, el Parque de Guara, el Parque Cultural, los ayuntamientos, las comarcas, los Centros de Desarrollo, la Asociación de Empresarios de Guara, la Escuela de Montaña de Alquézar y otras asociaciones.
Ojalá, la Asociación Valle de la Gloria vaya pudiendo señalizar y limpiar más senderos para que luego se puedan disfrutar en grupo, como lo hicimos dando la vuelta al embalse de Calcón.

Ojalá, la sección de “Nordic Walking” de Montañeros de Aragón de Barbastro atraiga nuevos socios al club que posibilite la organización de un calendario de actividades cada vez más amplio y abierto a distintos niveles.
Pero, lo importante ya ha tenido lugar, todo el esfuerzo personal y social realizado para poner en marcha estas dos actividades.

Daniel VALLÉS TURMO

Publicado en Diario del Altoaragón el 9 de junio de 2019

miércoles, 18 de abril de 2018

Meidei, meidei, meidi


Meidei, meidei, meidei

A todos nos suena escuchar en las películas cuando un avión está en peligro las palabras “meidei, meidei, meide, que es como se pronuncia “mayday, mayday, mayday”. Esta llamada de tres palabras significa peligro inminente.
La palabra “mayday” fue ideada en 1923 y es la que se suele utilizar cuando se comunica verbalmente por radio. Anteriormente, cuando se utilizaban las transmisiones telegráficas en código morse se ideó en 1906 la señal SOS.
Se eligió debido a que podía ser radiada fácilmente usando el código morse, con una sucesión de tres pulsos cortos, tres largos y otros tres cortos (… - - - …). En los Scout aprendimos las regla memotécnica: Sardina, Oporto, Sardina.
Las silabas con la vocal “o” eran pulsos largos y las que no, pulsos cortos. Así, el código morse lo aprendíamos así: Asno (.-), Bonaparte (- …), Coca-Cola (- . - .), Danone (. - .), y así sucesivamente.

El avance de la tecnología ha ido evolucionando la petición de socorro. Así, todos conocemos que cuando vemos un accidente debemos llamar al 112, que es el servicio que coordina las emergencias.
Los teléfonos nuevos nos han provisto de nuevas herramientas que posibilitan una mayor seguridad de geolocalización y monitorización. Así, Las aplicaciones de mensajería instantánea, WhatsApp y Telegram, están muy extendidas y tienen la posibilidad de enviar nuestra ubicación a distintas personas. Previamente, tenemos que activar el GPS de nuestro teléfono.
Alpify Safe365 es una aplicación de localizador GPS gratuita diseñada para mejorar la seguridad que incluye la monitorización. Igualmente lo hace Wikiloc, pero tiene un coste de 5 euros anuales su paquete de navegación y seguimiento en vivo. 

Aplicaciones de geolocalización de personas
(Ver más aplicaciones en la entrada Geolocalización de personas en el blog Caminos de Barbastro)

En nuestra provincia de Huesca el tema de la seguridad en montaña es muy importante debido al gran número de personas que vienen a realizar actividades en la naturaleza.
De los 894 rescates efectuados en España en el año 2017, casi la mitad fueron en Aragón, siendo un 96 por ciento en nuestra provincia. El porcentaje nacional de fallecidos fue el 11,3 por ciento, mientras que en Aragón no llegó al 5 por ciento.
Estos buenos datos nos hablan de la buena gestión de la prevención y la actuación en los rescates de montaña, que es un aspecto muy considerado por las personas que nos visitan.

Esta salvaguardia tiene largo recorrido en nuestra historia. Así, Jaime I en el año 1250 ya concedió un privilegio de protección especial a todos los peregrinos que fueran al Santuario de Santa María de Salas en Huesca.
Este privilegio se fue extendiendo a todos los peregrinos del camino de santiago que pasaba por Aragón, bautizado entonces como “Reino de Cristo y Dote de María Santísima”. Las “especulas”, medallas, eran el salvoconducto.

Especula de la Virgen del Pueyo
(Ver más aplicaciones en la entrada Camino de las Especulas a Santiago de personas en el blog Caminos de Barbastro)

En aquella época los peregrinos iban en grupo cuando pasaban por la montaña y los desfiladeros, lo mismo que hacían mis abuelos a principios del siglo XX cuando iban andando a Francia por los puertos de Benasque, Bielsa o Bujaruelo.
Lo hacían tanto por la peligrosidad de ser atacados para robarles como por la dificultad de los pasos. Aún en la actualidad, los caminos de la alta montaña siguen teniendo peligrosidad en algunas épocas del año.
En nuestro recorrido anual por etapas del Camino de San Ramón, los clubes de montaña de Barbastro y Ribagorza, hemos constatado esta realidad. El año pasado tuvimos que arreglar un tramo de camino que se había caído y este año no se podía pasar el barranco por donde pasa la senda GR señalizada. Al hacer el tramo en grupo ha sido posible hacer frente a los obstáculos y realizar la ruta.

Antes que el montañismo y el senderismo fueran una fuente de riqueza en nuestra provincia lo fue la caza. Muchos fines de semana venían de las comunidades vecinas, pero algunos perros se perdían mientras estaban siguiendo una presa.
Los perros acababan con la almohadillas de los pies heridas y no podían regresar. Acababan llegando a una torre o pueblo y los vecinos llamaban al teléfono que ponía en la placa y guardaban el perro hasta que volvieran los cazadores.
Hoy la mayoría de perros de caza llevan collares para rastrear su posición por satélite o radio, de manera que se les localiza al final de la jornada. En alguna ocasión, yendo de excursión algunos perros me han seguido detrás, supongo que pensando que les llevaba al grupo. Siguiendo con la tradición aragonesa de acogida, siempre les he ofrecido una galleta.

Daniel VALLÉS TURMO

Artículo publicado en Diario del Altoaragón el 18 de abril de 2018

miércoles, 11 de abril de 2018

Año 2118


Año 2118

Visité a un conocido que está rehabilitando una casa del siglo XVIII en el Pirineo que ha estado muchos años deshabitada. Sorprende el inmenso hogar de campana con su hermosa chimenea que sobresale en el tejado.
Los muebles y la vigas de la cocina están ahumadas por el paso de los cientos de años que fueron secando las longanizas y chorizos en los clavos que todavía están esperando ser utilizados.
Le comento “con que sencillez vivía la gente”. A lo que me contesta “que lo mismo dirán de nuestra forma de vida dentro de 100 años”. Esto me hizo reflexionar y de aquí el título de este artículo.
Al salir, paseando por el pueblo constaté que muchas de las casas también eran del siglo XVIII, al igual que la casa ya derruida de mi padre que también tenía chimenea de campana rodeada en gran parte por la cadiera.

Casa Juan Vallés de Sarsa de Surta (1985). Sobresale la chimenea de campana
Nos cuesta poco ir 300 años atrás e imaginar cómo vivían nuestros antepasados. Apenas son 10 generaciones y tenemos conocimiento directo de 3 de estas generaciones y 2 más a través de personas que están vivas..
Así, las propias configuraciones de las casas son de 1718. Las enormes prensas de aceites son de 1818 (esta fecha indica la que tenemos en Barbastro en la calle Las Fuentes). El coche Ford T que compró mi abuelo fue fabricado hacia 1918.
Muchos de nuestros familiares superan los 95 años y son testimonio directo de sus casi 100 años de vida más lo que escucharon de sus padres y abuelos. Así, que nos es fácil saber su modo de vida.

Sin embargo, nos cuesta predecir el futuro. Somos muy buenos copiando y haciendo pequeñas modificaciones incrementales, como hemos vivido los que ya tenemos más de medio siglo de vida en la transformación tecnológica acontecida.
En literatura ha habido libros que han hablado de futuro en forma de utopía (un mundo maravilloso) y distopía (una perspectiva pesimista). En el cine y las series de televisión abundan estas últimas por dar más juego.
Existe la ciencia de la prospectiva que analiza distintos escenarios que pueden desarrollarse, pero desde que tenía 10 años se decía ya que el petroleo se iba a acabar en pocos años. Así, que los escenarios futuros no son clarividentes.
Yo creo más en la capacidad creativa que tenemos los seres humanos de planificar y hacer cosas que nunca hubieran estado en los escenarios que analiza la prospectiva.

Tres ejemplos claros son la educación obligatoria, la sanidad universal y las pensiones. Todo ello se ha forjado en España tan solo en las tres últimas generaciones.
Si nos movemos en el ámbito empresarial, ocurre lo mismo, la tecnología va más por delante que el uso que están haciendo las empresas y el que son capaces de asumir los consumidores.
Sin embargo, los marcos moral y sociales necesitan urgentemente de modificaciones que den credibilidad a la construcción de estos nuevos paradigmas sociales y económicos que los seres humanos somos capaces de desarrollar.
Vale la pena leer la entrevista (pinchar para leerlo) en El País el 3 de marzo al científico y activista ya nonagenario Noan Chomski en el que se le pregunta cómo ve la situación actual. Adjunto un párrafo como ejemplo.
...Vivimos la ficción de que el mercado es maravilloso porque nos dicen que está compuesto por consumidores que están informados que adoptan decisiones racionales. Pero basta con poner la televisión y ver los anuncios: ¿buscan informar al consumidor y que tome decisiones racionales? ¿O buscan engañar?...

El reconocido actualmente filósofo Giorgio Agamben, de 76 años de edad, remarca en sus libros esta necesidad de reinventar una cosmovisión. Así dice: ¨hay que dibujar de nuevo el mapa del espacio donde la sociedad ha situado al sujeto y sus facultades”.
Siento no ser capaz de ser preciso en pintar cómo será nuestra sociedad y nuestra economía dentro de 100 años. Creo que tenemos que huir de las distopías que nos asustan y crear un entorno satisfactorio para la mayoría de la sociedad.
Por cierto, en el 2118 se celebrará el milenio de la toma de Zaragoza por Alfonso I. Sus antepasados no pudieron hacerlo por la altura de las murallas. Fue necesaria la tecnología francesa que hizo sucumbir las murallas de Jerusalén para lograrlo. Ya vemos que hace mil años ya era importante la globalización y la tecnología.

Daniel VALLÉS TURMO

martes, 3 de abril de 2018

Caminar la Economía


Caminar la economía

El 25 de marzo llegamos a la Casa de Arro a orillas del Noguera Ribagorzano. Es el ecuador del Camino de San Ramón entre Barbastro y San Beltrán de Cominges que iniciamos con motivo del 900 aniversario del destierro del obispo. (Ver ruta en el blog Caminos de Barbastro)

Este año no pude andar la etapa junto a montañeros de los clubes de Barbastro, Graus y Tarbes. Estuve de coche de apoyo y fue otra forma de ver la ruta en vez de recorriéndola.
Mientras esperaba que llegaran a río Blanco me bajé a tomar un café con leche y torta a Casa Peix de Serraduy. Hablando de la ruta que estábamos haciendo, un pastor decía que seguían ese mismo camino para ir al Valle de Arán.
Al salir, mientras conducía, me preguntaba desde cuándo tendrían los derechos de pasto en el Valle de Arán. Tal vez, desde la época de la reconquista, si no antes, generación tras generación recorriendo ese mismo camino.
La economía de esta Alta Ribagorza era principalmente ganadera y aún sigue siendo en parte, aunque el turismo va incrementando su participación muy rápidamente.
Me alegré ver que en en el tramo de cabañera que atraviesa Coll de Causes entre el río Valira y el Noguera han vuelto a pasar los rebaños. En el 2015 me costó encontrar el tramo que desciende hasta el antiguo monasterio de San Andrés.

Todavía nos queda pendiente el tramo entre Barbastro y Estada que el río Cinca crecido nos impidió atravesar en el 2016. Llegamos por el camino de Figueruelas hasta la Canteras desde donde se ve donde estaba el antiguo camino.
Aquí había un castillo desde la época árabe. Se pasaba el río por un vado, más tarde se construyó un paso de barca. Ahora se atraviesa por encima del dique de una pequeña presa.
En la otra orilla nos espera el antiguo camino romano que venía de Monzón a Labitolosa. En aquella época ya era una zona de cultivo, como lo indica el nombre de Ariestolas (los cultivos de Tolous, Monzón).

En 1906 se inauguró el Canal de Aragón y Cataluña que ahora riega toda la vega por la que pasamos hasta llegar a Estada (que significa “parada”). Aquí empieza la subida a la Sierra de la Carrodilla, donde nos esperan amplios pastos milenarios.
Al llegar a Aguinaliu (“nido de águilas”) nos recibe en ruinas una antigua prensa de aceite del siglo XVIII, que delata la importancia del cultivo del olivo durante siglos. En la bajada hacia el río Sarrón el camino pasa junto a hermosos ejemplares de olivos centenarios. El pantano de Barasona deja a este pueblo bajo sus aguas. 

También contemplamos en la subida el pueblo abandonado de Cartarlenas. Este último pueblo ha sido comprado y vallado su término para uso cinegético. Afortunadamente no lograron comprar el carrascal que Capella tiene en lo alto de la sierra donde estaba las “suertes”. Cada casa tenía uso de una parte este bosque para coger las bellotas y hacer leña.
En la bajada vale la pena desviarse a la ermita de San Miguel encima de “la Pardina” (significa terreno para cultivo que se ha roturado al bosque). Conforme llegamos a Capella vemos dos torres, la de la iglesia y la de la fábrica de piensos de Mazana.
La economía del cerdo es otro sector que se ha potenciado, tanto con la creación de granjas como con la manufactura de derivados, como es la conocida longaniza de Graus.

El espléndido puente de Capella nos habla de las dificultades de pasar el río Isábena. Durante cientos de años el siguiente puente era el de Roda de Isábena. La carretera no pasó de Laguarres hasta después de la Guerra Civil y llegó a Serraduy a finales de los años 40 del siglo pasado. Donde está hoy Casa Peix era donde se cerraba el autobús.
Paulatinamente se hizo la carretera que llegaba hasta Obarra y durante mediados de los 60 se hicieron los túneles que atraviesan el congosto y permiten llegar hasta Bonansa.
Hoy apenas pasa ganado por esta alta Ribagorza, pero esta carretera la atraviesan velozmente los esquiadores que suben a las pista de esquí del Valle de Arán dando vida al turismo que viene a ver el románico que San Ramón llevó a su máxima expresión en sus años de destierro.
Los barbastrenses perdieron un obispo, pero la humanidad ha ganado el poder contemplar las iglesias y pinturas que nos legó.

Daniel VALLÉS TURMO

Artículo publicado el día 4 de abril de 2018 en Diario del Altoaragón

miércoles, 14 de marzo de 2018

Colonos

Colonos

Ha sido un acierto que el galardón de los XX premios Félix de Azara se concediera a los 15 pueblos de colonización de la provincia de Huesca. Un reconocimiento justo y necesario para recordar nuestra historia.
Me sorprendió que “los colonos” vieran como un gran problema la despoblación y la falta de gente joven. De manera que el problema del “poblamiento” es común a toda la provincia.
Tuve la necesidad de explorar un poco cómo había sido ese proceso de colonización. 

La existencia de un pueblo que se había abandonado llamado Puilatos (ver ruta Puilatos en el blog Caminos de Barbastro) fue el desencadenante. Esta población se desalojó en el año 1977 por estar asentada sobre una zona que producía agrietamiento en los edificios. Formaba parte del sector de colonización del Canal de la Violada.

Puilatos antes de ser abandonado en 1977
El proceso de colonización, que fue un proyecto nacional que creó 300 poblaciones en toda España, empezó por este lugar porque era donde estaba más adelantadas las obras del proyecto de Riegos del Altoaragón.
Así, el objetivo de esta colonización era lograr valor añadido de las obras de riego que se habían comenzado a realizar y estaban planificadas para las próximas décadas.
El primer pueblo colonizado fue Ontinar del Salz en 1945 y el segundo El Temple en 1946. Ambos territorios podían ser regado por el Canal de La Violada que se iniciaba en el Embalse de Tormos.
El embalse de Tormos inició sus obras en el año 1915. Era el punto de partida del Canal de Monegros. La primera fase de las obras se realizó hasta 1934 y el recrecimiento actual en 1963.

Para la construcción de esta infraestructura se creo la Colonia de Tormos (ver ruta Tormos en el blog Caminos de Barbastro) que llegó a tener varios barrios conforme se necesitaba más mano de obra. En la actualidad vale la pena visitarlo para conocer los barrios de la Iglesia y de La Cultural.
Esta colonia se despobló casi totalmente cuando se acabaron las obras. Muchos de los trabajadores fueron a otras localizaciones donde se necesitaba mano de obra para la construcción de infraestructuras.

Castillo de Tormos. Derruido para la construcción del embalse

Esta realidad fue muy común en las primeras décadas del siglo XX en nuestra provincia. Las obras del Canfranc, las del Canal de Aragón y Cataluña, el embalse de La Peña, las minas de Parzán y los saltos hidroeléctricos de Seira y Lafortunada, entre otros.
En todos estos lugares se crearon barracones, poblados, campamentos o colonias para alojar a los trabajadores y sus familiar mientras duraban las obras. Luego, la mayoría se iban por la falta de trabajo.
La guerra civil fue un parón en este proceso hasta la década de los años 60 que trajeron los planes de desarrollo con la construcción de embalses, canales de riego y polígonos industriales.

En una primera fase, se inició el mismo proceso de poblamiento provisional, pero luego tuvo lugar un asentamiento de la población sobre todo en las ciudades de Barbastro, Huesca, Sabiñanigo y Monzón.
Desde entonces han sucedido cambios importantes en la facilidad del transporte, las comunicaciones y la globalización que han trastocado el proceso tradicional de asentamiento de la población.
De manera que ya es más difícil copiar planes de desarrollo que funcionen entorno a la creación de infraestructuras, sino que la creación de riqueza y el posterior asentamiento de la población depende de administraciones y empresarios que son capaces de adaptarse a la nueva situación.
Actualmente es más fácil trabajar a mayor distancia de donde se vive, ya sea desplazándose o por teletrabajo. De manera que las zonas de influencia económica son de mayor dimensión.
Son los inmigrantes los que más rápido se han adaptado a esta situación. Así, es normal que una persona que esté haciendo tareas agrícolas en Almería tenga la  disposición y la capacidad de estar al día siguiente en el Somontano.

Pero hay cosas que no han cambiado de aquellos colonos. La primera, el coraje para comenzar de nuevo; la segunda, la constancia para haber sido capaces de mantener vivos los pueblos; y la tercera, la ilusión que transmiten a las nuevas generaciones.

Artículo publicado en el Diario del Altoaragón el 14 de marzo de 2018

Daniel VALLÉS TURMO

martes, 6 de marzo de 2018

Aceite y Calzado


Aceite y calzado

Artículo publicado en Diario del Altoaragón

Mi tío Antonio de Barcelona decía que la familia de mi madre eran unos “quinquillaires”. Quería decir quinquilleros, que eran las personas que pasaban por los pueblos para arreglar las ollas con estaño y las vasijas de cerámica con alambre.
Lo decía porque se dedicaban a vender por los pueblos de la montaña. En muchas ocasiones la forma de pago era con huevos o con productos que luego se podían vender fácilmente en la ciudad, porque en las casas no había dinero.

Entonces, los hogares eran unidades de producción en vez de consumo. Se autoabastecían con la huerta y el ganado. Se hacían la ropa, primero a mano y luego con la máquina de coser Singer que podemos ver en muchas casas. Apenas había que comprar el aceite y el calzado.
La economía era circular (concepto que ahora está de modo) y todo se reparaba o se le daba otro uso. Por los pueblos pasaban personas con oficios como los quinquilleros o quienes se dedicaban a hacer cestas o cañizos.
Desde la década de los 50 del siglo pasado, a la par que las ciudades han ido creciendo, los hogares han ido deviniendo paulatinamente unidades de consumo en vez de producción.
Hasta se está perdiendo la capacidad del bricolaje (hacerlo uno mismo) pasando del mantener la casa a depender de terceros para hacerlo. Los seguros de hogar cada vez ofrecen más coberturas para hacer pequeñas reparaciones e instalaciones.

Incluso para las personas que nos gusta mantener las habilidades de bricolaje, vamos viendo como se complica la posibilidad de encontrar repuestos de electrodomésticos haciendo que nos volvamos expertos en conocer la referencia exacta de cada pieza.
En este sentido, hace poco estuvo dando una conferencia en Barcelona el filósofo surcoreano Byung-Chul Han que está estudiando en profundidad las consecuencias de esta tendencia al hiperconsumismo y a la comercialización, incluso, de las relaciones entre personas.
Es interesante leerlo, pero tiende su relato a ser lo que llamamos una “distopía”, un futuro que nos espera nada optimista. Yo quiero creer que este medio siglo de crecimiento de la sociedad del consumo irá transformándose.

Lo que llamamos “economía colaborativa”, el sacar rendimiento al uso de nuestros activos compartiéndolos, en particular el coche y la casa, pudiera ser un esqueje de vuelta al hogar no únicamente como unidad de consumo, sino también de producción.
Distintos intereses están haciendo que no se favorezca la autoproducción de energía eléctrica en el hogar con placas solares. Pero es una realidad que acabará por imponerse, de forma que se disminuirá la dependencia.
Igualmente, varias aplicaciones móviles que se anuncian compulsivamente en televisión nos animan a vender aquella ropa y objetos que ya no utilizamos. Recientemente he sido testigo de como estos anuncios están calando en la población.
Tomando el café matutino mientras leía la prensa, escuché a una madre decir a su hija que en vez de alquilar un trastero para dejar la secadora vieja de la peluquería, lo pusiera en venta en Internet.
Se ha impregnado el concepto de dar salida a lo que ya no nos sirve en vez de guardarlo. Esto está complicando un poco a los de hacienda, pero ya verán como cobrar algún impuesto.

Por cierto, en algún modo mi tío Antonio tenía razón. En casa había un salvamanteles que se estaba estropeando y mi madre cogía las tapas de aluminio de las botellas de leche para ir remendándolo.
Cuando era niño me parecía un poco extremo hacer eso, dado el poco valor de un salvamanteles, pero ahora, tras leer un artículo en El País titulado “Kintsugi, la belleza de las cicatrices de la vida, lo veo de otra manera.
La autora, Marta Rebón, dice que el ¨kimtsugi” es una técnica centenaria de Japón que consiste en reparar las piezas de cerámica rotas que ha acabado convirtiéndose en una filosofía de vida. Frente a las adversidades y errores, hay que saber recuperarse y sobrellevar las cicatrices.
Así, cada vez que vemos esa pieza reparada nos evoca el desgaste que el tiempo obra sobre las cosas físicas y otorga valor a nuestras imperfecciones. De esta manera, es como ahora veo el salvamanteles reparado.
No sé si mi madre le quería dar este sentido también, o continuaba haciendo aquello que había aprendido desde niña, que era reparar todo manteniendo esa belleza especial que tienen los objetos cotidianos que hemos utilizado durante años.


Daniel VALLÉS TURMO

miércoles, 14 de febrero de 2018

Una buena pregunta

Conozco una persona que se ha comprado un sensor termostato inteligente “Nest Learning” que cuesta 249 euros. Es la tercera generación de este dispositivo que salió al mercado ya en el 2011. Aprende la temperatura que nos gusta, va conociendo nuestras rutinas y las predice.
Conectado a los teléfonos móviles de los que habitan la casa, baja la temperatura cuando no hay nadie y conoce cuando vamos a llegar. Sería una aplicación de lo que llamamos “Big Data”.

De vez en cuando le pregunto sobre el ritmo de aprendizaje del aparato, pero parece que no “progresa adecuadamente” y todavía tiene que hacer muchas modificaciones manualmente. Aunque, posiblemente, conforme tenga más datos irá haciendo predicciones mejoradas.
Aparentemente, el precio no es muy caro por el gasto que supone la calefacción en las viviendas y, sobre todo, en las casas de más de una altura. De forma que se supone puede ahorrarnos mucho dinero. Un termostato básico cuesta unos 30 euros y uno programable de calidad se sitúa en los 150 euros.

A los humanos nos encanta que nos digan “no piense, ya lo hacemos nosotros por usted”. Prueba de ello es que nos cuesta cambiar de compañía de suministros porque posponemos la búsqueda de información.
La televisión está repleta de anuncios que nos incitan a comparar el precio y las prestaciones de nuestros suministros, sobre todo el teléfono y lo seguros. Luego, si vamos a las páginas de Internet, nos ofrecen sistemas que nos asisten a buscar la tarifa que más se adapta a nuestras circunstancias.
Los que hemos vivido en comunidades con calefacción central conocemos de sobra esa despreocupación. “Sea cual sea tu conducta vas a pagar parecido”. Y esto lleva, muchas veces sin mala fe, a la ineficacia.
Así, es habitual ver que se ventilan las viviendas durante más tiempo del necesario y que se está a una temperatura elevada dentro de la casa. Acabamos por acostumbrarnos sin darle importancia.
Una nueva legislación está obligando a que haya contadores individuales en este tipo de calefacción comunitaria, aunque muchas comunidades han optado por la instalación de calderas individuales.

Cuando llega ese momento, cada factura que nos llega nos incita a preguntarnos sobre si estamos utilizando adecuadamente la calefacción. En Internet encontramos un montón de consejos para hacer un uso adecuado.
Pero, desgraciadamente, no podemos aplicar de forma automática la lista de cosas a tener en cuanta. Todas estas listas comienzan diciendo que debemos tener un buen aislamiento. De nada sirve producir energía si se nos va por las ventanas y puertas.
No voy a enumerar este listado que es fácil encontrar, sino incitar a hacernos algunas preguntas. Una de ellas es ¿A qué hora deberíamos ventilar la casa y durante cuánto tiempo?.
Preguntando a conocidos, muchos lo hacen a la hora de hacer las habitaciones, que suele ser por las mañanas. Es una costumbre que se ha ido manteniendo. Propongo que hagamos el ejercicio durante una semana de apuntar en un papel la temperatura exterior cada hora. Un alcorce es consultar la predicción por horas en nuestro municipio de la Agencia Española de Meteorología.
¿Cuál es el resultado? En el mes de enero, hay una diferencia de unos 8 grados entre las 9 de la mañana y las 3 de la tarde. De manera que la pérdida de temperatura de la vivienda es muy superior.
¿Durante cuanto tiempo debemos ventilar? Los expertos hablan de unos 10 minutos como máximo. Así, si ventilamos al mediodía y durante un máximo de ese tiempo, apenas perdemos unas décimas de temperatura en el interior, de manera que logramos un ahorro sustancial.
Algo parecido ocurre en el ámbito empresarial. Cada cierto tiempo se van escuchando “discursos perfumados” de metodologías, tecnologías y asesores que van a solucionarnos todos nuestros problemas.
Su publicidad dice “que lo dejemos en manos de expertos”. Yo estoy de acuerdo en una parte del enunciado, en la de quién debe implementar las soluciones, pero no en liberarnos de cuestionarnos hasta encontrar “una buena pregunta”.
Sobre todo existe una pregunta genérica que no deberíamos de hacernos cada día: “¿Qué tenemos que hacer muy bien para que sigamos teniendo éxito?”.

Publicado en Diario de Altoaragón el 14 de febrero de 2018



Daniel VALLÉS TURMO

jueves, 8 de febrero de 2018

Ya está aquí

Ya está aquí

Si. Ya está aquí la industria que viene, pero todavía tenemos la imagen de las grandes factorías como el paradigma de las fábricas porque son las que aparecen en los medios de comunicación.
Y esas grandes naves manufactureras cada vez están más ocupadas por robots que por personas. Así ocurre con los 180.000 metros cuadrados de la plataforma logística de Inditex en Zaragoza.
Es la denominada Industria 4.0. Según Wikipedia “corresponde a una nueva manera de organizar los medios de producción. El objetivo que pretende alcanzarse es la puesta en marcha de un gran número de “fábricas inteligentes” capaces de una mayor adaptabilidad a las necesidades y a los procesos de producción, así como a una asignación más eficiente de los recursos.”
Todavía la realización de este concepto es difuso porque se está comenzando a crear el tejido que lo posibilita. Pero, cuando ayer vi un anuncio en una copistería de Huesca que se hacía impresión en 3D, nos muestra que ya está aquí.
En la capital ya tenemos empresas que son 4.0. Una de las primeras fue Oscatech Microinyección que comenzó su actividad en el año 2006 en las instalaciones del CEEIAragón en Huesca.
Es una empresa industrial de carácter tecnológico e innovador en la transformación de polímeros termoplásticos, mediante las tecnologías de inyección y micro-inyección. Fabrica componentes y productos para dispositivos médicos, implantología, electro-medicina, micro-fluídica, electrónica, micro-mecánica, y micro-tecnologías.
El gran precursor de esta filosofía de empresa ha sido Julio Luzán con su empresa de creación de escenografías desde 1985, que con el tiempo ha apostado por las tecnologías de diseño y fabricación en 3D.
Resultado de este proceso es la empresa que dirige su hija Irene, Shu Digital, centrada en el proceso de diseño en 3D y la fabricación de piezas y prototipos con impresoras 3D.
Podactiva es otra empresa oscense que ha ido derivando hacia la industria 4.0. desde su creación en 1994. En su recorrido ha ido innovando en el proceso del diseño y la fabricación de plantillas.
Younext es una de las áreas que se dedica al diseño y fabricación de inmovilizaciones en 3D. A partir del escáner 3D de la zona a inmovilizar, se diseña la férula completamente adaptada a la anatomía del paciente.
En los últimos años en nuestro vivero de empresas están surgiendo proyectos industriales con este nuevo paradigma. Uno de ello es Quionne, que ha diseñado y fabrica un rollerski con sistema dinámico de flexion y rebote.
Este proyecto se ha realizado con una filosofía de industria 4.0. en cuanto a la metodología y a los sistemas de producción utilizados para abaratar los costes del lanzamiento del producto.
Uniqo Custom Engineering ofrece servicios de ingeniería a las empresas para que se adapten a este nuevo paradigma de fabricación. Así, diseño mecánico, prototipado rápido y fabricación funcional
Actualmente, mediante la impresión 3D, se puede generar primeras muestras de una manera rápida, eficiente y personalizada, y después imprimir geometrías hasta ahora impensables con una elevada resistencia y total funcionalidad.
Gracias a la empresa Minivinci en Huesca se está educando hacia esta dirección. Su objetivo principal es acercar la ciencia y la tecnología a niños, jóvenes y adultos, mediante una metodología dinámica, sencilla y divertida.
Utiliza la programación y la robótica como herramientas transversales para cubrir necesidades educativas y desarrollar habilidades más allá de los programas actualmente previstos en la escuela.
Minivinci está posibilitando una cantera de “makers” (creadores), que serán los emprendedores de dentro de unos años. Estas personas ya seguirán un camino que verán más definido.
En Aragón, Libelium ha sido la empresa pionera de esta nueva industria. Creada en las instalaciones de CEEIAragón en Zaragoza en el año 2006 actualmente cuenta con 73 colaboradores y exporta a 120 países.
Su núcleo principal es el diseño y fabricación de tecnología de hardware para la implementación de redes sensoriales inalámbricas dirigido al mercado del “Internet de las cosas”. Como hemos visto, en algún caso ya se está liderando este cambio.



Daniel VALLÉS TURMO
Marzo de 2017

¿E-tenderos?

¿E-tenderos?

Han pasado 17 años desde que se creó el “Centro de Excelencia de Internet” en las instalaciones del Centro Europeo de Empresas e Innovación en Huesca. De mano de la experiencia de Barrabés se quería promocionar el comercio electrónico.
Mucho han cambiado las cosas en este tiempo, tanto en los modelos de negocio del comercio electrónico como en los modelos de negocio del comercio tradicional de nuestro entorno.
En la actualidad el Comercio Electrónico es una realidad ya muy instalada que ha modificado claramente la conducta del consumidor en la adquisición de muchos productos y servicios.
De manera que muchos comercios han disminuido sus ventas en los artículos que fácilmente son adquiribles en una marca líder, que comenzó con la venta de libros y ha ido incrementado su gama de productos hasta llegar a la alimentación.
Sin duda, los teléfonos con acceso a Internet han favorecido este proceso de transformación digital por parte de los consumidores en la decisión de compra de los productos y los servicios.
Se puede decir que la mayoría de las personas ya estamos 100% conectadas, de manera que ya no hay límite físico ni temporal para atender a nuestras necesidades. Estamos a “un clic” de la compra.
Sin duda, aparentemente, esta situación beneficia al consumidor en cuanto que tiene acceso a una mayor competencia. Pero, ¿qué pasa con el comercio tradicional de nuestros pueblos y ciudades?
La marca líder que no menciono dice que muchos comercios tradicionales también pueden ser proveedores suyos. Es la figura del “e-retailer”. El concepto está en ser proveedor tanto en el mercado tradicional como en el digital.
Ciertamente hay casos de éxito en esta tipología de modelo de negocio, pero la realidad es que todo el comercio tradicional no puede competir a la vez en Internet con los mismos productos.
La presencia en Internet ha traspasado la tienda virtual para ser un canal de esta transformación digital de la economía. En el caso del comercio tradicional, es necesario considerar ambos planteamientos.
Estamos viendo como se van cerrando muchos locales comerciales de las calles menos transitadas tanto en los pueblos como en las ciudades, a la vez que las empresas de servicios van dejando los pisos para estar a pie de calle.
Hay un elemento claro de competitividad. Por una parte, productos que se adquieren por Internet y de otro lado, productos que han disminuido su margen haciendo que sea menor la rentabilidad.
Ante esta realidad, el pequeño comercio ha buscado proveedores que le permitan un mejor precio y ha ampliado la gama de productos para incrementar las ventas de sus clientes.
En las grandes ciudades, está surgiendo una vuelta al antiguo tendero, primando el trato con el cliente sobre el precio. En este caso, los consumidores valoran esa personalización.
Hay una realidad sociológica de personas que viven solas para quienes ir a comprar es un elemento importante de relación. Además de adquirir un producto, se agradece una conversación.
Es un ecosistema complejo donde el comercio tiene que ponderar muchas variables. Tal vez, la que más le diferencie de otros canales es la calidez de la relación con el cliente.
Posiblemente, la más dificultosa sea el ir adaptando la gama de productos para que puedan entrar en un abanico de precios competitivos. Sin duda es la parte más complicada.
En este aspecto, puede ser de ayuda las nuevas tecnologías de la información para permitir tener más información sobre nuestros clientes. Así, las redes sociales, una aplicación móvil y una página web.
Pero con la idea que el objetivo no es tanto la captación de clientes mediante ofertas, sino el conocimiento de sus necesidades para fidelizarlos y atraerlos a nuestro local comercial.
Un comerciante ya cercano a la edad de jubilación, me preguntaba “¿quizá ya es tarde para tener una página web?”. Esto me hace pensar que todavía está vigente aquel proyecto del Centro de Excelencia de Internet.


Daniel VALLÉS TURMO
Febrero 2017

Esprintar

Esprintar

Me agrada ver a nuestro vecino de Sabiñanigo José Antonio de Miguel en la posición número siete del “Top Expertos Lean Startup” más influyentes de habla hispana en redes sociales.
En esta inflación de aceleradoras de empresas y Startup, personas cercanas como José Antonio nos sirven para comprender el verdadero sentido de estas metodologías sin perder el norte.
Fue un éxito la publicación en el año 2010 de la metodología del Lienzo de Modelo de Negocio por parte de Alexander Osterwalder por la sencillez de su planteamiento para el planteamiento de un proyecto empresarial.
También, la ampliación en el año 2014 con la metodología del Lienzo de la Propuesta de Valor que ayuda a hacer más práctico su utilización e introduce en las denominadas metodologías de emprendimiento ligero (Lean Startup).
Llevo 5 años trabajando estas metodologías e intentando que aporten valor a los emprendedores y siempre me encuentro con la misma disyuntiva de “no poner el foco en el dedo en vez de la luna”.
Algunas de sus herramientas son muy potentes para ayudar a esclarecer las problemáticas que se plantean en todo proyecto emprendedor, pero no podemos ser dependientes de las mismas.
Un emprendedor tiene que estar centrado en la acción y un exceso de análisis paraliza. La proliferación de aceleradoras de empresas, es un indicador de que, posiblemente, se esté complicando la metodología.
Creo que es necesario empoderar primero al emprendedor, luego enseñarle distintas herramientas y que utilice las que considere más oportunas según lo requiera la ocasión.
No hay que olvidarse de poner el foco en el emprendedor y no en el mentor, que es el paradigma de algunas aceleradoras de empresas. Por definición, el emprendedor sabe buscar las soluciones.
Un aspecto positivo de esta inflación comentada es que se hable de estas metodologías y se vayan extendiendo a la cultura empresarial y posteriormente se utilicen.
Hay un concepto muy potente en emprendimiento ágil que es el de aprendizaje. No fracasamos, sino que estamos aprendiendo. De esta forma le quitamos la valoración emocional negativa.
Y este concepto sirve para cualquier empresa y sector. Hace unos días estaba visitando una explotación de ganado ovino de un joven ganadero. Asistí a la segunda tanda de corderos del rebaño.
En el periodo desde que comenzó han ocurrido muchas incidencias y ha sido necesario adaptarse a muchas circunstancias, algunas eran previsibles y otras muchas no lo eran.
El otro día comiendo tras pasar un día con las ovejas, me gustó escuchar de la boca del empresario la expresión “estamos aprendiendo”. Seguido de “vamos a probar que ocurre si hacemos esto”.
El emprendimiento ágil, como ocurre en el ejemplo descrito, ayuda a establecer un marco de trabajo que aminora la incertidumbre emocional y nos hace centrarnos en los hechos objetivos.
Otro concepto muy útil es el de esprintar. El acelerar un proceso de comprobación de una hipótesis que creemos puede ayudar a resolver una problemática que tenemos en nuestro negocio.
Es una casuística muy antigua. Ya lo dicen los dichos “el infierno está empedrado de buenas intenciones” y “del dicho al hecho hay un trecho”. En fin, nos encontramos con la siempre difícil implementación.
Esprintar significa plantear un espacio de tiempo breve para poder probar de forma acelerada algo que consideramos puede ser positivo. De esta forma, nos obligamos a que se lleve a cabo.
Una persona me comentaba que inició un negocio de hostelería, pero no le funcionaba. Al preguntarle el porqué, no lo expresaba con claridad. Le propuse que acelerara el atraer tráfico (clientes) al establecimiento y que hiciera encuestas.
En este caso, el esprint supone poner los medios de promoción para atraer clientela y comprobar los motivos por los que no está funcionando el negocio, para luego tomar las medidas oportunas.



Daniel VALLÉS TURMO
Febrero de 2017