jueves, 8 de febrero de 2018

“No es un destino”

No es un destino”

La tecnología no es un destino”, es la frase con la que Jason Furman, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, dice que con medidas políticas se puede mitigar su impacto.
Lo dice ante una serie de informes que advierten de la perdida de empleo en los sectores económicos donde la automatización y la robotización tendrán un impacto significativo.
Los seres humanos no somos muy buenos visionando el futuro y es muy difícil ver el impacto que realmente tendrá el avance de la tecnología en los próximos años, pero realmente es una tendencia que hay que considerar seriamente.
Sin embargo, sí somos muy buenos solucionando problemas y haciendo planes de contingencias. Somos capaces de anticipar de “delante a atrás” cómo hacer posible que algo no suceda.
Pero para eso, es necesaria primero la determinación de querer afrontar un problema con la fuerza que lo dice Jason Furman: “No es un destino”. A partir de aquí, ya se puede realizar un plan de contingencias.
Con la experiencia positiva de estos planes, vamos obteniendo más información para afrontar de forma proactiva soluciones hacia el futuro, sin olvidar los propósitos primeros.
Es una forma heurística de resolución de problemas. Es la misma que se utiliza en la inteligencia artificial para que las máquinas aprendan. La diferencia está en la explicitación de los objetivos.
Quizás ahora tenemos una percepción de que no tenemos “estadistas” que sean capaces de aportar soluciones. Pero esto no es así, porque tenemos un sesgo en la interpretación de la historia.
Tendemos a creer en un “pensamiento mágico” que resuelve las cosas, y no existe. Sin embargo, en ocasiones, la historia se ha escrito y se nos ha contado con ese paradigma.
Lo mismo sucede en el ámbito empresarial, el pensar que el césped del vecino está más verde que el nuestro. Y no es así, es un mecanismo de la evolución para obligarnos a “ponernos las pilas”.
No podemos estar continuamente “dudando de nosotros mismos”, porque nos impide plantear y resolver los problemas y nos puede llevar a situaciones enfermizas de “orgullos y envidias”.
Una competitividad mal entendida nos lleva a buscar nuestra afirmación por delante de afrontar los problemas, siendo un punto de partida muy poco efectivo como ya hemos comentado.
Sin embargo, el ser humano necesitamos contar con proyectos ilusionantes compartidos hacia el futuro que posibiliten la dialéctica y la cohesión de las sociedades.
Necesitamos un destino, una Jerusalén o una Itaka que nos obliguen a salir de nuestra zona de confort y afrontar el viaje tanto en lo personal como en lo social, andando juntos, en “sínodo”.
Es andando juntos como tenemos una misma perspectiva de futuro hacia donde ir y es más fácil abordar las problemáticas del día a día porque hay más elementos que nos unen que nos separan.
Nos encanta andar juntos. Prueba de ello son la romerías festivas que se hacen en los pueblos desde hace cientos de años. El año pasado tuve la experiencia personal de revivirlo en una romería que renacimos después de 120 años.
Los clubes de montañeros de Barbastro y Graus, conmemorando el 900 aniversario del destierro de obispo San Ramón, hicimos el trayecto entre Capella y Roda de Isábena con un gran apoyo local.
Este año vamos a continuar “andando juntos” siguiendo el camino del destierro de San Ramón, que coincide con el camino de Santiago. El 5 de marzo haremos la etapa de Roda de Isábena a Obarra.
En próximos años, Dios mediante, continuaremos hasta Montanuy (2018), Hospital de Vielha (2019), Vielha (2020), Les (2021), Saint Beat (2022), Saint Bertrand (2023) y Saint Gaudens (2024).
De esta manera queremos ir difundiendo y haciendo realidad el camino de Santiago entre Barbastro y Saint Gaudens por la Ribagorza. En este caso, llegar al final “si es un destino”.


Daniel VALLÉS TURMO
Diciembre 2016

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